EL MONICACO
El Monicaco es un ser único existente en si mismo y para sí. Por extensión hemos dado en llamar monicacos de manera genérica a algunos seres humanos produciendo tan grandes confusiones con el tema que hacen obligado explicar algunas cosas, sobre la vida de El Monicaco.El Monicaco tiene uno de los oficios considerados mas peligrosos de todo el universo, pues es hortofruticultor y se encarga de guardar y cuidar el Gran Jardín de los Días. Para realizar su tarea pasa su existencia durmiendo en el olvido y cuando despierta cuida de sus pequeñas plantaciones de Días.
Se suele quedar embobado mirando como brota un Día detrás de otro y observa parsimoniosamente como cada Día se abre y se crece, la sabia que sube por su tallo o si le aparece alguna espina. Otras veces los días son atacados por pulgones u otros bichos del jardín, entonces Monicaco los zarandea y la televisión habla de que hace un mal día en cuanto a lo atmosférico. Cuando Monicaco se entretiene hurgando en el día, acelerando su floración o abonando la tierra de la plantación, los Días reciben cada uno sus características y se producen diferentes fenómenos de todo tipo que se traducen en terremotos, guerras o grandes acontecimientos.
A veces Monicaco quiere sentirse artista y corta las puntas de los Días retrasando su nacimiento y haciéndolos muy fríos, porque pierden sus tejidos protectores. Otras veces los frota afilándolos de manera que parecen mas apuntados y estos que son mas largos con el roce de la frotación se vuelven bastante mas calurosos. Interesado por el estudio de El Monicaco he descubierto con mayúscula sorpresa que hay un gran grupo de personas que, en tarea encargada por las grandes naciones, viene observando los distintos tipos de Días y los apartan unos de otros llamando a los que primero he descrito como Días de Invierno y a los segundos como Días de Verano.
Para Monicaco todos los Días son iguales, es el fruto de su trabajo continuado cuidando el jardín, arranca uno de esta parcela y lo pone en aquella otra acompañándolo de unas lagrimas para el riego; cuando los ve sin lustre, ajados y tristes los arranca y, dejándolos en un rincón del jardín, simplemente se olvida de ellos; este es el procedimiento que según los más hábiles observadores permite la formación de las memorias; personales, colectivas, o históricas. También hemos observado que los Días no acaban de esta manera como podría suponerse en principio, sino que cuando Monicaco tiene hambre coge un puñado indiscriminado de Días viejos y simplemente se los come. Esta es la razón por la que se producen los olvidos y las lagunas de memoria histórica, por eso no recordamos ni podemos saber lo que ocurrió hace muchos días. Cuando tenemos pequeños recuerdos y restos arqueológicos son simplemente producto de las migas que se le caen a Monicaco o de algún día viejo que se queda entre el montón de sus alimentos.
Este ser único, excepcional, pasa toda su existencia en el Jardín de los Días y realmente no podemos saber si es eterno o aparece durante largos periodos un Monicaco distinto, realmente perdemos por su culpa la memoria y algunos investigadores opinan que su narcisismo es el que le hace comerse los Días, no la necesidad de alimentarse, sino la vergüenza que le da verse envejecer. Además solamente puede ser esta la razón, ya que Monicaco no conoce otra cosa que su Jardín de los Días, ni a ningún otro ser o fenómeno, solo tiene conciencia de si mismo.
Cuando esta muy cansado por su monótono quehacer, reposa la barbilla sobre su abdomen perdiendo la conciencia y entrando en una especie de aturdimiento soñoliento. Estos momentos son de duración indeterminada y los Días que dejan de ser cuidados, enferman y se debilitan produciéndose en ellos todo tipo de heridas, desviaciones y enfermedades propias de esta planta. Sobre estos momentos se ha investigado mucho por los seres humanos, estando de acuerdo todos los estudiosos con que corresponden a sucesos como la caída del Imperio Romano, el descubrimiento de América, la II Guerra Mundial y algunos otros.
En los últimos días se observa claramente desde todos los institutos de investigación y estudios monicaquenses, como Monicaco ha entrado a su vez en una fase de investigación de lo mas curiosa, una investigación genética, de la que la mayoría piensa que esta encaminada a producir Días mejores; pero sus actitudes hortofruticolas son muy menguadas y por mas que lo intenta solo produce Días malos que traen mezcladas partículas de ciencia, y tecnología, y se desarrollan en una marisma de desgracias y dificultades.
El Monicaco no consigue en su juego mejorar los Días, encontrar un tejido vegetal mas apropiado; por esto los más atrevidos de los pensadores monicaquenses apuntan que este se encuentra muy cansado y pronto es posible que entren un largo letargo. La situación traerá consigo un abandono del Jardín de los Días. ¿Qué pasara entonces con los Días?. Estos Días que tanto gustan al genero humano. ¿Y si muere?
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