BODEGAS LOIDI Y ZULAICA
Desde mi Kiosco. IV Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX
A mediados del siglo XIX los viñedos franceses, entre otros, fueron infectados por una plaga de insectos, que había llegado de América y se extendió por toda Europa. De esta manera el tradicional comercio de vinos de Francia, se resintió durante muchos años, perdiéndose la producción y teniendo que replantar todas las vides.
La
característica acida de las tierras de la región de La Mancha, fue suficiente
para que la larva de la filoxera, no encontrara oportunidad en ella. De esta
forma se detecto que la vid en este territorio producía buena uva y buen vino,
sin merma alguna por el insecto. Desde el año 1854 el ferrocarril había llegado
a Alcázar de San Juan, estableciendo de esta manera una importante puerta de
transporte masivo, fácil, rápido y seguro. Desde 1858, la vía enlazaba con
Madrid y con la ciudad portuaria de Alicante.
Con esta
situación respecto al cultivo y la facilidad de envió a las ciudades punto de exportación, solo quedaba
la intensificación de la producción tanto en el campo como en las bodegas.
Algunos empresarios de aquellos años, fueron conscientes de esta realidad y
entre ellos D. Francisco José de la las Rivas y Ubieta, “Marques de Mudela” que en 1872, se instalo en unos terrenos
junto a las vías del tren, de modo que consiguió que su bodega tuviera su
propia entrada de la vía y así desde allí mismo salían los trenes llenos de
cubas y transporte de vino que circulaban por las vías de la compañía mas
prospera del momento, la M.
Z. A. “Madrid Zaragoza Alicante”
Más adelante fueron otras muchas
las bodegas que se instalaron en Alcázar de San Juan, con capitales
provenientes de la nobleza o de las tierras portuarias y mas industrializadas e
incluso algunas, ya mas tardías con capitales originarios. Entre ellas fueron
muy populares las bodegas de de Julián Prats, Comas y Cía, Santiago Ortiz, Emiliano Horubia, todos
empresarios que se instalaron en Alcázar en relación con las oportunidades que dieron el ferrocarril y
al desarrollo que estaba experimentando la ciudad por al comercio del vino. De
entre las iniciativas locales fueron muy destacables por su volumen de negocio
las bodegas de García Baquero, Coca o Peñuela, entre otros.
En la
fotografía presentamos el patio grande de la bodega Loidi Zulaica S.A que estuvo situada en la actual calle Marques
de Mudela, hoy no quedan restos de su antigua edificación. La bodega procedía
de San Sebastián, aun en su puerto existe un edificio donde se reseña su nombre
con grandes letras de ladrillo. Se instaló en Alcázar de San Juan en 1885. La Sociedad era propiedad, a
un 50%, del Sr. Loidi y otro de José Antonio Zulaica. Su producción
principalmente era para la exportación al extranjero, como al resto de España.
Fue una de las instalaciones de mayor nivel tecnológico durante muchos años y
como ejemplo citamos que disponían de un aparato de producción de mosto
concentrado.
La fotografía se tomo un día importante para la bodega, con la visita de
sus propietarios, cada uno con su sombrero y su bastón en sendos lados de la
imagen. Fueron acompañaos por las autoridades municipales de aquel momento y
entre ellos los trabajadores de la bodega entre los que destacan mujeres y
chicos.
Texto: José Fernando Sánchez Ruiz
Foto: Archivo Municipal
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