tag:blogger.com,1999:blog-71648495677846442024-03-13T14:00:19.514+01:00Mi Perro FedericoMIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.comBlogger53125tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-68813592310400774792020-06-18T01:50:00.001+02:002020-06-18T01:52:53.424+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<b>ENTRE LO AGRIO Y LO DULCE POR LA SERNA</b></h2>
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<b>Desde mi Kiosco. XI. Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</b></h3>
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-iEK0fQU4t7w/XuqrCiVmRUI/AAAAAAAABUA/od22UzQ2M0EusAOBIHO_ai-WLyqUlVTnQCLcBGAsYHQ/s1600/foto%2Baerea.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="943" height="242" src="https://1.bp.blogspot.com/-iEK0fQU4t7w/XuqrCiVmRUI/AAAAAAAABUA/od22UzQ2M0EusAOBIHO_ai-WLyqUlVTnQCLcBGAsYHQ/s400/foto%2Baerea.jpg" width="400" /></a></div>
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Los vecinos de arriba esperaban para la fiesta de Reyes Magos, su anual viaje a Madrid, pero en aquel año 1966 su padre retrasó el viaje hasta final del mes, cuando ya estaban abiertas las rebajas y se cobraba la nómina ferroviaria.</div>
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Contaban que era un día especial aunque muy corto: subían al tren y llegaban a la estación de Mediodía, volvían a subir por la calle Atocha hasta la plaza de Benavente, y bajando por la calle Carretas al llegar a la puerta del Sol, entraban a Los Guerrilleros, la zapatería más concurrida de manchegos y ferroviarios de todo Madrid. Allí un buen número de dependientes con sus guardapolvos grises y los mostradores llenos de cajas de zapatos “gorila”, atendían rápidamente a la clientela, ya que tenían que volver al tren. Cargados con sus cajas y los encargos, volvían por el mismo camino andado, asombrándose en los escaparates de las tiendas de ortopedia. Después bajaban a Atocha y disfrutaban de los bocatas de “calamares” en el Tres o el Brillante. Eran dos bocatas, una caña y una Mirinda de limón. Partían los bocadillos por la mitad para comer medio cada uno, e inmediatamente al tren para llegar a Alcázar a la hora de poder ver pasar el Talgo. Todo un lujo.</div>
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Trajeron los zapatos marrones, con su pelota verde que tenía grabado un enorme gorila, el mismo de la tapa de la caja. Aquella caja se guardó con mucho cuidado para que fuera el criadero de mis primeros gusanos de seda. A últimos de marzo, un sábado, llegaron un puñado de gusanos pequeños y negros sobre unas hojas verdes de morera. Aquellos</div>
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“bichos” devoraban las hojas y crecían a diario. Los que teníamos nuestros gusanos de seda teníamos que cuidar de ellos, limpiar la caja y darles de comer durante los tres o cuatro meses que duraba todo el ciclo. Gusano, capullo, mariposa y huevos. Aunque solo comían hasta hacer el capullo, la búsqueda diaria de la morera fresca era la tarea del atardecer.</div>
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Encontramos árboles de morera en la carretera de Herencia, en el “cibanto” del margen frente al campo de fútbol. Bien lejos. Hasta llegar allí, teníamos que cruzar “La Serna” y las casas nuevas, sin estropear la alfalfa, llegar a los árboles, coger unas pocas hojas tiernas y volver. Aquel año fuimos muchas veces y los siguientes también, pero la poca luz, la desolación del “peazo” del nuevo parque, con sus rodales de alfalfa y las historias de “La Serna”, nos amedrentaban y nos hacían crecer al mismo tiempo.</div>
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“La Serna” fue un territorio a los pies del castillo convento sanjuanista, que se usaba como espacio de producción agrícola de la Orden. En ella los alcazareños pagaban en jornadas laborales parte de los impuestos que tenían que entregar a la Orden de San Juan. Se dividió en muchos trozos con diferentes nombres, como Sernilla, Vega de Palacio…. Durante el siglo XVIII parte de ella estaba en posesión de los hidalgos, según pone en el catastro de Ensenada y en el XIX, después del último prior Sebastián de Borbón, algunas partes se subastaron en las desamortizaciones. Muchas adquiridas por un vecino de Madrid, Pedro Pascual Rodríguez, que abrió zanjas laterales y cercó la finca, ocupando parte del camino de Herencia y de otro que cruzaba la Serna por medio, seguramente el de Villarta. También se subastó el antiguo pozo de la nieve en el Mamello procedente de las monjas de Santa Clara. En aquellos terrenos se mezclan los apellidos Guerrero, Saavedra, Marañón, Resa… Aún así buena parte del inmenso terreno que se ensancha entre la calle de Toledo y la de Salitre, a últimos del siglo XIX, es propiedad de hidalgos y otros nobles de la zona. Una tierra de labor tan cercana y accesible al pueblo, cruzada de arroyos como la Mina y el Cordobés, tuvo que tener gran interés.</div>
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Pero estas tierras cercanas al asentamiento romano de la villa, habían estado pobladas y buena prueba son los sarcófagos de los que hablaba el carpintero Heliodoro a primeros del siglo XX, o los pilancones vistos al principio de la década de 1980 y su poblamiento que se hizo a sabiendas de su poca productividad agrícola.</div>
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“La Serna” tuvo escaso papel en la vida de la población hasta la llegada de Miguel Henríquez de Luna García de Quesada, desde las tierras de Granada. Es conocido en la popularidad local como “el andaluz”. Se casó con María Rosario Baíllo Baíllo, haciéndose cargo de administrar “La Serna” y desarrollar en ella proyectos de aplicación tecnológica a la agricultura. Fue un hombre de formación multidisciplinar que destacó por su conocimiento de leyes, el gusto arquitectónico y artístico y el interés por la ciencia y la técnica. Intervino en la política y la administración local. Fue alcalde activo de Alcázar de junio de 1899 a julio de 1900, compartiendo el viaje de la infanta Isabel al eclipse de 1900, después decayó su intervencionismo municipal y declinó su presencia en Antonio Serrano y el resto de concejales.</div>
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Cuba es hacia 1870 uno de los grandes productores mundiales de azúcar. Poco después en Andalucía, especialmente Córdoba y Granada, se comienza a cultivar y explotar la remolacha como productora de azúcar, con grandes cultivos y plantas de transformación en la vega granadina. En Atarfe se instala una de las primeras azucareras españolas. Con</div>
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la firma de la Paz de París de 1898, que conlleva la independencia de Cuba, se produce una crisis económica, entre otros factores por la pérdida de la industria azucarera. Este fenómeno es el dinamizador de la expansión del cultivo remolachero en España. La Mancha que estaba en plena transformación vitivinícola y, obligado paso de ideas e iniciativas entre el norte y el sur peninsular, recoge también las expectativas del capital andaluz en este sentido que acaba asentándose más al norte, especialmente Castilla y Aragón.</div>
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Dejando su activismo político, Henríquez de Luna se dedica a emprender en el ámbito social y empresarial. La intervención más desconocida es sin duda el proyecto azucarero, que da comienzo con la transformación del antiguo Pozo de la Nieve de las monjas de Santa Clara situado en “El Mamello,” en pozo de regadío. En 1906 ya encontramos una estación industrial, con un enorme motor de vapor que se acompaña del actual chimeneón para evacuar los humos de la combustión. El fin fue sacar agua para alimentar un sistema de regadío hasta la Serna de Palacio. Para transportarla se construyó una reguera o canal a cielo abierto, hasta un depósito recolector al que llegaba por las bocas de unos leones que lo llenaban. Este depósito de ciclópeas medidas y capacidad, recibió popularmente el nombre de “La Balsa del andaluz”, situándose pegado a las últimas tapias de las casas hacia Herencia y a casi tres kilómetros en línea recta del pozo (en la foto se ha delimitado su superficie en amarillo)</div>
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La idea era construir un sistema de regadío de toda la zona, con mucha similitud a las explotaciones granadinas. Atarfe, de donde venía Miguel, tenía la tercera azucarera que se había abierto en España, el ingenio de San Fernando de 1884 y al menos 8 fincas de explotación. En los últimos 20 años del siglo XIX habían pasado de 35 a 8.463 hectáreas de cultivo de remolacha granadina. Una experiencia muy prometedora para Alcázar de San Juan. Esta gran plantación de remolacha llevó paralelamente la puesta en marcha de una planta azucarera en sociedad con Primitivo García-Baquero que ya era un consolidado emprendedor industrial alcazareño. El impulso de esta idea nació con la expansión por toda España del cultivo; en 1902 en Castilla La Nueva solo se recogen datos de Aranjuez y Arganda. La plantación alcazareña que tuvo que ser una experiencia piloto, nunca llegó a los anales del azúcar en España, fue decayendo dejando de ser interesante hacia 1925. Las tierras estaban agotadas y las aguas no eran muy propicias.</div>
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Pero probablemente otro de los factores del decaimiento fue la dispersión de intereses de su promotor, que en las inmediaciones de “La Balsa” tuvo un molino de aceite y puso en marcha una fábrica de quesos, con la que como ganadero, nos lo encontramos presentando sus productos en todo el mundo. Recibe un galardón en la exposición Internacional de Bruselas de 1910. Al mismo tiempo Henríquez de Luna fue, como es bien sabido, un activo promotor de la instalación de las aguas potables en Alcázar de San Juan y poco después de la red de alcantarillado.</div>
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La amplia actividad económica debió hacerle perder dedicación en algunos aspectos respecto a otros. Perdida claramente la oportunidad de la remolacha, se inicia una nueva aventura para “La Serna” con el cultivo de alfalfa, que resultó de difícil comercialización como alimento de los animales, caballerizas y pequeñas granjas domésticas. A continuación se comenzó la venta en parcelas del extenso terreno y se intentó el cereal; se sembraba, se segaba y se trillaba. Un año se perdió la cosecha por un incendio y fue alternándose con la venta de parcelas hasta los años 60 que fue abandonándose</div>
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progresivamente. Definitivamente la opción fue arrendar y vender terrenos para el crecimiento de la población, la Plaza de Toros, las instalaciones deportivas, el terreno destinado al barrio Hermanos Laguna en la década de los años cincuenta… Más adelante se fueron entregando a la administración el resto de las tierras para instalaciones deportivas o recreativas, como el parque Alces al final de la década de los años 60. Aquellos terrenos nunca fueron buenos para el cultivo, la salinidad y las tablas que cita Fernando Colón, razón de las inundaciones, son las causas principales.</div>
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“La Serna” fue siempre patrimonio moral de los alcazareños y por lo tanto, lugar natural de reunión y esparcimiento, en relación a su cercanía a la población y la falta de obstáculos de acceso de ningún tipo, un espacio para el paseo y la convivencia. Una de las historias más desconocidas es la relacionada con la revolución de Octubre de 1934. La incorporación de la CEDA al gobierno produjo muchos descontentos entre la clase obrera, y los alcazareños se reunían allí para determinar cómo enfrentarse a los registros en la comarca de las Casas del Pueblo y los domicilios de sus miembros.</div>
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En Alcázar de San Juan se reunieron en “La Serna” un centenar de personas cargadas de pistolas, explosivos caseros hechos en los talleres de la MZA y botellas inflamables; pretendían cortar la vía férrea, asaltar el cuartel, la central eléctrica, el convento y algunas casas particulares. Su acción se limitó a detener durante una hora el expreso Barcelona-Algeciras, después lo dejaron marchar y se disolvieron. En días sucesivos se abrió una investigación sobre los hechos y fueron encarcelados veintitrés alcazareños y trece criptanenses. Fueron juzgados por un tribunal militar y el fiscal pidió, en julio de 1935, seis años de prisión. Otro de los sucesos que nos amedrentaban eran “las mujeres de la Serna”; algo que no se sabía que era, ni entonces, ni ahora. Sólo hemos podido conocer que era un grupo de trabajadoras agrícolas que se organizaron en los tiempos de las colectividades. Una organización independiente e interna de la colectividad de campesinos. Una experiencia del movimiento obrero que estableció gratuidad de atención sanitaria, farmacia… a los colectivistas.</div>
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Otro de los sucesos sobrecogedores fue el martirio de los franciscanos y trinitarios que se colocaba en los paredones de “La Balsa”. Después quedó claro que la truculenta contingencia no fue en “La Balsa”, sino en sus inmediaciones de la calle Religiosos Mártires. Aunque los mayores hacían temblar a quien se acercaban a su “terrintontero”, señalaban en las paredes de la Balsa posibles impactos de proyectiles, entre montones de basura, escombros, animales muertos, roedores a la carrera y lagartos al sol. Los chicos alentados por los de las “Casas Nuevas” que conocían todo al dedillo, investigaban detenidamente pensando como extraer los viejos proyectiles.</div>
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Allá a lo lejos de entonces, cruzando un descampado de escombreras que daba cierto reparo cruzar, estaba el barrio de las “Casas Nuevas” o Hermanos Laguna, un conjunto de casas obreras. Llegar a ellas era una aventura; todas las noches las chicas del barrio, se esperaban unas a otras en las “esquinas de las aguas” para ir en grupo, o bien esperar a uno de los padres que por turno salían a recogerlas. Promocionadas por el franciscano Juan Antonio Fernández López, fueron construidas por la Obra Sindical 150 viviendas de 45 metros cuadrados en las tierras aportadas por el ayuntamiento de las antiguas propiedades de Miguel Henríquez de Luna. El barrio construido en una depresión del terreno como se comprobó hasta su desaparición, fue construido en dos fases, entregándose sus últimas viviendas, “sacando la bola” en los primeros años sesenta. Un</div>
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barrio joven y alegre que marcó la vida de Alcázar en muchos sentidos y del que salieron hombres y mujeres que siguen dando un tinte de progreso y solidaridad a sus acciones vitales.</div>
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Este barrio alegre y adelantado, mediante la formación de una hermandad, fue el primero en realizar fiestas populares. Las verbenas perdieron su sentido antiguo, las chicas decidían con quien querían bailar sin recabar el permiso de sus madres y se introducen los sonidos eléctricos. Las fiestas tuvieron todo tipo de sucesos, y uno de ellos nos tenía sobrecogidos la mañana del domingo que visitamos “La Balsa,” en busca de lagartos. Era primero de mayo, seguro, porque las fiestas de la mística Catalina de Siena, se celebraban el 30 de abril. Aquella noche de 1966 fue la “fuga de los cohetes”, unos días antes acababan de reunirse por primera vez el Papa y el premier ruso, un acontecimiento de tal calibre que tenía revuelto medio mundo. El caso es que terminada la verbena, al nacer el 1 de mayo, pasadas las 12, un accidente prendió unos paquetes de cohetes que se deslizaron solos desde la mesa en la que estaban colocados. Se produjeron lesiones menores y algún accidente delicado, pero las lenguas de otros barrios contaban ya a la mañana siguiente terribles historias que acabaron estigmatizando el barrio y dándole el nuevo nombre de “la ciudad sin ley”</div>
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Alcázar estaba en plena transformación, los nuevos barrios, las nuevas músicas, los nuevos secretos de los jóvenes, las nuevas esperanzas y las del polígono, daban las pautas de un nuevo mundo. Nuestros gusanos en su caja de zapatos devoraban las hojas de morera con verdadera ansia. A lo manchego. En la escuela se hablaba a diario de la metamorfosis y la idea enredaba a los chicos en un ovillo de gusanos, capullos, mariposas. Todos al mismo tiempo, siendo lo mismo y cosas distintas a la vez. Un auténtico embrollo que nos enseñó a ir entre lo abstracto y lo concreto de otros conceptos. Entonces aprendimos a pasar horas y horas hablando de gusanos y mariposas, de la transformación de nuestros héroes, de los personajes de juego, y del mundo que conocíamos.</div>
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Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</div>
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Foto Aérea Años 50: Archivo Municipal</div>
MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-5370766171746116822020-06-10T01:06:00.000+02:002020-06-10T01:09:25.842+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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LAS BARRAS DE MADRID</h2>
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Desde mi Kiosco. X. Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</h3>
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-bUWPhxLqtGs/XtfiDaWKuII/AAAAAAAABOk/UOBZIWX8qkkBNU6tUPv7wuV3aYsV1bMjACLcBGAsYHQ/s1600/MIGUEL%2BESTEBAN.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="457" data-original-width="720" height="251" src="https://1.bp.blogspot.com/-bUWPhxLqtGs/XtfiDaWKuII/AAAAAAAABOk/UOBZIWX8qkkBNU6tUPv7wuV3aYsV1bMjACLcBGAsYHQ/s400/MIGUEL%2BESTEBAN.jpg" width="400" /></a></div>
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<b>A</b>quella tarde de tormenta veraniega había sido decisiva, anunciaba la finalización del verano escolar y no hacía tanto calor. Después de hablarlo con los primos cercanos, los vecinos y los chicos del colegio, era definitivo: saldríamos del pueblo en una aventura como si se tratara de subir al Machu Pichu. En mi libro de aquel verano “Horizonte Juvenil”, leí muchas veces el reportaje y me ensimismaba mirando sus piedras. La idea era llegar a los molinos de las “fontanillas” y remojarnos en los “pilancones”, todos conocíamos el camino por haber ido a merendar las tardes de San Marcos.</div>
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Quedamos después de comer en las cuatro esquinas del registro, el Cristo, Lubián…. de todos los que saldríamos, solo fuimos dos. Los demás se echaron la siesta. Pero no nos importó y comenzamos andar. En un saquillo de cuadros teníamos las provisiones, pan, chocolate, una botella de gaseosa de la Prosperidad con agua, una navaja y una caja de cerillas. Cruzamos las calles por las aceras de la sombra hasta llegar a la de Arjona, continuamos hasta el Arenal, y comenzamos el ascenso al cerro por los negros adoquines de la carretera. Algún camión pasó delante y nosotros pasamos por los olores a hierro, pan, vino, gasolina de aquella calle interminable. Alcanzado el primer repecho comenzamos a atisbar el humo de la estación del tren y ya en el llano, la vista de las barras flanqueadas de bodegas nos animó a apretar el paso.</div>
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Entrábamos en un nuevo pueblo, lleno de industrias y trabajadores que cruzaban las bocacalles de un sitio a otro, las bodegas y los talleres se acompañaban del ir y venir de los vehículos que acababan de cruzar el paso a nivel con barrera de la carretera de Miguel Estaban, después de entrar el tren de Madrid.</div>
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Las barras estaban señaladas con unos hitos con rayas rojas. Tres, dos y uno con sus respectivas rayas, después de los vehículos nos cruzamos con un rebaño de ovejas que marcaron el último olor de la Rondilla, dejando el suelo a su paso lleno de excrementos, pequeñas bolas negras que soltaban andando dejando el rastro de su viaje diario al aprisco y al campo. Hoy apenas se las ve por los cerros.</div>
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Al llegar al último aviso de la barrera nos sentamos en unas piedras, donde otras veces vimos sentado al hombre de los periódicos, que siempre nos saludaba con “Buenas tardes”. Descansamos, y animados cruzamos las vías con cuidado de pisar correctamente sobre las maderas y los raíles, evitando en lo posible los contracarriles, perfectamente limpios para que entraran por ellos las pestañas de las ruedas; aunque las barras estaban verticales, pasamos por el arco casi pegado a la pared, seguramente para no llamar la atención del personal de la cabina enclavamiento. La llamaban tercer piloto.</div>
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La estación alcazareña tenía hasta cinco de estos puestos: la auténtica ingeniería del tráfico. Bien antiguos ya, cumplían su función desde finales del siglo XIX. El mecanismo que las hacía funcionar se basaba en fuerzas por palancas para cambiar las agujas. Un teléfono interno establecía el mecanismo mediante un “modelo” que había que reproducir y cambiar continuamente a instrucciones para que todo funcionara, ayudándose de guardagujas y otro personal. Esta decían que era la más antigua, y luego descubrí que existía desde de 1893.</div>
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La mayoría de estos pasos tenían una guardesa que los cuidaba, limpiaba, engrasaba y subía o bajaba las barreras según conviniera. En aquellos años había cerca de 1500 mujeres encargadas de estas tareas por toda la red. Estas vivían en las casillas junto a los pasos a nivel con sus familias en unas condiciones terribles, la mayoría de las veces sin luz ni agua. En Alcázar no era usual, muchos de los estacionistas acababan dedicados a estas tareas en los pasos de la población. También la cercanía de las cabinas y los guardagujas ayudaban a administrar las barreras, que aireaban con el tintineo de su timbre al subir y al bajar. Otras veces los visitadores con su martillo colgado a la cintura movían la palanca para bajar la barrera.</div>
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En mitad del paso la sensación de atrevimiento me envolvía paralizándome las piernas, y el pantalón corto de verano se comportaba como uno largo de invierno. Dentro del paso las primeras vías en cruzarse eran fáciles, correspondiendo a los pasos de trenes a las bodegas y a MACOSA que tienen vías directas desde sus instalaciones a la red ferroviaria. Para sacar el vino y entrar o sacar vehículos ferroviarios a ser reparados o recién construidos. Menudo mundo donde se mezclaba la técnica más moderna y el pastoreo inmemorial. Después se cruzaban las vías de Madrid, un descanso, y las vías de la estación a los depósitos y playas ferroviarias, estas más tranquilas. Al cruzar la segunda barrera los ruidos de nuevos talleres nos llamaron la atención.</div>
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El paso a nivel de Miguel Estaban o de Madrid era también el paso al economato y a la sanidad ferroviaria de mucha gente de aquellos barrios, incluso de los viajeros que cruzaban por allí a los andenes y desde estos, al edificio de taquillas. Pero yo había vivido otras historias. Mi abuela me había llevado varias veces a la estación, para señalarme el sitio en que se situó mi tatarabuela con su hija en brazos, para ver entrar el tren en el que llegaba la reina a la estación alcazareña el 24 de mayo de 1858. Ahora me encontraba allí solo y con una sensación tan extraña como agradable. Me sentía muy mayor. Aquel día hubo cohetes y campanas y aquella tarde abstraído en la historia</div>
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familiar, me recogió el estruendo de los camiones, del almacén, de lo que había nacido como alcoholera de los franceses. En su torre hubo un nido de ametralladoras, treinta años antes, para defender las vías y la estación de un pueblo republicano. Ahora vivía en un estruendo de ruidos de cargas y descargas. La industria francesa no llegó nunca a funcionar suponiendo solo una amenaza para la industria vitivinícola local.</div>
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En aquel bullicio estábamos en una barriada prácticamente desconocida, con quince o veinte vehículos nuevamente parados y en fila, a la espera de que se abrieran las barras para cruzar. Calles, casas, vecinos, huertas, labradores, ferroviarios, bodegas, chamarileros, chatarreros y “lañaores” convivían en las calles junto al trasiego de los vecinos que todas las tardes cruzaban a por leche a la vaquería de los Fuentes. En aquellos años las vaquerías eran muy comunes en el pueblo; en mi casa nos surtíamos de la vaca del vecino. También se recogía la leche por la tarde, la recuerdo ver ordeñar. Aun con el calor de la vaca, se cocía hasta hervir, arrojando una nata espesa que se apartaba y merendábamos en un platillo de porcelana con el borde azul. Endulzada con azúcar, la comíamos a sopas, como el pisto.</div>
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Antes de llegar a las últimas bodegas se incorporaba, a paso lento, a la fila de espera, un burro. Sobre él subía una mujer rubia de pelo corto y pantalón ajustado. Lo recuerdo por lo extraño de su atuendo en aquellos años. Al llegar a su altura, nos llamó con agrado. Chicos, -dijo- ¿vais al molino? No, no señora -dijimos a dúo-, vamos a merendar a los “pilancones”.</div>
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Que era prácticamente lo mismo.</div>
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Nos pidió con un gesto que nos acercáramos a ella. Y preguntándonos cómo nos llamábamos, nos dijo: No le digáis a nadie que me habéis visto y yo os buscare para invitaros al teatro en la Feria. Nos despedimos con cierto pudor porque estábamos muy impresionados. Luego descubrí que era la actriz Josita Hernán que todos los años hacía teatro en Alcázar con su compañía parisina y representaba obras de Benavente, Unamuno, Alberti o Lorca entre otros. Incluso algún año se recitaron poemas de Hernández. Después la vi en el cine Cenjor como actriz en “El libro del Buen Amor” una película con Patxi Andión hacia 1975. Luego tuve la suerte de saludarla en los últimos años ochenta y conocí su pintura y su poesía. Le referí la anécdota y con total sorpresa para mí, la recordaba exactamente; ella sabía que aquello sucedió en mayo de 1968 y aquella noche volaba a París. Entonces se disculpó diciéndome que aquel año no pudo volver a España para hacer su habitual campaña veraniega de teatro.</div>
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Cruzamos las eras de San Marcos, donde merendábamos en las fiestas camperas y sin entretenernos llegamos a las faldas del cerro para buscar los Pilancones. Hacía calor y aunque no era tarde, la caminata nos tenía hambrientos y cansados. Allí estaban los agujeros con signos de haber tenido agua hasta hacía poco. Nuestra botella de gaseosa de la Prosperidad ya no tenía una sola lágrima de agua y nos atrevimos a pedir que nos la rellenaran a los hombres que había en la huerta cercana. Uno nos dijo que sacáramos agua del pozo, señalándolo, y mientras lo hacíamos nos explicó a voces; que aquel era el pozo de la Fuente, pero que era suyo y no de los alcazareños que lo abandonaron después de haber abastecido de agua muchos años los vecinos. Desde allí se canalizaba el agua hasta una fuente que estaba en el ensanchuron que había frente al Cine Alcázar y otra en la plaza. Tanto mi amigo como yo, del que no he querido dar el nombre y al que perdí la pista unos años después, disfrutamos mucho el agua que bebimos directamente del pozo.</div>
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Ahora me encuentro con algunos que me hacen memoria de las aventuras de la niñez y aunque a duras penas consigo recordar las anécdotas, no soy capaz de reconocerlos a ellos, esto me produce mucha tristeza y procuro ser lo más amable que se. Ni mi amigo, ni yo, estábamos para pensar en aquella perorata. Nos comimos el pan y el chocolate y después de recoger piedras y arcillas rojas y verdes nos fuimos bajando hacia el pueblo, que desde ese suave alto, tenía una vista de pueblo en el desierto con el sol encima y vibrando de calor.</div>
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A la vuelta nos subimos en unas bicis de los trabajadores de una industria que estaba por allí y salían de trabajar, bajando camino de las barras. Las barras fueron sustituidas por un puente elevado en 1979, que duró muy poco y ahora definitivamente un subterráneo las cruza bajo las vías, uniendo en lo geográfico ambos barrios.</div>
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Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</div>
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Foto: Archivo Municipal</div>
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REFUGIO DE LA PLAZA</h2>
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Desde mi Kiosco. IX. Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</h3>
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-pHIg6xb72zE/Xtfgthcv-9I/AAAAAAAABOc/R-t2RTTxlOMvEIwGcKQXOsYMMPXc-ZJCwCLcBGAsYHQ/s1600/6%2Brefugio%2BPlaza%2BABRIL%2B18.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1064" data-original-width="1600" height="265" src="https://1.bp.blogspot.com/-pHIg6xb72zE/Xtfgthcv-9I/AAAAAAAABOc/R-t2RTTxlOMvEIwGcKQXOsYMMPXc-ZJCwCLcBGAsYHQ/s400/6%2Brefugio%2BPlaza%2BABRIL%2B18.jpg" width="400" /></a></div>
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Presentamos una de esas imágenes que se han visto poquísimo y que nos aporta información sobre cosas de Alcázar e induce a la reflexión y el crecimiento del deseo investigador.</div>
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La imagen presenta un rincón de la Plaza principal, el que se ha popularizado en la segunda mitad del siglo XX como “El Jardinillo” en correspondencia con un antiguo local hostelero. Las fachadas del rincón siguen correspondiendo a las mismas fincas actuales. El suelo se ve terroso, sin ni siquiera adoquinar como fue después. Prácticamente todo el espacio está cubierto por construcciones circunstanciales que son un refugio antiaéreo construido en la guerra civil. La imagen no es la mejor toma de aquellos años y puede servir para que aparezca alguna más del mismo motivo.</div>
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Alcázar de San Juan vivió la guerra civil 1936-1939 en una retaguardia activa, en la que si bien no era una zona de primera línea, sufrió ataques de los insurrectos, y fue bombardeada en múltiples ocasiones. Las importantes infraestructuras ferroviarias y los depósitos de combustible de CAMPSA, “Como Acaparan Millones Primo, Sotelo y Anido”, fueron los objetivos de primer grado. Pero no los únicos objetivos de la población que sufrió bombardeos y ametrallamientos aéreos.</div>
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Para defenderse de los ataques contaba la población con al menos dos puestos de baterías de ametralladoras antiaéreas; uno estaba situado en la parte alta del edificio de la alcoholera de la bodega de “Los Franceses”, situada al otro lado del paso a nivel de la carretera de Miguel Esteban; y otro en las terrazas del actual edificio del Banco Popular en la calle Emilio Castelar, donde estuvo situada la sede histórica de la CNT</div>
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Para resguardarse de los ataques aéreos se construyeron siete refugios. Lo habitual era excavar en el suelo, y elevar la cota de este con la tierra sacada que junto a traviesas de las vías ferroviarias, servían para establecer medias paredes y techos suficientes para sostener un ataque aéreo. No tenemos noticia de que cayera ningún proyectil sobre los techos de los refugios y por lo tanto no sabemos cómo funcionaron. Los refugios eran espacios tipo túneles subterráneos con dos bocas, una de entrada y otra de salida; tenían una figura de Z y en el cuerpo central se colocaban los refugiados cuando se avisaba de ataque aéreo. Para mejorar la ventilación tenían varios tubos de respiración tipo chimeneas.</div>
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Espacios sucios y húmedos por afloraciones, no tenían ninguna instalación, solo miedo y frío. Los refugios se construyeron en varias plazas, tratando de distribuirse en las zonas pobladas y de fácil acceso. En la plaza de España; como hemos visto. En la plaza del Cristo de Villajos, en la zona que ahora están los contenedores subterráneos de basura y en el kiosco de información del PMC. Se completaba esta línea radial de la población con un tercer refugio en el ensanchurón de la Castelar que hoy conocemos como placeta del “Acapulco” en relación con el bar instalado desde los años setenta.</div>
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Otra segunda línea se extendía desde la plaza de España a la del Arenal donde luego estuvo el kiosco de música, terminando esta línea en su prolongación por la calle del Santo, en las antiguas tierras del cementerio de San Sebastián, debajo de las escuelas y en la parte de atrás de la ermita de San Sebastián. De este se han descubierto restos hace unos años al hacer unas obras públicas.</div>
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Las líneas de extensión terminan con un sexto refugio situado en la plaza del Altozano, delante del edificio que fue sede del antiguo café-bar “El Tablón”. El último de los refugios que hemos identificado estuvo en la plazoleta del cruce de las calles Pintor Lizcano con Goya, frente a las antiguas escuelas ferroviarias, hoy Casa de la Cultura.</div>
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Nos dice Teofilo Zarceño que fueron derruidos en octubre de 1945, después de que una generación de niños de la guerra hiciera de los “terronteros” baluartes a conquistar en los juegos infantiles.</div>
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Los refugios no eran suficientes y muchas personas se resguardaban en las bodegas sótanos y cuevas de las casas o bien pasaban las noches en las huertas y casillas cercanas, fuera del núcleo urbano. Alcázar contaba entonces con cerca de 25.000 habitantes y una población flotante de refugiados de cerca de 10.000 personas. Los ataques aéreos más importantes fueron los de la noche del 25 de marzo de 1937 y la madrugada del 26. El resultado de esta incursión fue terrible para la población dejando 20 víctimas directas además de casi 50 heridos de diversa gravedad y más de un centenar de casas destruidas. De los daños urbanos se señalaron especialmente la zona alta de la calle Emilio Castelar donde se encontraban dos refugios, la zona de la plaza del Arenal donde estaba otro de los refugios, y la calle Pintor Lizcano, donde estaba situado otro de ellos. En total cinco de los siete refugios con que contaba la población, estuvieron en el punto de mira de aquella incursión. Todavía la memoria popular guarda el recuerdo de donde cayeron algunas bombas e identifica desperfectos en fachadas y rejas de ventanas y balcones provocados por la metralla.</div>
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Era la primera guerra en la que la aviación se usaba intensamente sobre la retaguardia. Los bombardeos tuvieron dos intenciones: la primera era destruir las infraestructuras y depósitos de combustible, y la segunda producir un efecto desmoralizador de la población. Se han estudiado muchos de los bombardeos sobre la zona republicana, Málaga, Madrid, Barcelona, Alicante y otras capitales de provincia y algunos municipios Durango, Cartagena, Alcañiz, Guernica, Reus……la respuesta de muchas de las ciudades bombardeadas, fueron las “sacas” en un torbellino autoalimentado de violencia, no dándose esta respuesta en Alcázar.</div>
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Sin embargo, está pendiente el estudio en la misma medida los bombardeos sobre otros territorios. En el caso de Alcázar además del referido hubo otros que no produjeron víctimas mortales, convirtiéndose en casi costumbre diaria recibir antes del mediodía la visita de un bombardero ligero que en vuelo rasante ametrallaba calles e instalaciones ferroviarias. La población, en un humor del terror, le puso de sobrenombre “La Bernarda”, y algún/a “valiente” esperaba su llegada apostándose en las calles, con una escopeta, con la que todos los días disparaba al bombardero, en la esperanza de poder alcanzarlo y desbaratar el ataque diario.</div>
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El diario “Avance” en la mañana del 26 de marzo de 1937, daba la noticia:</div>
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“EN LA NOCHE PASADA, ALCÁZAR DE SAN JUAN HA SIDO VÍCTIMA DE UN CRIMINAL BOMBARDEO”, “Hasta las cinco de esta mañana iban extraídas. Once muertos y unos cincuenta heridos”.</div>
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Alcázar bajo la metralla extranjera</div>
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Ha sido Alcázar durante las últimas horas de anoche primeras de hoy, la que ha sufrido los efectos dolorosos de una nueva incursión sobre nuestro cielo de los aviones negros de la Alemania fascista. Sus casas, sus blancas casas, tranquilas y silenciosas, han caído para sepultar bajo sus escombros a docenas de mujeres y niños, alejados de los frentes, inocentes indefensos, destrozados, como otros muchos más, por la metralla extranjera.</div>
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Un nuevo grito de indignación surgirá de las gargantas de esas madres de esos hijos manchegos, escarnecidos otra vez por los generales traidores a su patria que han vendido nuestra tierra, nuestro mar, nuestro cielo. España toda, a los intereses más sucios del capitalismo internacional.</div>
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Y mientras que en Sevilla animadas por el bufón sangriento de Queipo del Llano, corren los pasos del Jueves Santo, muy santo y muy católico, expresión falsa y ridícula de la humanidad cristiana; las calles de Alcázar de San Juan, se cubren de sangre inocente de niños y mujeres, vertida por aviones, vendidos sin duda, para matar, por esos sangrientos ministros de Cristo que en las calles andaluzas celebran la carnavalada santa del amor y de la caridad católica.</div>
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Cinco aviones han realizado cuatro incursiones sobre Alcázar, causando el hundimiento de catorce casas y produciendo gran número de víctimas. El Gobernador civil ha marchado inmediatamente para dicha población.</div>
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Por cuatro veces ha comparecido en la noche pasada la aviación facciosa sobre Alcázar de San Juan, y en cada incursión, descargaba su trágico cargamento.</div>
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La primera incursión se ha realizado próximamente a las diez y media de la noche. Cuatro o cinco trimotores han volado por encima de la población, arrojando diez o doce bombas de gran tamaño sobre humildes barriadas de la ciudad.</div>
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Fueron apagadas 'las luces inmediatamente, pero los negros aparatos siguieron descargando su trágica carga. Unos diez minutos próximamente duró esta primera incursión. Inmediatamente de retirados los aparatos se procedió a localizar los sitios en que habían caído las bombas, apreciándose que había varias casas hundidas. De entre los escombros de las mismas se extrajeron cuatro muertos y una decena de heridos.</div>
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Estando realizando esta operación, otra vez reaparecieron los aviones facciosos, dejando caer más bombas.</div>
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Después hizo otra incursión y por último a 1a una de la noche aparecieron por última vez.</div>
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Pasadas estas horas de desconcierto y atemorizamiento del vecindario, se dispuso por parte del alcalde, la extracción de victimas de entre los escombros de las casas derrumbadas.</div>
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Se comprobó que había catorce casas completamente destruidas por la metralla. Realizados todos los trabajos, hasta las 4 y media de la mañana en que nos han dado las ultimas noticias, se llevaban sacados once muertos y cerca de medio centenar de heridos.</div>
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Como siempre, todas las víctimas pertenecen a niños, en su mayoría, y a mujeres y a ancianos que se hallaban descansando tranquilamente en sus hogares.</div>
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Los destrozos causados son de consideración, por lo cual se sigue trabajando por el resto de la ciudad, a cuyo frente están las autoridades de la localidad.</div>
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Inmediatamente que se dio cuenta al Gobierno civil de este cobarde ataque, el camarada Serrano partió para dicha población en donde se encuentra visitando los hospitales en donde han sido alojadas las víctimas. Desde dicha localidad nos ha telefoneado el Gobernador, dándonos cuenta de la forma en que se realizan los trabajos y comunicándonos que se estará en dicha población hasta que se conozca con exactitud el número de víctimas, y para alentar al pueblo y compartir el dolor de la población manchega.</div>
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El estudio posterior del suceso determinó que fueron veinte víctimas mortales, identificadas entre vecinos que oscilan de los tres y los cincuenta y siete años. Esta población que hoy está claramente identificada, se distribuye en grupos de edad de la siguiente manera: un primer grupo de 6 niños y 2 adolescentes varones. Otros 6 jóvenes varones. Cuatro adultos 2 varones y 2 mujeres. Un último grupo de dos personas mayores, 1 varón y 1 mujer.</div>
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Aquella noche los refugios como el de nuestra foto no sirvieron de mucho. En muchas ciudades sucesos parecidos se han recordado en la memoria colectiva con elementos urbanísticos o artísticos; el mayor ejemplo es el aporte al arte contemporáneo con la pintura de Picasso que representó a España en la Exposición Internacional de París de 1937. “Guernica”, que aunque está inspirada por los bombardeos sobre la población vasca, recoge todos los bombardeos sobre las poblaciones civiles, como este terrible suceso de la historia alcazareña.</div>
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Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</div>
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Foto: Archivo Municipal</div>
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José Belmonte</div>
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<br />MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-32424631245451318282020-06-03T16:07:00.004+02:002020-06-03T19:40:35.280+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<b>LA GASOLINERA DE LA PLAZA DE TOROS</b></h2>
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<b>Desde mi Kiosco. VIII. Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</b><b><br /></b><b><br /></b></h3>
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<b>E</b>n un día soleado de 1968 se tomó esta fotografía en una tarde festiva de Alcázar de San Juan. Su intención principal es mostrar la gasolinera del tejido de la plaza de toros. La gasolinera que en aquel momento era este surtidor, nos muestra buena parte de su mecanismo y la manguera con la que trasvasaba la gasolina, desde el depósito subterráneo a los depósitos de los vehículos que repostaban estacionados a su lado. Aunque no solo se servía la gasolina a los vehículos, sino que se expendía en todo tipo de recipientes, latas, bidoncillos y otros recipientes de transporte de líquidos. El surtidor funcionaba con un manubrio, por sus vasos se veían pasar los cinco litros por extracción que era capaz de despachar.</div>
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La gasolina es un derivado del petróleo que aparece por la descomposición de vegetales y animales en los fondos marinos y de lagos, acumulados desde hace millones de años. Se descubrió a mediados del siglo XIX por la separación de líquidos del petróleo mediante un proceso de destilación. Empezó a venderse en las farmacias y droguerías como quitamanchas, disolvente...</div>
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Los primeros usos de la gasolina fueron como desengrasante y producto de limpieza, especialmente de metales. En una población donde muchas personas tenían relación con metales y herramientas, no faltaba en ninguna casa una lata de gasolina, para limpiar y brillar las cuchillas de los arados, las llaves inglesas o los desmontadores de las llantas de las bicicletas.</div>
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En 1886 el ingeniero alemán Karl Benz, patentó el primer vehículo de gasolina, un “trasto” de tres ruedas que alcanzaba 17 km a la hora. Pero la invención del concepto de gasolinera pertenece a su esposa Bertha, una osada aventurera que hizo un viaje de 80km en tres días, parando en una farmacia a comprar gasolina para alimentar aquel vehículo. No es anecdótico el ánimo de Bertha, como no es anecdótico, sino fundamental, la presencia de la gasolinera junto a su surtidor en nuestra foto.</div>
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Genoveva Illescas López, desde la muerte de su marido, se hizo cargo plenamente de la atención del surtidor, que fue la forma de sustento de su familia, trabajando todas las horas del día que requería el negocio, rompiendo la tendencia de la ausencia de la mujer en estos tipos de trabajo considerados masculinos. Si bien ahora, 50 años después, la mujer ocupa cualquier puesto de trabajo, en aquel 1968, resultaba muy singular la actividad de Genoveva y que requiere al menos este mínimo recuerdo y reconocimiento. Con un planteamiento vital desde la trayectoria de otras mujeres como Victoria Kent o Clara Campoamor, esta alcazareña defendió una forma autónoma e independiente de vida que le permitió el crecimiento de su familia.</div>
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Aquel año fue declarado año Internacional de los Derechos Humanos por la ONU, seguramente con motivo del veinte aniversario de la Declaración, y Alcázar comenzaba a crecer en lo económico. La esperanza del reciente Polígono de descongestión de Madrid y la estabilidad de los ingresos de la administración en diferentes sectores, tiraban de las entidades financieras, tanto para procurar el ahorro, como el préstamo para las escasas aventuras económicas de los alcazareños, siempre acostumbrados a la seguridad de lo oficial. En esta línea se instaló en sus calles una nueva entidad: La Caja de Ahorros de Ronda.</div>
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Algo estaba pasando ese verano en Alcázar y el Delegado de Sindicatos Ramón Alcázar inauguraba el Hogar del Jubilado Ferroviario, en la calle Canalejas, un tipo de casino que se instalaba en los locales de la escuela del maestro Manuel Cencerrado, que había fallecido un par de años antes. Este local acabó transformándose en un simple bar barato que, entre los jóvenes de la época, recibía el apelativo de “La alegría de la huerta.”</div>
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En aquel bar se celebraron cumpleaños y algún guateque, sonando seguramente los artistas del momento, los Rollings o Zappa. Pero sin lugar a dudas quien sonó y asombró a los alcazareños fue la sorpresa de María Ángeles Santamaría conocida como Massiel que ganó el Festival de Eurovisión. Los jóvenes más aventurados, escuchando emisoras de radio y leyendo el “Mundo Joven”, descubrieron bandas emblemáticas como Deep Purple, que comenzaba a sonar más es USA que en Inglaterra.</div>
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Una de las cosas que más me inquieta de esta fotografía es la enorme presencia de mujeres en la misma. A la izquierda hay un numeroso grupo de mujeres de varias generaciones, desde niñas a abuelas y bisabuelas. Se sitúan a la sombra de algún kiosco antiguo y permanecen como en una situación expectante, esperando algo que va ocurrir en los alrededores de la Plaza de Toros. A la derecha varias mujeres jóvenes, que andan por el paraje. Junto a la plaza, grupos de hombres y algún que otro vehículo. Hombres en un espacio y las mujeres en otro. Alcázar de San Juan había olvidado las expectativas abiertas con la celebración del Día Internacional de la Mujer, treinta años antes, y estaba al margen de los acontecimientos que convulsionaban el mundo. Por aquellas fechas fueron asesinados el presidente americano Kennedy y el soñador pacifista, Martín Luther King. En las casas y calles manchegas se soñaba con la hazaña de Gabino Moral, la mayor a la que aspiraban muchos, la suerte. Y menuda suerte la de la quiniela de 14, que le trajo 30 millones de pesetas, cuando el salario mínimo interprofesional de aquel año era de 3000 pesetas mensuales para los mayores de 18 años. Trabajar para comer era “la idea”. No podía haber otra. Empobrecidas y analfabetas (más del 60% de la población era analfabeta), aquellas mujeres no querían saber nada de todas estas cosas, ni de los trasplantes de corazón que hacía el doctor Barnard, o de la carrera hacia la luna por la que peleaba el mundo. ¡Qué España la de aquel año! Se comenzaba a autorizar la enseñanza del euskera en las escuelas públicas, y los territorios de Guinea Ecuatorial alcanzaban la independencia naciendo como república.</div>
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Los hombres de la gasolina habían entrado a la Plaza de Toros para asistir a la eliminatoria de las agrupaciones folklóricas de la Mancha Sur del IV Festival Nacional de la Canción de Primavera. Presentaba el acontecimiento la popular y televisiva Maruja Callaved, un portento de aquellas décadas. Esa tarde las entradas de silla de ruedo costaron 10 o 15 pts y las gradas de general 5 pts. De esos precios se deduce que en la muralla de la Plaza se aprecien los jóvenes trajeados y bien peinados. Los hombres usaban la gasolina en los mecheros y su perfume siempre traía cierto olor a su volatilización, dando un aspecto rocanrol a su compañía.</div>
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Los chicos con los ojos como platos y un arco con flechas, hechos de varillas de paraguas viejos, merodeaban a la caza de lagartos. Observaban la escena desde las “pairetas” de la triste balsa “del andaluz”. Al fondo, las Casas Nuevas en mitad del campo y entre la gasolinera y ellas un letrero de carretera que decía “Herencia 14”. El pueblo se acababa en la misma gasolinera.</div>
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Hoy a los más de cincuenta años que nos distan de aquella tarde del 23 de mayo, puedes sentarte frente a la pantalla del ordenador y volver a ver “El Planeta de los simios” o “La semilla del diablo”; los tiempos no pasan.</div>
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Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</div>
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Foto: Archivo</div>
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<br />MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-57602477639848142902020-06-03T15:39:00.003+02:002020-06-03T16:23:02.345+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<b>50 AÑOS DEL “BOSCO”</b></h2>
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<b>Desde mi Kiosco. V II. Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</b></h3>
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-h0x5QV6YqbU/XtenTs5X9ZI/AAAAAAAABN0/xASSGJts24oKOzyfUCrDgOhPrGr0VV1ewCLcBGAsYHQ/s1600/20200421140114_00001%2B%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1136" data-original-width="1600" height="282" src="https://1.bp.blogspot.com/-h0x5QV6YqbU/XtenTs5X9ZI/AAAAAAAABN0/xASSGJts24oKOzyfUCrDgOhPrGr0VV1ewCLcBGAsYHQ/s400/20200421140114_00001%2B%25281%2529.jpg" width="400" /></a></div>
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<b>S</b>in duda alguna, cincuenta años puede decirse que es toda una vida. Y ese es el tiempo que nos separa del momento en que se tomó la fotografía que hoy difundimos; en ella un grupo de jóvenes alumnos de la recién inaugurada Escuela de Maestría Industrial están frente a sus tornos, en los que esperaban aprender un oficio de futuro. El centro fue evolucionando, y hoy es el IES Juan Bosco, donde cientos de alumnos cursan sus estudios.</div>
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Hace un par de años se celebró el cincuentenario del Instituto Miguel de Cervantes. El 10 de mayo de 1968 se convirtió en tal, por acuerdo del Consejo de Ministros. Desde octubre de 1965 en el edificio conocido como “Instituto” se impartían clases de bachillerato elemental. Era una sección delegada del Instituto “Bernardo Valbuena” de Valdepeñas. Así funcionó hasta que en mayo de 1968 el Consejo de Ministros le dio entidad de Instituto de Bachillerato, aun sin nombre. El nombre vino poco después, con la inauguración del curso de 1969-1970.</div>
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Y como a veces no hay dos sin tres, también se ha celebrado el cincuentenario de otro centro educativo alcazareño. En marzo de aquel año se inauguraron dos pabellones, uno para niños y otro para niñas, con 18 aulas, en el antiguo solar de la cárcel. Hoy no existen los pabellones del C.P. Jesús Ruiz que fueron sustituidos hace relativamente poco por unas modernas instalaciones educativas que dan más juego que aquellos edificios de ladrillo amarillo y ventanucos pequeños junto a los techos de las aulas. Siempre dieron una impresión de hacinamiento y disciplina.</div>
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Junto al crecimiento de centros educativos que alegraban la vida local, se vivió la sensación de fracaso del proyecto del polígono. El ministro Arrese había anunciado hacía una década que Alcázar era un dique para detener la emigración de la Mancha a Madrid. Ese era el fundamento para dotar a la población de posibilidades de empleo, centros de enseñanza, lugares de recreo. En fin, comodidades para la familia, de manera que las oportunidades de la gran ciudad las tuviera el posible emigrante en Alcázar. La infraestructura fundamental del proyecto era el polígono Alces, que si bien estaba construido, al haberse implantado en otras poblaciones no produjo el efecto de despegue económico esperado. </div>
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Las industrias locales hicieron el esfuerzo de ser punta de lanza y comenzaron a trasladarse al polígono. La primera fue la “Fábrica de Guantes López”, la segunda la comercial Agrovin. En marzo del 68 la fábrica de guantes con 60 o 70 obreros, en su mayoría mujeres, abría sus instalaciones en el polígono. Una industria que daba mucho trabajo a domicilio y procesaba otra parte en la factoría. Propiedad de Antonio López López exportaba buena parte de su producción a América y Europa.</div>
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En alimentación INTOMA, (Industrial tocinera manchega) con sus gorrinos sonrientes, se encandilaba a grandes y chicos con el slogan de moda: “Siempre que embutidos coma, exija la marca Intoma”. El pueblo caminaba hacia el modelo de ciudad industrial y de servicios, Precon, Macosa, la Montijana, Carrazoni y otros talleres. Los ciclomotores Torrot desde Casa Moreno, (sin carnet ni impuestos) llenaron las calles, caminos y campos de labrantío con sus aguaderas cargadas con el hato, el azadón y las podaderas. Talleres Barco, Calvo, Autoagrícola, Clemente Bonardell Álvarez de Lara, al frente de los vehículos Renault, Silesio</div>
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Copado de los Citroen…</div>
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Los jóvenes de 1968 en Alcázar tenían importantes inquietudes y expectativas, el crecimiento de los centros educativos y las oportunidades de empleo eran sus prioridades. Por eso fue fundamental la inauguración de la Escuela de Maestría. El éxodo rural y la emigración a Europa eran claves para el mantenimiento de una paz social que daba las primeras muestras de una modesta sociedad de consumo (motorización, construcción masiva de viviendas). Se planifican en 1968 las 100 primeras viviendas de la cooperativa Jordana de Pozas. </div>
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El ascenso social se veía como una posibilidad al alcance de muchos por la generalización del acceso al sistema educativo. Algunos jóvenes tenían como objetivo ser voluntarios en el servicio militar en ferrocarriles, con la esperanza, la mayoría de las veces conseguida, de entrar a trabajar a continuación en RENFE. Otra buena parte se interesaba en un modelo similar en MACOSA y otros se enrolaban como voluntarios en el servicio militar, prestando al menos tres años y pretendiendo aprender allí un oficio.</div>
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Pero aunque estas formas de integración a la vida activa eran muy admiradas, no eran las únicas; muchos se incorporan como aprendices a las pequeñas industrias y talleres locales. De botones a la banca, o de “chico” a los comercios. Solo muy pocos tenían la expectativa de continuar estudios y la vía fundamental para estos, que en muchas ocasiones alternaban con el trabajo, fueron las universidades laborales: Sevilla, Vigo… </div>
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Indudablemente unos pocos se incorporaban a la universidad, casi en exclusiva a la Complutense madrileña, con el consiguiente desplazamiento a la capital. En el caso de las jóvenes, que compartían inquietudes con ellos, la vía principal fue la del trabajo a domicilio de grandes empresas, principalmente de confección y de manipulación. Algunas empresas locales contribuyeron a ello como las de los guantes, los frutos secos, material de papelería…. en septiembre todos cortaron la uva y en general aquella juventud se fue apartando de las tareas agrícolas hacia otras urbanitas.</div>
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Pero llegado el fin de semana el objetivo común de chicos y chicas era divertirse como correspondía a los españoles de los años sesenta: deporte, música, discoteca… Fue un momento de intensidad de la vida juvenil y muchos alcazareños se lanzaron al mundo de la música, abandonando la música popular de tunas y rondallas por las guitarras eléctricas y el nuevo estilo. El mayor exponente local de 1968 fue el “conjunto” Lunik V, que ganaron un festival nacional de música joven, que entones se celebraba con mucho prestigio en Quintanar de la Orden.</div>
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La intensa vida social juvenil atraía a jóvenes de la comarca, y a la vista de ello se abrieron también locales de ocio. Se cerraba 1968 como tradicionalmente se hace en Alcázar con la celebración del Carnaval y aquel año llegó, como regalo, la apertura de la sala de juventud “Boys Club”. Aquel acontecimiento trajo mucha polémica entre la misma juventud, por no referir la que se produjo con otros grupos de edad. Ir al “Boys” era prueba de perversidad y los jóvenes se debatían entre la curiosidad y el “pecado”. Incluso algunos grupos sociales prohibían a sus descendientes pasar por la calle en la que se abrió la discoteca.</div>
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La vida deportiva se centraba en el ciclismo con el paso de la XXIII vuelta a España que se disputó al final de abril y hasta el 12 de mayo. Alcázar fue la meta de la novena etapa. Pero tampoco quedaba ajena a la ebullición social de aquellas fechas; en la etapa XV, Vitoria-Pamplona, acabó por suspenderse: había estallado una bomba en la carretera destrozando el firme. Una acción de ETA buscando la visibilidad internacional. En septiembre se celebró la XXV vuelta Ciclista a Alcázar, dos ediciones más antiguas</div>
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que la nacional.</div>
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Algunos jóvenes en Madrid comenzaron a militar en células comunistas, organizadas en la cercanía personal. No había reuniones, solo paseos con un contacto que poco a poco informaba al nuevo día a día. La subsistencia del PCE era clandestina. Los pocos resistentes hacían discípulos de uno en uno. A veces se comía en casa del contacto, juntos: la familia y los discípulos. Siempre en el número de comensales capaces de sentarse a la mesa de un piso familiar. En las conversaciones no se entendían las noticias que llegaban de París. ¿Por qué las acciones de aquel jovencísimo Dany el Rojo, y unos cientos de universitarios, tenían más repercusión que las de la izquierda clásica francesa como PCF? y aun menos, las de la primavera de Praga poniéndose en tela de juicio la intervención soviética.</div>
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Algunos aventureros mayores de 18 o 20 años, fueron capaces de viajar a París, con un itinerario vertiginoso. Primero a San Sebastián y desde allí en un tren de vía estrecha que transportaba trabajadores, se cruzaba la frontera. No había controles. Luego era otro tren a París y un teléfono memorizado que al llamar te enviaba a un local público. Allí se esperaba casi un día a un contacto que te trasladaba a la estación de Lyon, para subir a otro nuevo tren camino de un pueblecito cercano. Al llegar, un español de los viejos republicanos asentados en Francia te solía ir a buscar. Entonces venía lo difícil. ellos querían saber todo lo que había en España, eran cien preguntas por minuto y esto estimuló a muchos para volver con mejores respuestas. El viaje de vuelta era un hervidero de cabeza: “sed realistas, pedir lo imposible”, “la imaginación al poder”, “están comprando tu felicidad, róbala”…</div>
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El titular que en el ABC del 16 de mayo de 1968 tiene el artículo de Matilde Pomes dice “Españoles en París”. Relata la visita de un grupo de alcazareños a París el 23 de abril a la biblioteca de España. Se trataba de conmemorar la muerte de Cervantes con un recital de música del siglo XVI y XVII, organizado por Domingo Parra. Se presentaba a la cantante Mary Monreal muy elogiada por la periodista, acompañada de tres guitarristas y la pareja de baile de Recesvisto Casero con Loli Ruiz. Todo ello con un marcado deje provinciano, mucha buena voluntad, la entrega de la encantadora Josita Hernán, y sin publicidad. Resultó una convocatoria quijotesca, temeraria y enternecedora, que sorprendió agradablemente a los espectadores dice la periodista.</div>
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Esperando que no fuera la única vez que visitasen París, agradeciendo el regalo de pequeños yelmos de Mambrino y el satisfactorio espectáculo que dirige don Domingo Parra. Aquel día recibió el sobrenombre de Maese Nicolás: el barbero del Quijote.</div>
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El sindicalismo de clase, en el Alcázar clandestino, tenía personas de CNT y UGT y por la nueva central CCOO. Históricos militantes prestaban libros, guardados años con celo, a los jóvenes y ávidos lectores. Junto a estos grupúsculos de jóvenes sin definición, se reunían pandillas de amigos donde junto a la música, las inquietudes sociales eran el tema predominante. Incluso organizaciones socio religiosas, no solo recibían, sino que se esforzaban por incorporar y formar jóvenes en valores humanos.Por ellas pasaron muchos de los que han sido activos progresistas, teniendo responsabilidades de todo tipo en la España constitucional.</div>
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No podemos datar con veracidad el funcionamiento de ningún grupo formal en Alcázar, solo pequeños grupos de amigos, incluso de profesiones y ámbitos distintos, se reunían en la mayor discreción, en las quinterías del término municipal. Nunca eran más de seis personas, que ya era tumulto. Siempre encima de la mesa comida y bebida en abundancia y un número corriente de El Arriba. En la puerta con un “zalandro” de pan en la mano, vigilaba uno de los chicos jugando al balón; su función era vigilar quien venía por caminos y “peazos”, para avisar a los de dentro. La conversación giraba alrededor del recuerdo personal y familiar, de</div>
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las vidas en la república, de los sucesos de la guerra y la posguerra. En contadas ocasiones, se comentaba algún suceso de Madrid, alguna medida del Consejo de Ministros o del proceder de las F.O.P. Una vez un alcazareño aventurero que vivía regularmente fuera, vino con una octavilla en la cartera; en realidad no la traía en la cartera, la trajo en una cartera interior de tela que había cosido su mujer en los calzoncillos. Después de leerla, su portador la quemó en la lumbre y hasta que no quedó consumido no se movió nadie del corro. En el pueblo, el sitio de reunión era la tasca “la Campera”. Mientras que en París los estudiantes se rebelaban en mayo del 68, en España, una dictadura franquista, aún fuerte, hacía frente a la independencia de la colonia africana de Guinea Ecuatorial a instancias de la ONU.</div>
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En el XIII Festival de la Canción de Eurovisión de 1968, España iba a enviar como representante a Serrat para que cantara el tema "La, la, la", pero TVE le retiró del certamen, ya que pretendía cantar en catalán. TVE decidió enviar a Massiel ganando el concurso. Por otra parte está la curiosa historia de Amparo Rodrigo, que trabajaba en una fábrica de pasamanería y se convirtió en Miss España. Se presentó a Miss Mundo en noviembre de 1968, pero se retiró del concurso debido a las declaraciones en contra de España de la representante de Gibraltar. Tras su renuncia, enviaría una nota, escrita de puño y letra, a los medios de</div>
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comunicación explicando los motivos: "Siento mucho la declaración que hizo Sandra Sanguineti, Miss Gibraltar, en la que dijo que el hecho de que Miss España participara en el concurso de Miss Mundo suponía que España admitía el Peñón como territorio británico. Yo vine a este concurso de belleza con el solo espíritu de "fair play". La declaración de Miss Sanguineti es completamente política y por eso no tengo otra alternativa que retirarme".</div>
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En España no se pasó de huelgas y manifestaciones reprimidas, que los grupos de izquierda procuraron conectar con las movilizaciones universitarias que se estaban produciendo, y que en algunos casos mantenían algún tipo de contacto internacional con jóvenes españoles presentes en París, Checoslovaquia…Los actos que alcanzaron mayor impacto, fueron los planteados conciertos de Raimon en mayo en la Universidad Complutense de Madrid, que ya venía siendo muy activa desde unos años antes, en los que por el apoyo a las movilizaciones estudiantiles fueron expulsados de sus cátedras Tierno, García Calvo, Aranguren.... Otros actos fueron encierros sin repercusión o los saltos para cortar el tráfico, disueltos inmediatamente por la policía. La difusión de lo que pasaba en el extranjero conllevó al cierre de cuatro meses del vespertino “Madrid”, ya bajo la dirección de Antonio Fontán que luego fue padre de la Constitución, activo ministro, etc. sin perder nunca su relación con el Opus Dei.</div>
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La entrada de la Policía en la Sorbona el 3 de mayo de 1968 para desalojar a unos 300 estudiantes, reunidos para protestar contra el cierre de otra universidad, la de Nanterre (afueras de París), fue la chispa que prendió el movimiento que, desde hace 50 años, pone en jaque el sistema social predominante. Cuando hoy se mira a 1968, se mira hacia un fenómeno internacional con epicentro en el mayo de Paris, pero que repercute en diversas escalas en casi todas las partes del mundo. Podríamos decir que fue un coletazo final de la II Guerra Mundial, la guerra fría y la autodeterminación de las colonias…. se sintió especialmente en Praga, Mexico. La protesta contra la guerra de Vietnam fue un símbolo, para EEUU, y tuvo réplicas inmediatas en la Italia del 69, y la gran Bretaña de los primeros 70. Incluso se interpreta su influencia sobre los grupos armados como el Ejército Rojo alemán de Meinhof y Baader, las Brigadas Rojas italianas, el nuevo IRA, la ETA, o movimientos armados latinoamericanos. Incluso podríamos alargar su influencia hasta el 15 M madrileño. Sus signos pasaron por la presencia estudiantil, muchas veces, como punta de lanza, con métodos asamblearios y de participación ciudadana. La ocupación de universidades, fábricas o calles. Sus reivindicaciones, que se iniciaban por problemas concretos, terminaban haciéndose genéricas, demandando la solidaridad y conexión con otros grupos, y con tintes autogestionarias. Acciones que conectaban con planteamientos de los pensadores de referencia de aquel momento: Althusser, Sartre, S. Beauvoir, Marcuse, Adorno, Heidegger, Fromm, Paulo Freire… Che Guevara mártir del 67, que se convirtió en un símbolo del mayo. Se considera al movimiento del 68, y sus formas de entender el mundo, como punto de partida del aislamiento social y el cambio de costumbres, el cambio de costumbres sexuales, y relaciones interpersonales, la liberación de la mujer, la alteración de la autoridad, la generalización de las drogas, el menosprecio de la ética del trabajo…</div>
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La crisis de formas de vida y pensamiento estaba en las preocupaciones de muchos. La Iglesia Católica trataba de actualizar su relación con los fieles en el Concilio Vaticano II con cambios en los ritos litúrgicos, los curas obreros, la teología de la liberación… </div>
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El protagonismo del mayo pertenece a grupos pacifistas, feministas, homosexuales, ecologistas, culturales y artísticos. No hay razón para dudar de la honestidad con la que Daniel Cohn-Bendit, “Dany el Rojo”, con 23 años defendía en aquel Paris del 68 el socialismo libertario, se crecía por el vigor de la insurgencia del movimiento estudiantil y obrero francés. Atacaba a las instituciones que se desestabilizaban bajo la dura movilización popular. De aquellos mimbres quedan lemas como “La imaginación al poder”, “Prohibido prohibir”, “Seamos realistas, pidamos lo imposible”...</div>
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<span style="text-align: right;"> Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</span></div>
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Foto: Archivo Municipal</div>
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MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-84712395300946592712020-06-02T22:04:00.001+02:002020-06-03T16:22:34.814+02:00<div style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
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<h2>
<b>ESCUELA DE APRENDICES DE MACOSA</b></h2>
<b><br /></b>
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<h3>
<b>Desde mi Kiosco. VI. Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</b></h3>
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-pHedC4lcM-I/XtawFE6pdJI/AAAAAAAABNk/63g9GOM6R-QSwqRZ5KeS99nQwTxASVDTwCLcBGAsYHQ/s1600/APREND%257E2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1132" data-original-width="1600" height="282" src="https://1.bp.blogspot.com/-pHedC4lcM-I/XtawFE6pdJI/AAAAAAAABNk/63g9GOM6R-QSwqRZ5KeS99nQwTxASVDTwCLcBGAsYHQ/s400/APREND%257E2.JPG" width="400" /></a></div>
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…y al volver la vista atrás</div>
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se ve la senda que nunca</div>
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se ha de volver a pisar…</div>
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Antonio Machado nos apuntaba con estos versos la ilusión del poeta y del hombre racional, moderno y comprometido con su entorno y el futuro de la humanidad. No volver a pisar una senda pisada, era y es no volver a repetir los mismos pasos, en lo personal y en lo social. Pero esta, como otras muchas ilusiones del poeta que le llevaron a tierra extraña, se ha visto truncada repetidamente en la última centuria.</div>
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De hace ahora 100 años, es decir cuando comenzaba a declinar la acción bélica de la Gran Guerra (1914-1918), son buena parte de los problemas del mundo actual. Nunca se resuelven los enfrentamientos humanos y cada acción por pequeña que resulte, es un desencadenante de procesos irreversibles. Woodrow Wilson, el presidente americano impulsor de la Sociedad de Naciones, dijo poco después «Les prometo que esta va a ser la última guerra, la guerra que acabará con todas las guerras». De ilusiones, dicen las abuelas manchegas que, también se vive. Así debe ser, los jóvenes de la Europa de los años cuarenta recogieron el espíritu que, H. Leip insufló a su poema del soldado que estaba de guardia en el cuartel y la luz del farol, escrito en las trincheras de la Gran Guerra. Siendo el origen de Lili Marlen.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
España acababa de salir de su contienda y, de nuevo, las heridas abiertas de la Gran Guerra sangraban en la Segunda Guerra Mundial. Muchas fueron las necesidades de producción de aquellos años y en Alcázar de San Juan se instaló una factoría de trabajos industriales: Los Devis. “Antiguos Talleres Girona-Devis”.</div>
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Con el tiempo se transformó en MACOSA, “Material y Construcciones S.A.” una industria con varias funciones: dedicada a recoger bajo un control laboral y reeducativo a muchos disidentes, revitalizar la economía del centro de La Mancha, reconocer la importancia estratégica y de apoyo a la Nueva España de Alcázar de San Juan y, sobre todo, reconstruir España; en este caso con material ferroviario y material metálico para grandes obras públicas, eso que llamaron, caminos, canales y puertos.</div>
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Fue un proyecto imponente de producción y reeducación, en el que la mayoría de sus productores, una media de 300 permanentes, sintieron el paternalismo empresarial y los métodos de producción más vanguardistas del taylorismo americano.</div>
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¡Que bien vivís los que tenéis economato! La aparición del economato, la escuela de aprendices, una vida social y cultural de la empresa, el sistema de ayudas entre los trabajadores o las atenciones personales, reyes magos para los niños, deportes para todos, excursiones para las familias, biblioteca, descuentos en locales de ocio alcazareños, descuentos en comercios de moda, electrodomésticos… O escuela nocturna de los trabajadores para ascender dentro de la empresa, fueron cercando una visión particular del entorno por los trabajadores de la factoría.</div>
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Incluso la empresa pensaba en los hijos de los productores, que ya mozalbetes de los sesenta y los setenta, descubrían una nueva forma del ver el mundo. Para ellos habían creado la “Escuela de Aprendices”, verdadera entidad de enseñanza académica y profesional, a la que se accedía por riguroso examen y en la que se reservaba un cupo para los hijos de los productores. Allí se estudiaba algo similar a los bachilleratos de la época y se aprendía un oficio, en un ciclo de tres años. Por lo general el último año se hacían prácticas en los talleres y con este sistema se incorporaban al trabajo nuevos productores.</div>
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El sistema permitía la realización de prácticas tanto en la factoría alcazareña, como en factorías y empresas extranjeras a las que se accedía mediante convenio. Los “aprendices” fueron entonces una casta alcazareña incluso de más interés social que la de los “prácticos” ferroviarios. Ambas fueron las dos formas de acceso, laboral y social, que tuvieron los hijos de las familias obreras alcazareñas entre los años cuarenta y setenta.</div>
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Los recién aparecidos locales juveniles como el Boys Club entre otros, y la ocupación de las tabernas y bodegas de la calle del ferrocarril y la puerta Cervera, entre otras, fueron sus mecas y sus nidos de operación, tanto en lo correspondiente al lirismo de la juventud, como a las inquietudes sociales. Aquellos jóvenes “aprendices” lo aprendieron todo, fueron conociéndose y comprometiéndose con aquello que más les interesaba. Muchos abandonaron MACOSA y desarrollaron su vida en ámbitos relevantes de carácter institucional, social, empresarial, universitario… Incluso buena parte en el sector educativo, integrándose en el nuevo modelo de escuelas de Maestría o centros de Formación Profesional que comenzaban a aparecer.</div>
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Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</div>
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Foto: Archivo Municipal</div>
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Diario YA, Santos Yubero</div>
MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-55076982293762849582020-05-28T22:11:00.002+02:002020-06-03T19:36:49.017+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<h2 style="text-align: center;">
EL RALLY DE ANDORRA</h2>
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<h3 style="text-align: center;">
<b>Desde mi Kiosco. V. Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</b></h3>
<h2 style="text-align: center;">
</h2>
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<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-8SgFRkGs9g0/XtAZ4fPf3SI/AAAAAAAABG0/7jFNOo1jGeUzKfXM7mSSbD_1jIh26_GPgCLcBGAsYHQ/s1600/2%2Brally%2Bde%2BAndorra.%2Bmes%2Bdic%2B17.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1043" data-original-width="1600" height="260" src="https://1.bp.blogspot.com/-8SgFRkGs9g0/XtAZ4fPf3SI/AAAAAAAABG0/7jFNOo1jGeUzKfXM7mSSbD_1jIh26_GPgCLcBGAsYHQ/s400/2%2Brally%2Bde%2BAndorra.%2Bmes%2Bdic%2B17.JPG" width="400" /></a></div>
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<br />
<br />
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<div style="text-align: justify;">
<b>L</b>a década de los años sesenta abre un nuevo período en la vida de Alcázar de San Juan. Circunstancias internacionales y locales la llevan a ello. Si bien poco antes de nuestra instantánea habían desaparecido grandes personajes de la época, como la rubia Marilyn Monroe o el presidente Kennedy, a la vez surgían otros elementos que marcaron la década. Los soviéticos enviaron al espacio a la primera mujer, Valentina Tereshkova. Luther King abanderaba el movimiento sobre los derechos humanos, recibiendo este mismo año, 1964, el Nobel de la Paz. Los hippies quieren cambiar el mundo, cuando los Beatles cambian el espectáculo, la música y buena parte de los valores de los jóvenes. El movimiento Contracultural se desperezaba en las metrópolis españolas y Alcázar, tan cerca de Madrid, recibía información de “los niños flor”, surgiendo la duda sobre las formas tradicionales de autoridad.</div>
<div style="text-align: justify;">
Es un disgusto que en esta imagen no podamos ver los kioscos del paseo de la estación, a los que llegaban las publicaciones y revistas más vanguardistas de la prensa española. Pero Alcázar vivió con mucha intensidad aquellos años. El paseo de la estación olía a gasolina (la del surtidor que tampoco aparece en la foto), sonaban las primeras coplas pop y las guitarras eléctricas. Corría el verano de 1964 y seguramente Paulino salió del estudio de Marlo-Foto en el mismo paseo de la estación, para hacer varias instantáneas de este “Rally de Andorra” que tuvo lugar en abril, convirtiendo la población manchega en un pueblo que buscaba el “sueño americano”</div>
<div style="text-align: justify;">
El Cine Mara era la terraza de verano más popular de aquellos años, en competencia con la Delicias y la del Crisfel, ambas de la familia Cenjor, que aquel año, hacía solo unos meses, cumplía una de sus grandes ilusiones, abriendo en la parte baja de la población el Cine Cenjor. Lamentablemente solo subsistió unos pocos años. La terraza Mara ocupaba la parte de atrás de los edificios de la acera que se ve en la foto, en un enorme corralón alargado, que casi llegaba a las mismas vías del tren. Por esta portada se accedía al final de la sala y a su derecha se desplazaba esta con la pantalla al fondo. Los alcazareños y alcazareñas visionaron allí con suspiros, estruendos y voces, a los grandes artistas de entonces: Anthony Quinn en “Los cañones de Navarone”, “El coloso de Rodas” donde aparece el galán español Conrado San Martín, entre otros artistas nacionales, junto al americano R. Calhoun o la italiana Massari. Eran cintas de carácter histórico, bíblico, de aventuras o de amor.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pegado al cine, camino de la estación, se observa una zona de bares y hoteles, que quedan disimulados detrás de la fila de espectadores. El valor de los veinte corredores participantes en el rally del paseo atraía la atención de todos. Jóvenes, industriales, viajeros del tren y de los autobuses que andaban por el paseo, mujeres, chicas jóvenes, algún agricultor que no quería desprenderse de su blusa, guardias civiles, chiquillería y empleados de los locales. Unos asomándose desde los balcones y otros en primera línea de la prueba. Entre ellos, y en el abandono de las barras de los bares, algunos camareros. Miguel con su mandil y Joaquín Román, en chaquetilla blanca, ambos del bar de “Los Alaminos” que dejaron la puerta de par en par. Por la parte del bar “El Jaro” no salió nadie a primera fila, pero estaban observando detrás con un ojo en el Citroën y otro en los bocadillos, que por la posición del sol vemos que era una hora propia para un avance.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esta acera como la de enfrente, estaba bien surtida de locales de hostelería y hospedería. Aquí se ve la fonda Úbeda que como pensión anunciaba sus camas y comidas. A la derecha de la imagen vemos un edificio de tres plantas de cuidada y decorada fachada, en el mismo sitio por el que años antes accedían a los andenes los viajeros de la estación. Este fue el hotel Raboso, que ya estaba en plena decadencia en este año. Fue un hotel al que acudieron los visitantes de Alcázar cuando desde Madrid se venía a La Mancha con la intención de conocerla y documentarla, actores y artistas de todo tipo recalaban con frecuencia. El Crisfel era el único teatro de la Mancha y atraía público de Madrid, periodistas, escritores, altos cargos, fotógrafos, empresarios, toreros y aventureros de todo tipo. Este mismo año visitó Alcázar el fotógrafo Alfonsito (Alfonso Sánchez Portela), uno de los hijos del histórico Alfonso, que como depurado perdió su carné de periodista, ejerciendo solo como fotógrafo. Alfonsito junto a un grupo de amigos madrileños y de la capa española, visitaba Alcázar para conocerla, comer, fotografiarla y hacer tertulias literarias, decían los cronistas de la década.</div>
<div style="text-align: justify;">
Alcázar en la lejanía de la Puerta del Sol y en la cercanía de un rato de ferrocarril, con buenas posibilidades para comer, dormir y divertirse, era un lugar predilecto de un numeroso grupo de activistas madrileños, que en la mayor discreción se acercaban a La Mancha y a sus asuntos. Es imposible averiguar si estas visitas u otras causas transformaban las costumbres locales tan arraigadas, pero éstas se transformaban rápidamente. No solo eran las costumbres juveniles, como ejemplo diremos que los entierros dejaron entonces de despedirse en la Puerta Cervera, comenzando a hacerlo en las parroquias. Entre este bullir, los asesores del Real Madrid de baloncesto, que venían a los juegos locales, escogieron a Vicente Paniagua Logroño, al que incorporaron a su plantilla, después de hacerle unas pruebas y ahora Alcázar lo homenajea.</div>
<div style="text-align: justify;">
El hotel Raboso desapareció poco después, pero de su vida quedan muchas cosas que contar. El ganadero alcazareño Laurentino Carrascosa, que desde joven tuvo intención taurina, faenó muchas veces en los pueblos de la zona y como en su casa no eran conformes con su afición, utilizaba el Hotel Raboso para vestirse de luces y salir a los festejos como novillero y como matador. En sus tertulias con mucha gracia se ganaba la admiración de los asistentes, y el compositor Jaime Teixidor le dedicó el famoso pasodoble “Carrascosa”. Luego dejó las faenas y su organización para centrarse en su ganadería desde 1957. Al pasar el hotel de unos dueños a otros, en su última etapa se conoció como hotel Pecker, estando a cargo de esta familia radiofónica en sus últimos días.</div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</div>
<div style="text-align: right;">
Foto: Archivo Municipal</div>
<div style="text-align: right;">
Antonio Martínez</div>
<br />
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<br />
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<br />MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-50503859147548887692020-05-28T21:56:00.000+02:002020-06-03T19:36:37.633+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="clear: both; text-align: center;">
</h4>
<h2 style="clear: both; text-align: center;">
BODEGAS LOIDI Y ZULAICA</h2>
<h3 style="clear: both; text-align: center;">
<b>Desde mi Kiosco. IV Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</b></h3>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-ZIHe_0BKJpU/XtAWwGX6lLI/AAAAAAAABGo/mqFPrD1Dul0PEUWsxTJKX3jtBDaPEkqxgCLcBGAsYHQ/s1600/Copia-de-1-bodega-Loidi-y-Zulaica-kiosko-nov-17.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1047" data-original-width="1600" height="261" src="https://1.bp.blogspot.com/-ZIHe_0BKJpU/XtAWwGX6lLI/AAAAAAAABGo/mqFPrD1Dul0PEUWsxTJKX3jtBDaPEkqxgCLcBGAsYHQ/s400/Copia-de-1-bodega-Loidi-y-Zulaica-kiosko-nov-17.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b><span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></b>
<b><span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></b>
<b><span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></b>
<b><span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></b>
<br />
<span style="font-size: 26.6667px;"><span style="font-size: 20.0pt;"></span></span><br />
<b><span style="font-size: 20.0pt;">A </span></b>mediados
del siglo XIX los viñedos franceses, entre otros, fueron infectados por una
plaga de insectos, que había llegado de América y se extendió por toda Europa.
De esta manera el tradicional comercio de vinos de Francia, se resintió durante
muchos años, perdiéndose la producción y teniendo que replantar todas las
vides. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La
característica acida de las tierras de la región de La Mancha, fue suficiente
para que la larva de la filoxera, no encontrara oportunidad en ella. De esta
forma se detecto que la vid en este territorio producía buena uva y buen vino,
sin merma alguna por el insecto. Desde el año 1854 el ferrocarril había llegado
a Alcázar de San Juan, estableciendo de esta manera una importante puerta de
transporte masivo, fácil, rápido y seguro. Desde 1858, la vía enlazaba con
Madrid y con la ciudad portuaria de Alicante. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Con esta
situación respecto al cultivo y la facilidad de envió a las ciudades punto de exportación, solo quedaba
la intensificación de la producción tanto en el campo como en las bodegas.
Algunos empresarios de aquellos años, fueron conscientes de esta realidad y
entre ellos D. Francisco José de la las Rivas y Ubieta, “Marques de Mudela” que en 1872, se instalo en unos terrenos
junto a las vías del tren, de modo que consiguió que su bodega tuviera su
propia entrada de la vía y así desde allí mismo salían los trenes llenos de
cubas y transporte de vino que circulaban por las vías de la compañía mas
prospera del momento, la M.<span lang="ES-TRAD">
Z. A. “Madrid Zaragoza Alicante”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD">Más adelante fueron otras muchas
las bodegas que se instalaron en Alcázar de San Juan, con capitales
provenientes de la nobleza o de las tierras portuarias y mas industrializadas e
incluso algunas, ya mas tardías con capitales originarios. Entre ellas fueron
muy populares las bodegas de</span> de Julián Prats, Comas y Cía, Santiago Ortiz, Emiliano Horubia, todos
empresarios que se instalaron en Alcázar en relación con las oportunidades que dieron el ferrocarril y
al desarrollo que estaba experimentando la ciudad por al comercio del vino. De
entre las iniciativas locales fueron muy destacables por su volumen de negocio
las bodegas de García Baquero, Coca o Peñuela, entre otros. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En la
fotografía presentamos el patio grande de la bodega Loidi Zulaica S.A que estuvo situada en la actual calle Marques
de Mudela, hoy no quedan restos de su antigua edificación. La bodega procedía
de San Sebastián, aun en su puerto existe un edificio donde se reseña su nombre
con grandes letras de ladrillo. Se instaló en Alcázar de San Juan en 1885. <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on">La Sociedad</st1:personname> era propiedad, a
un 50%, del Sr. Loidi y otro de José Antonio Zulaica. Su producción
principalmente era para la exportación al extranjero, como al resto de España.
Fue una de las instalaciones de mayor nivel tecnológico durante muchos años y
como ejemplo citamos que disponían de un aparato de producción de mosto
concentrado. </div>
<span style="font-size: 12pt;">La fotografía se tomo un día importante para la bodega, con la visita de
sus propietarios, cada uno con su sombrero y su bastón en sendos lados de la
imagen. Fueron acompañaos por las autoridades municipales de aquel momento y
entre ellos los trabajadores de la bodega entre los que destacan mujeres y
chicos.</span><br />
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</div>
<span style="font-size: 12pt;"></span><br />
<div style="text-align: right;">
Foto: Archivo Municipal</div>
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-53862818023400177882020-05-27T22:28:00.000+02:002020-06-03T19:36:30.484+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<h2 style="clear: both; text-align: center;">
<b><br /></b></h2>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="text-align: start;"><b>EL CENTRO SECUNDARIO DE HIGIENE RURAL</b></span></h2>
<h3 style="text-align: center;">
Desde mi Kiosco. III<br />
Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</h3>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-0BG0AV-dir8/Xs7Mfd6ph1I/AAAAAAAAA_Y/FDFriVCDAdwnt9QKA_ceExW0pI-iy3sCwCLcBGAsYHQ/s1600/4%2Bcentro%2BHIGIENE%2BRURAL%2Bfebrero%2B18.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1593" data-original-width="1600" height="395" src="https://1.bp.blogspot.com/-0BG0AV-dir8/Xs7Mfd6ph1I/AAAAAAAAA_Y/FDFriVCDAdwnt9QKA_ceExW0pI-iy3sCwCLcBGAsYHQ/s400/4%2Bcentro%2BHIGIENE%2BRURAL%2Bfebrero%2B18.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
EL CENTRO SECUNDARIO DE HIGIENE RURAL<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
No hemos tenido los alcazareños la curiosidad de registrar los fenómenos climatológicos con precisión y mucho menos los sanitarios, pero en la memoria hemos guardado algunos retazos de otros tiempos.</div>
<div style="text-align: justify;">
En la década de los años sesenta del siglo XX, el mes de febrero era un mes frío, muy frío, en el que comíamos rosquillas de San Blas con la seguridad de que su ingesta cuidaría de nuestra garganta todo el año. Esto daba mucho ánimo local, animando a las salidas al campo en las tardes de merienda, de Santa Águeda y Santa Apolonia. Poco después se llenaban de pacientes las salas del Centro Secundario de Higiene Rural. Situado en la calle de Mediodía, por si alguien tiene duda, era un edificio que ocupaba el solar donde ahora se encuentra el edificio de los juzgados. Creemos que se abrió en la década de los cuarenta por iniciativa municipal con la aportación del edifico y materiales. El personal estaba a cargo del Estado.</div>
<div style="text-align: justify;">
En los primeros momentos de la sanidad española se debe mucho al ciudadrealeño José Castillejo desde la J.A.E. de la Institución Libre de Enseñanza y a la americana fundación Rockefeller.</div>
<div style="text-align: justify;">
No obstante, el modelo de Centros Secundarios de Higiene Rural nació en 1932 de la mano de Marcelino Pascua Martínez (1897-1977), primer Director general de la Sanidad republicana y antiguo alumno becario de la fundación Rockefeller. Era un modelo intermedio entre los primarios, en los pueblos pequeños, situados en pueblos muy pequeños y el terciario en las capitales de provincia. Fue un proyecto seguido por el nuevo estado en los años cuarenta incorporando nuevos pueblos.</div>
<div style="text-align: justify;">
El de Alcázar, que recibía pacientes de toda la comarca, cumplía la doble función de prevención, muy al tanto de la detección de ciertas enfermedades, como la temida peste blanca (tuberculosis). En la función de asistencia contaba en su primera etapa con consultas de tisiología (tuberculosis), puericultura y venéreo; sus pacientes tenían a su servicio la sala de oftalmología, garganta y odontología, además de laboratorio, lo que da una idea de la situación sanitaria de aquellos años, que ya venía arrastrándose durante toda la primera mitad del siglo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Su primer director fue el doctor Rafael Huertas y el más recordado Manuel Hornos, al cargo de la consulta de tisiología muy visitada en los primeros años. Después estuvo al frente del centro entre mediados de los años cincuenta y los primeros setenta, momento en que se traslada al nuevo hospital comarcal (el hospitalillo), desapareciendo poco después el antiguo Centro Secundario.</div>
<div style="text-align: justify;">
En su segunda etapa se observaba otro tipo de asistencia, con la incorporación de las consultas del Instituto Nacional de Previsión, prestó servicios de medicina general, radiología, pulmón y corazón, digestivo, odontología, pediatría, oftalmología, ginecología, otorrinolaringología, oftalmología, traumatología, cirugía y servicio de laboratorio.</div>
<div style="text-align: justify;">
Junto al extenso cuerpo médico que atendió el centro en sus distintas fases, destacaron las enfermeras, especialmente en la primera época, Alejandrina, y en la segunda, Florentina, que como jefa de enfermería gobernaba el centro.</div>
<div style="text-align: justify;">
En la mayoría de las casas nos referíamos a aquel sitio como “los médicos”, y efectivamente era el lugar donde se pasaban las consultas médicas de la Seguridad Social. Además de estas, la mayoría de los profesionales tenían consultas privadas en sus casas donde se podía acudir, o bien a una consulta puntual con motivo de algún cuadro de enfermedad aguzada, o bien a consulta muy ordinaria. Siempre por el sistema de “igualas”.</div>
<div style="text-align: justify;">
Nuestra vecina Bienve, tenía varias igualas de médicos y practicantes, pero lo normal era que todas las familias tuvieran todos los meses el recibo “de los muertos” y los cuponcillos de las igualas del médico y del practicante. A veces había un cobrador de igualas que, en suplemento salarial, ganaba unas pesetas. Otras veces era el mismo practicante el que llamaba a la puerta para cobrar el cuponcillo. Llevaban una carterilla de cuero de tamaño de cuartilla y dentro los cartoncillos, uno por familia igualada con los doce cupones del año. Un mes se pagaba medio, otro uno entero y a alguna vez dos. La idea era tratar de estar al día. El cobrador o el profesional, con una puntualidad asombrosa, llegaba a las casas mensualmente, y las madres o las abuelas preparaban su cuota. El día 3 uno, el 6 otro y el 9 otro, cada uno llegaba en su día y a su hora. Pagado el cartón se pinchaba todos los meses en un alambre que solía estar colgado en la alacena o cualquier espacio cercano a la cocina, siempre a punto de ser consultado por la madre o la abuela como gobernantas de la casa.</div>
<div style="text-align: justify;">
El caso es que a mediados de febrero el Centro Secundario de Higiene Rural se llenaba de pacientes y acompañantes. Todos, los enfermos como tales y los acompañantes, armados de paciencia, esperaban horas y horas; a veces había que marcharse a comer y volver a la tarde para seguir esperando con paciencia el turno correspondiente.</div>
<div style="text-align: justify;">
A primera hora de la mañana se concentraban los enfermos en la puerta mientras que las vecinas de la calle barrían y regaban la puerta de sus casas. Tengo la fijación de alguna encintando el zócalo de la fachada. Los hombres buscaban el sol en el calor de “La Jarrilla” y otras tabernas de la Puerta Cervera. Se oían las máquinas de la carpintería y algunas mujeres se persignaban y se detenían ante la virgencilla de azulejo que estaba casi enfrente del Centro. Aun hoy se conserva este “exvoto” en la fachada de un edifico modernizado.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pasadas los 8, el señor Martín, el conserje, que vivía en una vivienda del patio interior del centro, venía con algún vecino y saludando a los concentrados abría la puerta. El frío de la calle no era comparable con el del interior con las paredes forradas de azulejos blancos, la pintura desconchada y los bancos de tablas de madera, que recogían a algunos pacientes en las salas de espera. Los chicos de aquellos últimos años sesenta, nos asomábamos al patio para ver a Urtain el perro boxeador, de mayor tamaño que nosotros, que se maneaba como dando derechazos y ladraba para saludar. Entonces comenzaba un concierto dirigido por el ladrido del animal, donde las toses, carraspeos,</div>
<div style="text-align: justify;">
arranques y todo tipo de sonidos de los pacientes hacían de instrumentos de aquella improvisada orquesta matinal de música de vanguardia contemporánea.</div>
<div style="text-align: justify;">
La segunda planta, a la que se accedía por una escalera que salía a la misma puerta para recibir a los enfermos, apenas se visitaba. Solo en alguna ocasión de enfermedad rara. Pero los chicos, mientras hacíamos la espera, nos escapábamos para encaramarnos allí a los bancos, abrir las ventanas e importunar al perro, que se cambiaba de sitio tumbándose al sol. No había nada nuevo para él, todos los días se repetía lo mismo. Los muy atrevidos se estiraban para coger algún melocotoncillo o alguna pera de los árboles frutales que adornaban el patio, pero si lo alcanzaban sus madres no le dejaban que se lo comiera, por miedo a que acumulara los “bichos” que decían los médicos que traían los resfriados, catarros y las gripes. Podían estar manchados de peste blanca.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando había que portarse bien, lo más prudente era mirar y remirar los carteles de la sala de espera, desde los bancos, sin moverse. Había dos que resultaban espeluznantes y llevaban la imaginación infantil a situaciones terribles mezcladas con los horrores que se comentaban en los corros de las casas. Estos, nietos de la guerra, tenían visiones médico-bélicas, seguramente acuciadas por las fiebres que les llevaban al lugar.</div>
<div style="text-align: justify;">
Uno de los carteles hacía referencia a la tuberculosis y sus terribles consecuencias; el otro, aparentemente dulce, era sobre los beneficios de la lactancia y llevaba las imaginaciones a la indeseable situación de la pérdida de la madre, el remanso de toda preocupación y dolor infantil. No tenían en aquellos momentos sentido alguno “Roberto Alcázar” ni “El Jabato”, que se caían en las terribles garras de aquella publicidad, de cuyos efectos entonces apenas se sabía nada. En ese sopor del miedo y la angustia, la enfermera pronunciaba la mayoría de las veces el nombre del padre como titular de la Seguridad Social y nuestra madre te levantaba y te entraba en la consulta sin que pudieras salir del ensimismamiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo mejor de ir a “los médicos” venía al final y no era que te dieran el palo con el que te miraba la garganta, ni un trago de jarabe dulce, ni la mirada afable de la enfermera, diciéndole a tu madre: “pero que guapo que está el nene, y que bien se cría”. No. Lo mejor era ya fuera del centro, cuando a tu madre le entraba el acelero de la hora y la falta de previsión de la comida. Entonces decía, “¡que tarde se nos ha hecho hay que comprar algo de carne para comer!” Pasábamos al despacho de la carne de caballo. Para mi era una suerte poder comer chicha del relincho. En fin cosas de aquellos años. Luego en el mismo itinerario se abrió “el congelado” y ya no era lo mismo, el riesgo era grande</div>
<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</div>
<div style="text-align: right;">
Foto: Enrique Samper</div>
<br />
<br />
<br />MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-33926817499675902212020-05-27T22:08:00.003+02:002020-06-03T19:36:00.920+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<h2 style="clear: both; text-align: center;">
<b>LA CASA DE SOCORRO. UNA EXPERIENCIA DE CINCUENTA AÑOS.</b></h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<h3 style="clear: both; text-align: center;">
<b>Desde mi Kiosco. II Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX</b></h3>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-AN3vaB1NiF8/Xs7FmM0QOkI/AAAAAAAAA_E/BUoVJSabb8Q1vi72dcujssGj1kK4DPE7ACLcBGAsYHQ/s1600/inmaculada034.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="928" data-original-width="571" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-AN3vaB1NiF8/Xs7FmM0QOkI/AAAAAAAAA_E/BUoVJSabb8Q1vi72dcujssGj1kK4DPE7ACLcBGAsYHQ/s400/inmaculada034.jpg" width="245" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Después de los años difíciles de la posguerra, con los nuevos gobiernos tecnócratas llegó una etapa de reindustrialización en la España centralista y periférica. En el caso de Alcázar de San Juan, pionera en La Mancha, se enganchó a aquel nuevo impulso social y económico que se vivió en los primeros momentos de los años sesenta.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Alcázar era ya un pueblo industrializado, y buena prueba de ello eran los trabajadores de las grandes empresas que llenaban con sus familias en la tarde de los domingos, los cines, locales y las cafeterías de Mirinda y bocata de calamares. Hasta tal punto se usaba una cierta soltura económica, producto del sueldo fijo, que los bares habían puesto de moda unas cortinas de entrada al local, hechas con hilos de alambre, que se recubrían a modo de cuentas con las chapas recogidas de las botellas de zumo o de los botellines de cerveza consumidos. Insisto en la idea de las chapas recogidas, porque los padres se llevaban en los bolsillos las chapas de sus correspondientes botellines para que sus hijos los forraran y construyeran equipos de fútbol, con los que utilizando un garbanzo como balón, jugaban a la tarde veraniega en los poyos de la calle, de sus casas, transformándose el poyo en campo de fútbol y los chicos de la calle en espectadores apelmazados por el frontal de la acera. A veces alguna prima seguía el partido desde el interior de la casa con las puertas abiertas de par en par, o incluso las vecinas mayores que se reunían en el portal para oír la novela de Luisita y Sautier mientras hacían guantes.</div>
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<a href="https://1.bp.blogspot.com/-qHIKqt02m3k/Xs7FrPhGJ8I/AAAAAAAAA_I/0pMwCW2KKNMATQPK0RMRkHy7YDWy7dMJgCLcBGAsYHQ/s1600/inmaculada035.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="935" data-original-width="626" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-qHIKqt02m3k/Xs7FrPhGJ8I/AAAAAAAAA_I/0pMwCW2KKNMATQPK0RMRkHy7YDWy7dMJgCLcBGAsYHQ/s320/inmaculada035.jpg" width="214" /></a></div>
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Pero no todo era candoroso y pacífico; todas las tardes había algún suceso incontrolado: alguna mujer se pinchaba con las tijeras o los palos de darle la vuelta a los guantes, o algún espectador del partido se caía en una carrera al ocupar un sitio predilecto para ver voltear el garbanzo en el aire. El caso es que alguna madre o abuela, muy enfadada y dando pescozones al objeto del suceso, salía corriendo por el camino de la Casa de Socorro. Una bendición que en la plazuela del muelle del mercado y el ayuntamiento estaba siempre abierta y atendía todo tipo de heridas a cualquier hora del día. Una plazoleta que ha pasado década tras década, sin nombre ni oficial ni popular. En sus tiempos fue la Plaza del Sol y después se quedó sin nombre y fue conocida por la referencia de las entidades allí establecidas, como la Casa de Socorro, Consermancha o el Centro Social.</div>
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La Casa de Socorro recibía al paciente que se identificaba a la entrada explicando él mismo o su acompañante lo que había sucedido; después se pasaba a la sala de espera o directamente a la sala de curas, donde el practicante asesorado por el médico de guardia, practicaba la correspondiente cura. La recomendación general cuando eran heridas domésticas o raspones de caídas en las calles y cosas así, que era lo normal, consistía primeramente en lavar la herida lo mejor posible y si era con agua y jabón mejor que</div>
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mejor. Ahora, ¡quién era el valiente que así lo hacía! Lo normal era echarle agua oxigenada a chorro, observando el correspondiente burbujeo y sintiendo el cosquilleo propio. Pero los practicantes muchas tardes, con el joven Andrés a la cabeza, tenían gran habilidad, limpiaban y curaban y en muchas ocasiones daban algún punto con la precisión de la maestra bordadora, que a los quince días no se veía señal.</div>
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Hecha la cura, puesta la venda incluida, a veces la inyección antitetánica… el accidentado volvía a su casa, con la madre, la tía o la abuela mucho más serena, recibido como un héroe y agasajado con una merienda opípara a la que contribuían todas las vecinas, incluso a veces con trago de Santa Catalina para que se le fuera el susto. El herido contaba con magnificación como era la Casa Socorro, con sus azulejos blancos, un penetrante olor a limpio y la simpatía de médico y practicante; lo raro que eran los instrumentos, el misterio de las vitrinas y la presencia de una cruz de hierro pintada en rojo sobre blanco, que era el símbolo de aquel pequeño hospital de día que asistía gratis y rápidamente a todo tipo de población.</div>
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Pero no todas las tardes eran así de sencillas. La Casa de Socorro que ya existía en Alcázar desde 1935 tenía mucho movimiento, los trabajadores de Macosa, RENFE, Precon... y los viandantes de la Estación sufrían accidentes con frecuencia que eran asistidos en las dependencias de la Casa de Socorro, que se dotó con sala de rayos X para poder estudiar situaciones concretas con rapidez. Cuando no había placas o estaba el aparato estropeado, que solía ser frecuente, se enviaba al paciente a la clínica Mazuecos que estaba bien dotada y tenía vocación.</div>
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De hecho, aunque las primeras iniciativas de abrir la Casa de Socorro alcazareña fueron a propuesta del concejal Abel Escribano, a la vista de la lentitud municipal, Rafael Mazuecos recién licenciado en medicina y cirugía, envió una carta al consistorio: “ofrezco al ayuntamiento la implantación inmediata de los servicios de Casa de Socorro, en mi clínica particular y departamentos anexos al servicio de cirugía. Esta prestación será gratuita, mientras mi capacidad económica lo permita”. Rafael Mazuecos junto a los médicos Jesús González Lizcano y Julio Pérez Guzmán, se hicieron cargo en esas condiciones de la Casa de Socorro durante años. ¿Era tal la necesidad de la Casa de Socorro? Se lo preguntaron muchos durante años, pero a veces la frialdad de los datos es clarividente y por eso los contamos ahora. En su primer año de funcionamiento se realizaron todo tipo de servicios. Atención de enfermedades hasta 455 casos, heridas y contusiones 686 casos, atención de accidentes, 79 fracturas, 67 esguinces, 44 extracciones de cuerpos extraños, 29 quemaduras y 45 heridas de armas de fuego, heridas de arma blanca 13 y partos 3. De todas las intervenciones 34 necesitaron de intervención quirúrgica urgente y hospitalización. Se hicieron 75 radioscopias y 28 radiografías. De todos estos 150 servicios fueron nocturnos. Es destacable el encargo de reconocimientos a personas por orden de la autoridad 127 adultos y 225 escolares. El paso del tiempo mejoró la atención pública de la sanidad local, con el seguro obligatorio que acogía a los trabajadores y sus familias, pero la Casa de Socorro seguía siendo fundamental. En la carpintería de la puerta Cervera, la serrería decían los jóvenes de allí, se trabajaba mucho y, algunas veces, les saltaron virutas a los ojos a los hombres de la sierra. </div>
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La Casa de Socorro estaba cerca, y allí estaba el médico y el practicante para extraer el cuerpo extraño del ojo, lavándolo con suero fisiológico y aplicando alguna pomada antibiótica sobre la herida para rematar la operación con colirio sedante y un apósito que tapaba el ojo al menos veinticuatro horas. Estos trabajadores agradecidos acercaban al día siguiente al practicante una garrafilla de vermú Celum y hacían mucha amistad con los sanitarios. Si el trabajador era de las empresas de metal, se le derivaba a la consulta del doctor Marcos que, como especialista, se ocupaba de salvar el ojo retirando la esquila. </div>
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En otra ocasión mi vecino Eduardito tuvo la mala fortuna de que, jugando a la “pídola” y haciendo de burro, perdió el equilibrio, con tan mala fortuna que cayéndose sobre el brazo derecho se fracturó el radio y el cúbito. Su madre que había sido asistida en el parto de su hija menor por la Casa de Socorro, lo llevó en un ¡ay! a la plaza. Al llegar el mismo médico al verlo, subió a Eduardo y su madre en su flamante Gordini y los llevó a la clínica Mazuecos, donde incluso le dieron anestesia general antes de arreglar la fractura. Una noche hospitalizado y de vuelta a casa con su flamante escayola, todos los chicos y chicas del barrio querían ser sus amigos y firmar la escayola; además, había que darle la merienda, con lo que su madre preparaba dos bocadillos, uno para Eduardo y otro para su asistente de la tarde.</div>
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La Casa de Socorro había perdido su sentido de beneficencia, pero no era esta circunstancia asumida por los alcazareños y los vecinos de la comarca, que venían continuamente a recibir servicio gratuito. De las muchas noches de servicio se recuerdan algunas memorables: las de las riñas en la estación con heridas de arma blanca, que se atendían y luego se daba parte a la policía municipal, las peleas de borrachos en las tabernas que acababan con algún rasguño y moratones… pero nuestro ínclito practicante decano Andrés Manzaneque nos relata un suceso especialísimo. Una noche de primavera al salir a tomar el fresco a la puerta, el médico de guardia encontró en el poyo un capazo con una niña recién nacida; después de un reconocimiento exhaustivo y comprobar el buen estado sanitario de la niña, avisaron al juez, que al estudio del caso, determinó entregar la niña a una familia sin hijos que estaba esperando una ocasión de poder acoger un bebé.</div>
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Tras un cierre temporal de la casa, la primera corporación de los ayuntamientos democráticos volvía a abrirla por la intercesión directa del concejal Leandro Mayorga. Rehabilitando los locales y redotándola, con un acuerdo de aportación de sanitarios por el servicio nacional de sanidad, volvió a abrirse permanentemente para atender urgencias y la atención sanitaria de la beneficencia municipal. Sus servicios justifican claramente la necesidad ya que en 1985, como único centro de socorro municipal, realizó los siguientes servicios: accidentes de tráfico 54, de trabajo 280, otro tipo de accidentes, 1358, un total de 2.191 intervenciones, 145 pacientes, producto de riñas y agresiones y se atendieron 314 enfermos en las instalaciones.</div>
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El día 29 de mayo de 1986, la Casa de Socorro de Alcázar de San Juan realizó su último servicio. Al entrar en ella y tras dos escalones estaba la caseta acristalada del conserje que ocupaba un hueco bajo la escalera, tenía una mampara de cristal con abertura y en letras rojas en forma de arco se leía “Casa de Socorro”. El conserje pasaba a los pacientes a los cuartos que había a la derecha. Al final del pasillo se encontraba el cuarto de farmacia, la sala de rayos X y las habitaciones para el descanso. El último equipo profesional estaba compuesto por el conserje, Félix Infante, el practicante José Escelio Gómez-Comino y el doctor Roncero. A las siete y cuarto de la tarde se presentó el paciente Jesús Campo de 47 años de edad, residente en Alcázar de San Juan. Fue diagnosticado de conjuntivitis por la presencia de un cuerpo extraño en el ojo derecho. Se procedió a la extracción, asentando el servicio como el número 7.827 en el libro de registro, en una media de 2.000 <span style="text-align: center;">intervenciones anuales.</span></div>
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Texto: José Fernando Sánchez Ruiz</div>
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Foto: Archivo Municipal</div>
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<br />MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-36758636503571112132020-05-27T21:21:00.000+02:002020-06-03T19:34:36.209+02:00<div class="Section1">
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .5pt;">
<b><span style="font-size: 9.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: large;">Desde mi Kiosco. </span></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .5pt;">
<b><span style="font-size: large;">Una visión alcazareña en la mitad del siglo XX. </span></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .5pt;">
<div style="text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-8amCDJJo4nQ/XtfeLKe6tjI/AAAAAAAABOQ/1vaKFury53YLtM1xnpDObP11Fap6cOE6ACEwYBhgLKs4DAL1Ocqz9mI999NLqIsfILLe-dOQxTdXLfS4ZYgNgqdGtbeJXQngCLUTGBFQpLD6vodzGEwipex8A_zvMXCcm0MOP68NND-3wowHXaw9ywYh_d1g4p0I6AWaVCzN3TxYZAoyqdmpFb8yRERhEqspUEwnxqTsH_NT3PFQBVskKB_sfU9jvCNfloNdTjcEqRLL64z4h8gFqgdpRKgSNFhndNcSB5EAsLfxnLVSTypJfDKjl9Jaf8HrOEYKkoSZOpAdiJQ2WqzUxWRCkcMMmGtK3bqTO-_Qe9nJa63OgdC4GawwCutEXlafjoz3qOsBSrxmc9Oqs21UT931wGsZms9qkD7lt6lsV0pUYcr9ZI84K_pBM12xd0DrnwH92fDsA_a0iBD-sr4EaLLjarKIr-nnGsVvkP9cdRbOa3gmxjsL51ShwU4CKyCNIMv5cLy43qUDPk1ZhIVxdhZkoVrD0g1j-UNUfSaEl8qxkY9H0KD1BtyLcWOzJ0Uvz7jbQMOCHsAReuQ5U9xpvVxQOkBofOVVfNpxfm0n7UGKfXUWVybfVvSObA0zvKbaA1nIClJu_I8WFuUfY9SNfUAkl50O2T3_ykZma-Xh6mWB-MC8cGAZ0MNbC3_YF/s1600/009759.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="503" data-original-width="840" height="237" src="https://1.bp.blogspot.com/-8amCDJJo4nQ/XtfeLKe6tjI/AAAAAAAABOQ/1vaKFury53YLtM1xnpDObP11Fap6cOE6ACEwYBhgLKs4DAL1Ocqz9mI999NLqIsfILLe-dOQxTdXLfS4ZYgNgqdGtbeJXQngCLUTGBFQpLD6vodzGEwipex8A_zvMXCcm0MOP68NND-3wowHXaw9ywYh_d1g4p0I6AWaVCzN3TxYZAoyqdmpFb8yRERhEqspUEwnxqTsH_NT3PFQBVskKB_sfU9jvCNfloNdTjcEqRLL64z4h8gFqgdpRKgSNFhndNcSB5EAsLfxnLVSTypJfDKjl9Jaf8HrOEYKkoSZOpAdiJQ2WqzUxWRCkcMMmGtK3bqTO-_Qe9nJa63OgdC4GawwCutEXlafjoz3qOsBSrxmc9Oqs21UT931wGsZms9qkD7lt6lsV0pUYcr9ZI84K_pBM12xd0DrnwH92fDsA_a0iBD-sr4EaLLjarKIr-nnGsVvkP9cdRbOa3gmxjsL51ShwU4CKyCNIMv5cLy43qUDPk1ZhIVxdhZkoVrD0g1j-UNUfSaEl8qxkY9H0KD1BtyLcWOzJ0Uvz7jbQMOCHsAReuQ5U9xpvVxQOkBofOVVfNpxfm0n7UGKfXUWVybfVvSObA0zvKbaA1nIClJu_I8WFuUfY9SNfUAkl50O2T3_ykZma-Xh6mWB-MC8cGAZ0MNbC3_YF/s400/009759.JPG" width="400" /></a></div>
<br /></div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .5pt;">
<b><span style="font-size: large;">I Desde el Kiosco. </span></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.5pt; margin-top: 14.7pt; text-align: justify;">
Desde la
ventana del kiosco, observaba todas las mañanas la vidilla de las esquinas del
Cristo de Villajos. Hace muchos años, humilladero en el campo, en el cruce de
caminos antes de llegar a la villa. Ahora neurona ciudadana que expandía las
noticias por las plazas y las calles. Hasta tal punto era así, que en el kiosco
vendíamos a diario medio millar de periódicos, entre las distintas cabeceras.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .1pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.6pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
A las nueve y
media en punto Naizanceno compraba diariamente dos reales de caramelos Sacis y
los de la churrería del Moreno me traían un cucurucho de papel de estraza con
recortes aun calientes de churros, algunas veces con media porra. Entonces yo
le pedía a algún zagal de los que subían y bajaban camino de la estación, que
se cruzaran al bar de Federico a por un vaso de leche caliente. A la vuelta les
pagaba el favor con un par de cigarrillos con<span style="letter-spacing: -.3pt;">
</span>filtro.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Con frecuencia
venía uno que no quería ni cigarrillos ni caramelos; me pedía a cambio el préstamo
de una novela de vaqueros de Marcial Lafuente Estefanía y me la devolvía
puntualmente a los dos días. Le vi crecer a él y a sus pantalones. Dejó de ser
alumno de la escuelilla de Manuel
Cencerrado, que lo enviaba al mediodía a por café al bar de Pepe Luis y una
cajetilla de Ganador al<span style="letter-spacing: -.35pt;"> </span>kiosco.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .1pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Después siguió
viniendo a comprar el periódico: el Ya. Un día le hablé de Aquilino Morcillo,
el periodista granadino director del diario. Cuando viajaba hacia Madrid bajaba
del tren en Alcázar para comer tortas de bizcocho en el bar Casa Paco; después
se daba un paseo hasta el kiosco, para comprar su periódico. Como parroquiano
ocasional tuvimos muy buena conversación. Se notaban los efectos del Vaticano
II y sus papas. Creo que llegaron a coincidir una mañana, los presenté y el
chaval saludó al periodista. Los vi subir juntos hacia la estación. Con el
tiempo perdí la pista de aquel jovenzuelo, aunque sé que estaba dedicado al
mundo<span style="letter-spacing: -.15pt;"> </span>radiofónico.</div>
</div>
<span style="font-family: "cambria"; font-size: 11.0pt;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="Section2">
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.45pt; margin-top: 5.05pt; text-align: justify;">
El otro diario,
que era muy buscado por los alcazareños y algunos viajeros, era ABC que, con la
dirección de Torcuato Luca de Tena, era el más popular de aquellos tiempos. El
mismo Torcuato se ocupó con sus actitudes políticas de ello, defendió hasta el
último momento a Juan de Borbón, frente a su hijo Juan Carlos como candidato
oficial del franquismo para recuperar la monarquía española. Esta actitud abrió
una brecha en el pensamiento de la época. Cabía la posibilidad de disentir, lo
que hacían los estudiantes en la universidad y los obreros en los talleres era
posible en España, incluso en las Cortes.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .55pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Las mañanas del
kiosco transcurrían con mucha faena, colocando la prensa, haciendo la
devolución del día anterior, que solía ser muy poca, y vendiendo caramelillos y
cigarrillos. Alguna vez, cromos, estampas que se decía, aunque eso y los tebeos
era materia de la Fortuna que desde enfrente con las quinielas completaban el
panorama del comercio de menudeo del Cristo.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Por la tarde
los paseantes se paraban bajo las carteleras del cine Crisfel colgadas en sus
escarpiones de la fachada de la ermita; solían estar un rato leyendo la
cartelera y cuando menos me lo esperaba muchos venían a mí y me susurraban:
“Pueblo, Pueblo”. Querían comprar el periódico El Pueblo para leer los
“gallitos” de Emilio Romero; otros me pedían El Informaciones. A veces venían
tan temprano que aún no nos habían
llegado los periódicos desde el tren y tenían que volver. Entonces deambulaban
por las placetas cercanas sin acercarse unos a otros, cada uno en lo suyo. En
ambos periódicos aparecían con frecuencia escritos del jovencísimo Tico Medina,
tan popular en Alcázar de aquella década, al que el ayuntamiento entregó en
1967 el molino “Sancho<span style="letter-spacing: -.45pt;"> </span>Panza”.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .05pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.45pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Cualquier
periódico, aun los más atrevidos presentaban sus artículos con mucho
comedimiento, porque aunque la ley de prensa de Fraga había eliminado la
censura y las consignas; también restringía la horquilla de la opinión e
incrementaba la responsabilidad civil de los redactores por lo que firmaban en
sus artículos. Nadie estaba dispuesto a<span style="letter-spacing: -.25pt;"> </span>jugársela.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.45pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Otros jóvenes
alegres y revoltosos que venían al kiosco a por prensa, buscaban la deportiva,
normalmente querían ver el AS que era el nuevo, pero seguían comprando el MARCA
que desde que ganó España la Eurocopa de 1964 contra la Unión Soviética, era lo
más vendido en kioscos. Al día siguiente de ganar la Eurocopa, alardeaban de
haber vendido más de medio millón de ejemplares. Aunque aquello casi parecía
una consigna publicitaria, yo lo creí a pies juntillas. Todavía en aquellos
años la ley de prensa era la de 1938 alimentando consignas y censura. Ganar la
Eurocopa no había sido solamente un acto<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>deportivo.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .55pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Desde las
sucursales bancarias, el registro y el juzgado muy pocos y desde los colegios
alguno a lo largo de la mañana, venían a por prensa. Siempre eran las mismas
personas, que cuando querían tabaco o cachivaches solían mandar algún chico que
tuvieran cerca, pero la prensa era muy importante para dejarla en manos ajenas.
Muchos de ellos compraban dos cabeceras: siempre el MARCA, que me pedían que se
lo doblara, y en el doblez, Triunfo unos, y Cuadernos para el Dialogo otros. El
pensamiento, el arte y la cultura eran sus intereses lectores.</div>
</div>
<span style="font-family: "cambria"; font-size: 11.0pt;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.5pt; margin-top: 5.05pt; text-align: justify;">
Los sanitarios
en contadas ocasiones pasaban por el kiosco y cuando lo hacían, igual que las
peluquerías, se llevaban 15 o 20 ejemplares variados que volcaban en sus
consultas. Ellos normalmente los recibían por correo mediante suscripción, yo
lo sé por los carteros, que pasaban a diario a recoger la correspondencia del
buzón. De paso se descargaban y a la vez cargaban con algo del kiosco.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.6pt; margin-top: .05pt; text-align: justify;">
Después de oír
las campanas franciscanas del Ángel de la Anunciación, las señoras de la calle
y su entorno salían a comprar algo de frutos secos, algún capricho de los
ultramarinos o de la tienda de Alderete. Se juntaban en la calle con las chicas
casaderas que salían poco después para comprar algo de fiambre o una cremallera
o un tinte y para ver pasar a los
prácticos de la RENFE, los aprendices de MACOSA o lo que correspondiera a cada<span style="letter-spacing: -.15pt;"> </span>corazón.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.6pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Y como era el
momento, yo sacaba a la tablilla del kiosco las estrellas de la hora del
aperitivo, los semanarios Hola y Diez Minutos, y se arremolinaban como un
ramillete de color y griterío. Entonces desde la sombra de la terraza de
Federico, los atrevidos se acercaban a dejarse ver y a comprar La Codorniz, una
singular revista humorística y satírica, que recogió los retazos de las
vanguardias surrealistas españolas. Un refugio de dibujantes y periodistas con
estéticas personales.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .55pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.4pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Los jóvenes
compraban el Caso, lleno de crónicas sobre aquella España en la que “nunca pasa
nada” donde se relataban las correrías de “El Lute”. Todos muy en su papel a
las dos de la tarde dejaban desiertas la
plazoleta, la calle y la avenida de la estación. Solo algún viajero despistado
buscaba de esquina en esquina el olor a humo y<span style="letter-spacing: -1.2pt;">
</span>carbonilla.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .1pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
El kiosco era
una atalaya a la que todo llegaba antes o después. Yo conocía que algunas
trencas estudiantiles y algunas maletas ferroviarias acercaban puntualmente dos
ejemplares de Mundo Obrero y El Socialista. Ciertos parroquianos cuando venían
desde las tabernas de arriba a por los “pitos” o el purillo de los sábados, lo
comentaban. Ni ferroviarios ni estudiantes compraban prensa en el kiosco, se
surtían de sus lecturas en Madrid, que no por ser mayor estaba mejor servido,
sino que era menos<span style="letter-spacing: -.9pt;"> </span>observado.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 5.9pt; margin-right: 7.55pt; margin-top: .05pt; text-align: justify;">
Ahora que me
acuerdo, cuento estas cosas que formaron parte de la cotidianidad alcazareña y
fueron conformando el carácter de las generaciones que se formaban en aquellos
años. Por eso ahora voy a aprovechar los recuerdos, para dar algunos paseos por
Alcázar de San Juan. Con aquellos ojos y este corazón o con estos ojos y aquel
corazón, anotaré sucesos y cosas de entonces, que irán saliendo a los
escaparates de este kiosco poco a<span style="letter-spacing: -.2pt;"> </span>poco.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-top: .1pt;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoBodyText" style="line-height: 14.05pt; margin-right: 7.7pt; mso-line-height-rule: exactly; text-align: right;">
Texto: José Fernando Sánchez<span style="letter-spacing: -.7pt;"> </span>Ruiz</div>
<br />
<div align="right" class="MsoBodyText" style="line-height: 14.05pt; margin-right: 7.65pt; mso-line-height-rule: exactly; text-align: right;">
Foto: Archivo<span style="letter-spacing: -.55pt;"> </span>Municipal</div>
MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-32817914167425248242020-05-23T01:18:00.000+02:002020-05-23T01:24:54.228+02:00RECETARIO CA DE "MI PERRO FEDERICO" I<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<b><br /></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<b><br /></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<b><br /></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<b>Recetas de José Fernando Sánchez Ruiz. <o:p></o:p></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
(Nota cuatro platos)</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>HUEVOS DE MI PERRO
FEDERICO<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esta es una receta popular de mi
familia, en el sentido de que tiene unos ingredientes que podemos identificar y
una forma de tratarlos. Pero realmente no llega a la categoría, de receta de cocina, a la que ahora estamos acostumbrados. Cuando
la prepares y consumas, comprenderás porque me atrevo con ella. Me resulta tan
sugerente y agradable al paladar que la incorporo a este recopilatorio incluso
con nombre propio.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Ingredientes. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dos huevos de gallina. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una cebolla tierna.</div>
<div class="MsoNormal">
Aceite de oliva. </div>
<div class="MsoNormal">
Pimentón</div>
<div class="MsoNormal">
Pimienta negra. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Procedimiento</div>
<div class="MsoNormal">
Se cuecen los dos huevos en la forma acostumbrada. </div>
<div class="MsoNormal">
Cocidos, enfriados, pelados y limpios, se pican, muy
picaditos, menudos, sobre un recipiente profundo tipo bol, tazón o vaso de boca
ancha.</div>
<div class="MsoNormal">
Sobre ellos se pica
una cebolleta tierna. </div>
<div class="MsoNormal">
Se vierte una pizca de pimentón. </div>
<div class="MsoNormal">
Añadir un buen chorro de aceite de oliva para ligar los
elementos.</div>
<div class="MsoNormal">
Se aromatizan de pimienta negra. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Se mezcla todo con cucharilla pequeña de rabo largo.</div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
Consumo.</div>
<div class="MsoNormal">
Se come mojando rebanadas de pan blanco y con cucharilla
pequeña. </div>
<div class="MsoNormal">
Se acompaña de un vaso de igual cabida de vino airen con su
color amarillo pálido.</div>
<div class="MsoNormal">
Lo recomendado es consumirlo como cena antes de un poco de
fiambre o queso manchego. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Recomendaciones.
</div>
<div class="MsoNormal">
Mi propuesta es hacerla sin sal.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>CROQUETAS DE LIEBRE
DEL CORCOLES<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En las tierras de los márgenes
del río Corcoles, las liebres desarrollan su oído y su olfato no se refugia en
madrigueras subterráneas, pero corren “que se las pelan.” Se quedan paradas y
levantan todo el cuerpo para vigilar el territorio, esto las hacen atlética con
músculos poderosos. Corretean continuamente por las viñas y se alimentan de gramíneas
y vegetales frescos, incluso raíces bulbos y frutos silvestres. En épocas de
máxima escasez son capaces de ingerir sus propias defecaciones lo que supone
una falsa función de rumiantes. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La liebre en la cocina se prepara
de mil formas, como todas la caza y su carne resulta exquisita, los cazadores
incluso tienen la costumbre de “rechupar” sus huesos y de utilizar el fémur del
animal como boquillas para fumar cigarrillos de tabaco negro, el alto grado de
hemoglobina de su sangre, le hace mantener una aroma singular, aun perforado y limpio
el hueso. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El hombre de <st1:personname productid="La Mancha" w:st="on">La Mancha</st1:personname> tiene un cierto
paralelo con la liebre y el conejo, dos animales casi iguales que son de
comportamientos muy diferentes, si el manchego sale conejo vive pegado a la
tierra a la realidad a su quehacer
habitual y muere en su madriguera, sin moverse
de la casa familiar en su pueblo. Si sale liebre, como esta, corre, salta, va
de un sitio a otro, cambia de dirección lleno de fantasía y recorre todas las
tierras, cambia de pueblo, de región y corre de puerto en puerto hasta que sea
posible. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Que tiene esto que ver con las
actitudes de un morisco y de un cristiano?. Que tiene que ver con el poso
filosófico de los dos mundos religiosos. Que tiene que ver con dos tipos de
personalidad freudiana o la influencia de los astros. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ahora explicare mi receta
favorita de la carne de liebre, son las croquetas, una forma tradicional de
preparación de las sobras de la comida principal. La croqueta disimula la
comida y engaña al comensal porque no ve lo que come. Tiene cierta sofisticación
en la elaboración utilizando productos domésticos, con la leche, el huevo, la harina, el pan y la
carne desdeñada en otras comidas previas. Las croquetas en realidad siguen
siendo gachas; algo mas elaboradas, que se rellenan, se rebozan y se fríen. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Ingredientes.</div>
<div class="MsoNormal">
Carne de liebre. Paletilla, pierna o lomos. </div>
<div class="MsoNormal">
Leche</div>
<div class="MsoNormal">
Mantequilla </div>
<div class="MsoNormal">
Harina de trigo. </div>
<div class="MsoNormal">
Sal</div>
<div class="MsoNormal">
Romero</div>
<div class="MsoNormal">
Champiñón o setas de cardo. </div>
<div class="MsoNormal">
Vino viejo o brandy. </div>
<div class="MsoNormal">
Aceite </div>
<div class="MsoNormal">
Huevo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Procedimiento</div>
<div class="MsoNormal">
Se cuece la liebre con unas ramas de romero fresco. </div>
<div class="MsoNormal">
Se deshuesan con serenidad las partes escogidas,
especialmente las patas y lomos, partiendo la carne a trozos muy pequeños. </div>
<div class="MsoNormal">
A esta carne se añade unas hojas frescas de romero. </div>
<div class="MsoNormal">
Se limpian y pican
muy fino unos champiñones o setas, aproximadamente en 5% de la cantidad
de carne. </div>
<div class="MsoNormal">
Se añade una cucharada sopera de brandy oloroso por cada
mitad de cuarto de carne. </div>
<div class="MsoNormal">
Con todo ello se hace un golpe de batidora y se construye
una torta que se deja reposar al menos tres horas. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Después se hace una bechamel al estilo normal</div>
<div class="MsoNormal">
Leche </div>
<div class="MsoNormal">
Mantequilla, regularmente de vaca, (si se puede utilizar de
oveja echar menos)</div>
<div class="MsoNormal">
Harina de trigo. </div>
<div class="MsoNormal">
Sal.</div>
<div class="MsoNormal">
Se debe dejar tostar un poco la harina y mover muy bien para
evitar los grumos. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mezclar la torta de carne en la bechamel creando una pasta
uniforme. </div>
<div class="MsoNormal">
Dejar enfriar. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Una vez fría nos disponemos ha darle forma a las croquetas y
freírlas. </div>
<div class="MsoNormal">
Antes de echar a freír a la sartén se rebozan en huevo
batido.</div>
<div class="MsoNormal">
Las croquetas normales se hacen con forma ovoide o elíptica,
pero estas también pueden hacerse con forma esférica. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Consumo</div>
<div class="MsoNormal">
Pueden consumirse al estilo normal de las croquetas, como
aperitivo. </div>
<div class="MsoNormal">
Deben acompañarse de vino tinto, especialmente con
variedades, cabernet sauvignon de sabor aterciopelado. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Recomendaciones.</div>
<div class="MsoNormal">
Si te decides por hacerlas con forma esférica, puedes
añadirlas a potajes de verduras al servirlos en la mesa. (Para ello conviene
calentarlas en el microondas y no echarlas a la cocción del potaje)</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<o:p> </o:p><b>ENSALADAS DE AL-KASAR.</b></div>
<h1 style="text-align: center;">
<o:p></o:p></h1>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este plato es un dúo de propuestas de
ensaladas, que se pueden hacer de diversas formas, el misterio de la ensalada
es combinar productos frescos y sabrosos. Cada día podemos hacer ensaladas
distintas, especialmente en verano que es cuando mas se consumen. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Ensalada de la vía.- <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este junto a otros de
características similares, son platos que se consideran propios de los
pastores. La observación se justifica porque los pastores llevan fruta cítrica
en el zurrón, que es menos perecedera que otras frutas y verduras. Con ella
hacen ensaladas refrescantes que se acompañan de embutido y huevos cocidos.
Todos alimentos muy fáciles de transportar sin que se estropeen. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esta forma de alimentación campestre
pobre y rápida, fue recogida por los obreros que trabajaron en el montaje de
las vías de ferrocarril, que por otra parte podrían hacer en su nuevo trabajo lo que ya conocían de sus
anteriores oficios, dado que la plantilla del
peonaje de la vida se configuro con campesinos y pastores. </div>
<h1>
<span style="font-weight: normal; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><span style="font-size: small;">Como la inmensa mayoría de la gastronomía manchega,
se puede considerar un plato de subsistencia. Zanahorias y naranjas,
aromatizadas con canela y endulzadas con miel. </span></span><span style="font-weight: normal; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-size: small;">Una ensalada singular por su múltiple sabor
que sirve tanto de entrante como de postre. </span><o:p></o:p></span></h1>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ingredientes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Zanahorias <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Naranjas <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Canela <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Miel.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Procedimiento <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Se pelan y cortan en
hilos las zanahorias, con un rallador, procurando escoger las más anaranjadas.
También se puede preparar con aquellas de las que se dice que “se echan a los
cerdos”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Mezclar la zanahoria
con el zumo de una o dos naranjas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Otra naranja se pela y
se limpia bien, se hacen trozos pequeños que se montan sobre la base de
zanahoria que se macera en el zumo de naranja. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Se sazona con un poco
de canela. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
La miel u otro
edulcorante se deslié con el zumo de la naranja al poner este. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Consumo <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se toma como primer palto o como postre indistintamente. Lo mas aconsejable
es servir en plato pequeño y algo hondo, las rabaneras son muy apropiadas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esta ensalada se sirve fresca, con media hora de refrigerador.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Debe acompañarse de agua fresca si se toma como primer palto. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si se toma como postre, puede acompañarse de champagne Brut Zero, por su
menor contenido en azúcar añadida en la fermentación en botella. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Recomendaciones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Se puede edulcorar con
azucares o sacarina, pero debe probarse por primera vez un día de tranquilidad
y música de piano.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>“ENSALA DE LIMON”<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La “Ensala de limón” es la faraona de
estas propuestas, presentamos ahora una formula de elaboración y consumo que
recojo de mi tatarabuelo en los últimos años del siglo XIX. El la tomaba
como postre, tenia la costumbre de tomar ensalada de limón, se transmitió de
generación en generación en mi familia, “después de almorzar bien almorzao” con
un plato de carne de toro frita. He aquí sin buscarlo una comida completa de
aquellos años, la carne de toro, en forma de píldoras, frita con ajos y la
“ensala limón”</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La noticia tiene su justificación
en un sentido distinto del que antes hablamos de los cítricos. Este caso hace
referencia al uso del agua de limón en las grandes mesas como digestivo. Para
la ocasión rebajado con agua fría y calcárea de los pozos alcazareños. En
cuanto a su origen podemos aventurar que naciera en los talleres
preindustriales de la fábrica de pólvora o en los primeros de caracter
ferroviario, en relación a varios aspectos; las propiedades de sus ingredientes, el ambiente
de escasez económica, o la economía de tiempo resultando un recurso rápido para
ingerir alimentos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Pero que papel juegan la cebolla
y el comino ingredientes básicos de la ensalada de limón?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La cebolla. Es una gran
aportación alimenticia que funciona como antibiótico natural, expectorante,
diurética, depurativa. Actúa en los trastornos de diabetes, previene el cáncer y
ayuda a la circulación, evitando la coagulación sanguínea. Tiene mucha vitamina
C potasio, fósforo para la memoria y calcio para los huesos. Cuando se corta
hace llorar por el efecto de ciertos gases que acumula, pero si se corta su
base donde residen los gasea volátiles se evita en buena medida este efecto, al
igual que si se corta bajo un chorro de agua.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El comino. Es conocido desde la
antigüedad utilizándolo los celtas. Plinio destaca su uso mezclado con pan,
agua y vino. Entre los árabes se usa como condimento para perfumar sus platos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De sus efectos destaca como
digestivo reduciendo las flatulencias normalmente producidas por legumbres y
verduras. Controla cólicos y diarreas, estimula el apetito. Ayuda a cicatrizar
heridas y cortar hemorragias. En este caso con un efecto contrario al de la
cebolla. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por su parte el limón es muy
apreciado por la vitamina C, sirve para eliminar toxinas, siendo muy eficaz en
resfriados y gripes hervido con miel y reducido al 50%, usándose contra dolores
de garganta, gingivitis y enfermedades de la boca. De acción antiviral, potencia
los glóbulos blancos, corta las
hemorragias y ante todo en este uso actúa como un gran digestivo sobre el
estomago el páncreas y el hígado. <u> <o:p></o:p></u></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<u> <o:p></o:p></u></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En el momento actual la
composición de este plato se ha variado básicamente utilizándose como entrante
o primero y se compone de limón en abundancia, agua, cebolla, pimentón,
aceitunas y algunos le añaden huevo duro. Se toma mojando pan en ella.
Procurare aportar la forma tradicional de elaboración según la memoria
familiar. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ingredientes
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Limones. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cebolla. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pimentón. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Comino. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aceite. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sal.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Agua. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Procedimiento</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En un recipiente tipo fuente
profunda, se pone medio litro de agua. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sobre ella se vierte el zumo de
dos o tres limones. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Otros dos o tres limones se
pelan, se limpian y se trocean para echarlos en la fuente. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se añade cebolla en la misma
cantidad total de limones, muy picada y abierta para despegar sus capas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se toma una pizca de cominos con
el dedo pulgar e índice y se machan en el mortero con una gota de aceite de
oliva. Añadiéndolo a la fuente. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se hace lo propio con un poco de
pimentón.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se añade aceite de oliva a la
ensalada y se sala al gusto. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Antes de servir, se debe “marear”
removiendo suavemente su contenido con una cuchara de palo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Consumo
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La ensalada hay que prepararla
una hora antes de servirla y reservarla media hora en el refrigerador. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se puede servir en tazones
individuales o en fuente única, lo mas propio son los tazones para que cada
cual se la tome a su gusto. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Para consumirse puede beberse
directamente y utilizar cuchara para terminarla. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Otras veces se puede mojar pan en
ella o incluso hacer sopas y comerla con cuchara, como si fuese una sopa fría. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Algunas veces se consumía como
catas, colocando la cebolla y el limón sobre catas de pan blanco regando del
correspondiente liquido. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Recomendaciones.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La primera recomendación que
puedo hacer sobre ella, es que se deben hacer diversas pruebas de magnitudes
hasta encontrar la composición apropiada para cada persona. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La segunda recomendación se
escapa de las formas tradicionales de consumo y consiste en tomarla de primer
plato acompañada de otros alimentos a escoger (fiambres varios, sardinillas en
aceite, encurtidos de vinagres)</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-70552461864804843882020-02-06T00:11:00.000+01:002020-06-14T19:57:47.206+02:00Marcelo. ¡ Te estan angañando¡<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 70.8pt;">
<br /></div>
<h2 style="margin-left: 70.8pt;">
<b> <span style="text-indent: 47.2px;">Marcelo. ¡Te están engañando¡.</span></b></h2>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
I</div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Marcelo. ¡Te están engañando¡.
Las balas de los fascistas, matan a los hombres y a los niños, por mas que nos
agachapemos en las trincheras las balas pueden acabar con nuestras vidas, ten
cuidado Marcelo, le decía Nicolás a su amigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás y
Marcelo se habían alistado como voluntarios, falseando su edad en el batallón
Mancha Roja, para luchar a favor de la república en el frente de Madrid, apenas
cumplían la mayoría de edad cuando los morteros silbaban cercanos a sus cabezas
y las granadas mutilaban a sus camaradas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
No se habían
vuelto a encontrar desde el cerco de Madrid. En Villarrubia los acontecimientos
pasaron muy deprisa y nadie se dio por aludido, en realidad ellos habían
evitado todo contacto para salvar el pellejo. Nicolás gracias a un pariente
cura se coloco de portero en una finca del Paseo de la Castellana en Madrid y
Marcelo se hizo cargo de las fincas rusticas familiares de Villarrubia para ir
viviendo en el periodo del franquismo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás y
Marcelo vivieron mas de 40 años sin volver a verse, en realidad se olvidaron el
uno del otro y apenas se reconocían en la memoria en sus años de juventud.
Ambos formaron sus respectivas familias procurando ser personas de orden pero
nunca olvidaron su militancia anarcosindicalista de la primera juventud.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Bien entrados
los años ochenta cuando las guitarras eléctricas, definitivamente, habían
ocupado el sitio de las orquestas de pulso y púa y melenudos y minifalderas
eran algo común en las fiestas de los pueblos, Nicolás y Marcelo volvieron a
encontrarse uno al lado del otro en el mostrador de un bar de verbena popular.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo te
están engañando repico el otro extremo de la barra. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo
levanto la cabeza porque le sonaba la frase y vio a un hombre septuagenario que
enrojecida la faz le miraba fijamente, de momento no reconoció a su compañero,
pero iluminada la memoria por una sombra del pasado le puso pelo al personaje,
le quito peso y color rojizo oscuro de la cara, se le dibujo por un momento el
aspecto de su compañero Nicolás. Entonces Marcelo grito.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
¡Nicolás eres
tu¡.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Y ambos
hombres se acercaron para darse un abrazo fraternal oyendo ensimismados en la
lejanía del pasado canciones republicanas y el ruido infernal de las
trincheras. Nicolás y Marcelo dos milicianos vivos de los pocos que quedaban en
toda la zona se habían vuelto a encontrar, sus miradas se cruzaron en el vació del
tiempo, sus manos temblorosas por el paso del tiempo y el trabajo se
aletargaron en el sonido de un tema de los Beatles y sus brazos se extendieron
en un abrazo inconmensurable de fraternidad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La
conversación surgió de ambos como si la ultima ráfaga de la ametralladora
fascista hubiera silbado en aquel instante, tantas cosas había que contarse,
preguntarse por las amistades comunes por la familia y por uno mismo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás
comenzó a contar su vida, se había casado con una chica de Lavapies y tuvo la
suerte de entrar de portero en una comunidad del madrileñismo Paseo de la
Castellana, la vida no le había dado descendencia y su mujer un poco
tuberculosa desde la posguerra, había muerte en el año 1962, cuando España empezaba a despegar en
aquello del desarrollo económico y el turismo. Por respeto no volvió a contraer
matrimonio y venia dedicando los últimos años de su vida a conocer los locales
de alterne de su barrio. Era un hombre alto y culto acostumbrado a leer desde
joven por sus vinculaciones anarcosindicalistas, había recorrido toda la
geografía nacional y ahora jubilado de su empleo quería recalzar en el pueblo
para vivir tranquilamente en la casa de la familia, sin mas pretensión que
vivir la vida al estilo mas antiguo, entre jarretes y viudas.</div>
<div class="MsoBodyTextIndent">
Nicolás era un hombre transparente acostumbrado a la
vida moderna, conducía su vehículo Seat 600 por las carreteras españolas, para
desplazarse de Madrid a su pueblo y de este a la capital en busca de bailes y
fiestas de “carrozas” con la esperanza de encontrar alguna mujer viuda o
extranjera que quisiera terminar junto a él, el resto de sus días. Contaba a
Marcelo, con ensimismamiento, que conocía muy bien el ambiente de las grandes
ciudades y especialmente el madrileño, los
bailes de la calle de Atocha que llamaban Consulado, los de Santo
Domingo para parejas y las discotecas de mayores de Leganitos y otras del mismo
tipo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Había visto
como los locales de alterne paseaban por distintas calles y barrios madrileños
naciendo los inmejorables locales de la calle Orense, Doctor Fleming y
Chamartin.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Cansado de
todo este ambiente volvía a su pueblo en la esperanza de encontrar en la vida
mas tradicional y recatada, la horma de su zapato. Algo que le resultara
doméstico y conciliador de la vida que había arrastrado desde la muerte de su
esposa, de tugurio en tugurio y de lupanar en lupanar.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Para Marcelo
que volvió de la guerra a su pueblo y
fue protegido, por dos terratenientes,
por ser hijo de un buen gañan. La vida de Nicolás era una fantasía
inalcanzable, algo irrealizable para él que se había dedicado a aparear cerdos
y cultivar la vid, con todos los esfuerzos y fatigas inimaginables. Marcelo
cuido y exploto en propiedad 20 fanegas de viña en Villarrubia tratando unos
años de vender vino y otros, especialmente los mas recientes de vender la uva. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Su mujer María había muerto muy joven en el parto de su hijo en 1951, y desde entonces no se
le conoció mas mujer, que sus idas y venidas al Canal de Tomelloso. Donde tenia
la costumbre de acudir una vez al mes. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo aun en
su edad septuagenaria era todo un caballero, se alegro especialmente del
encuentro con su compañero y pasaron la noche hablando de la juventud del
pasado, de la evolución de España, de los pantanos, del precio de las uvas, de
la emigración a Europa, de infinidad de temas. Y de mujeres.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo
acababa de cumplir los 75 años y en el horizonte de la vida estaba la
celebración de los JJOO de Barcelona y la Exposición de Sevilla. Le explicaba a
Nicolás que para él, el deporte no tenia nada de interés, que en su vida había
hecho mucho deporte con las yuntas, el azadón, las espuertas, la soga del pozo
y otras especialidades. Contaba esto con cierta sorna y repasando las
especialidades en las que había triunfado. Miro al camarero y pidió un par de
jarretes. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Que ricos les
tuvieron a los dos aquellos jarretes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Pero aquello
de la Exposición de Sevilla donde estarían representantes de todo el mundo,
sojuzgaba su curiosidad. Faltaban aun tres años largos y el estaba deseoso de
poder ir a visitar el acontecimiento. Siempre le gusto viajar y lo había hecho
poco. El miedo a lo desconocido y el respeto a la economía familiar no se lo
permitían. Pero ahora, le insistía a Nicolás, es una ocasión de oro para desde
Sevilla que esta bien cerca poder visitar todo el mundo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Largo le fiaba
la aventura a Nicolás, que acostumbrado a la vida de ciudad tenia una impronta
de inmediatez. Pero le resultaba seductora la idea de vivir un mes largo en
Sevilla con la Exposición Internacional de panorama. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Tienes casa
en el pueblo, pregunto de pronto Marcelo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Si, si tengo
una casa en la que estoy apañando unas
habitaciones de la calle para vivir en ellas, solo necesito la cocina, una sala
y la alcoba. El resto de la casa que es muy grande, no se si alquilarla como
pensión o cerrarla que será lo mas acertado. Porque para vivir, el buey solo
bien se lame. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Mientras la
apañas, te puedes venir a pasar conmigo unos días al campo, yo paso temporadas
en el pueblo y temporadas en la huerta y ahora es una época espléndida.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Me gusta esa
idea, Marcelo, es muy interesante y acepto tu invitación. Cuando nos vamos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Pasado
mañana, que pueda preparar un poco de hato y resolver unos asuntos en la
gestoría.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Oye Marcelo
si no puedes ahora otra vez será, lo digo por los papeles, que las gestorías y
las notarias, ¡Madre mía, madre mía¡</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--No, no me
corre prisa alguna, jejejeje, es que el gestor es amigo mío y le dicho que me
busque una agencia seria de novias. En fin que quedamos pasado mañana para
desayunar en la plaza y nos vamos, una semana al campo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tu no prepares nada, que nos
vamos en el remolque con la Trepadora, la pobre esta mas vieja, y yo llevare de
todo en el hato.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Quita
hombre, nos vamos en mi coche que he venido en el desde Madrid y aunque va
siendo de mayor como la Trepadora, es mas rápido y eficaz. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Bueno tu
tráete el coche si quieres y lo guardamos en un cobertizo, pero yo me llevo a
la Trepadora y el carro. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Camarero otros
dos jarretes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La noche fue
disipándose y emocionados en el recuerdo y las nuevas palabras, Nicolás y
Marcelo, abandonaron el sitio y se fueron lánguidamente cada uno a su casa.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás estaba
pendiente de aquella frase y de cómo le brillaban los ojos a Marcelo al
pronunciarla, hasta le desaparecieron algunas arrugas de la cara. ...........le
he dicho que me busque una agencia seria de novias.</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
II</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo salió
temprano de su casa como la hacia siempre para cruzarse con las beatas a la
salida de la iglesia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Buenos días
Marcelo le dedicaba como una campanilla su vecina Servula.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Buenos días
doña Servula pronunciaba diariamente Marcelo echándose el pulgar y el índice de
la mano izquierda a lo alto de la cabeza, en ademán de levantarse la boina
recién puesta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Servula,
quería hablar con Marcelo todas las mañanas y a continuación pronunciaba alguna
frase corta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No
vamos hoy al campo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Has
traído tomates para vender.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
O.
Muchos días sin verle. Si faltaba alguna mañana a su cita.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo
contestaba al paso y no le daba conversación a Servula. Pensaba para sus
adentros que la viuda cincuentona, tenia mas intención, que la de saber si
había recogido tomates de la huerta y a que precio los daba. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Pero Servula
nunca dio muestras ni indicios, de querer buscarle la vida a Marcelo. Cuando
hacia cocido, apartaba un caldo y se lo ofrecía por la ventana, eso a Marcelo
siempre le venia bien.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Su nuera no se acordaba de darle
de comer, nada mas que cuando venia a
pedirle cinco mil duros; para la comunión del chico, para la calefacción de la
escuela, para la ropa del invierno, para...............</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Que mas le
daba a Marcelo para que eran los cinco mil duros, su nieto Dimas, era lo único
que quedaría de todo aquello. Nunca le daba los cinco mil duros a su nuera,
pero unas veces con otras si le entregaba un billete morado con el rey, que
decían que era de <st1:metricconverter productid="10.000 pts" w:st="on">10.000
pts</st1:metricconverter>. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Las beatas de
la iglesia ya se habían marchado, como todos los días solo las veía por las
esquinas, o comprando el pan en la plaza a las mas tardonas. Se coloco bien el
remangado de las mangas de la camisa blanca y encogiéndose de hombros se sentó
en un banco de la plaza. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
A veces el
tiempo en los pueblos pasa muy lentamente, a veces se convierte en un suspiro,
pero Marcelo lo media muy bien con la sombra de la casa y los adoquines de la
plaza, cada adoquín que crecía la sombra era un cuarto de hora hasta llegar a
la otra parte de la calzada. Cuando la sombra subía el bordillo el reloj de la
plaza daba la una. El nunca estaba en la plaza mas de la una, con lo que no
sabia lo que pasaba después con la sombra.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Quien pensará
en cambiar el pavimento de la Plaza, no saben nunca ellos, la cantidad de cosas
que se llevan por delante cuando hacen una obra publica. Vaya un Consejo o
Ayuntamiento, su encuentro con Nicolás le había dejado en la memoria de nuevo
formas y formulas de los tiempos jóvenes. Entonces se iban ha hacer cosas en el
pueblo sin que lo supieran antes los vecinos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Marcelo se acerco a la gestoria
que ya estaba abierta un buen rato, pero no veía pasar a su amigo Miguel, la
chica desde el mostrador le atisbaba con dificultad y se puso de pie. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Buenos días
Marcelo. Miguel no esta hoy en todo el día, se fue a Madrid y me dijo que entre
otras cosas tenia pendiente una suya, que venga vd. mañana a verlo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Marcelo
salió de la gestoria entre nubes, sabia que Miguel, cumpliría su encargo con
devoción. Pizpireto y con rapidez volvió sin rodeos a su casa, estaba un poco
desorientado por la noticia y se puso a sacar cubos de agua del pozo para regar
el porche.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La sombra de
la plaza llegaba al bordillo, pero no había nadie que supiera su significado y
los chicos que salían de la escuela de recuperaciones, la pisoteaban como
queriendo gastarla. El reloj marco la campanada y Marcelo desde su casa, volvió
a estar tranquilo. Tendría que preparar algo de comer y el hato para ir con
Nicolás una semana a la huerta. Aquella idea comenzaba a pesarle. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
III</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En Alcázar de
San Juan mucho vino y poco pan, oyó Nicolás en la esquina de la sombra, se
acerco parsimonioso y tres metros antes de llegar al corro, dio los buenos
días.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Buenos días,
señores. ¿Hay hueco?.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
-- Buenos días
–contestaron—siéntese a charlar con nosotros. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Es vd.
forastero, no lo conocemos aquí, preguntaron a Nicolás.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este aprovecho el aire de la
pregunta para sacar un cigarrillo y ganar tiempo la respuesta mientras lo
encendía. La contestación fue harto difícil. Una cosa es un amigo y otra un
grupo de desconocidos, estando el en corral ajeno. Recordaba la reposición de
las campanas, la de la Sierra y la de la Asunción, las imágenes de la ermita en
el mismo 1940.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Al fin
contesto.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--No no, tuve
aquí familia. Quería saber como me puedo acercar a Alcázar de San Juan. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
-- Si no
quiere ir vd. en su coche, dijeron aquellos hombres, como una sentencia, puede
coger la viajera a las 12 y a las 5, que sale de la plaza. Para volver pregunte
al conductor pero creo que la ultima sale de Alcázar a las 8. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás se
levanto y en la plaza tomo la viajera de las 12 de la mañana el aire de su
pueblo se le había hecho demasiado denso, demasiado anclado en el tiempo sin
movimiento y sin palabras. Muy manchego, muy trágico.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Al subir a la viajera sintió un repentino
escalofrió como si todas las miradas que salen detrás de las cortinas de las
puertas, estuvieran clavadas en su cogote, como si los hombres de la plaza hubieran
azuzado a sus galgos contra la liebre que se dibujaba en su nuca. Pensó que no
había sido una buena idea la de volver al pueblo. Si tuviera alguien con quien
acallar sus angustias y sus miedos, alguien a quien entregarse día y noche,
alguien por que velar......</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo de la gestoría, lo de la
gestoría, pensó Nicolás repentinamente, si el puede yo también.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El viaje se le
hizo corto y al llegar a la estación de autobuses se bajo rápidamente con el
carné de identidad en la mano, el de conducir, la cartilla de la seguridad
social y otros papeles que tenia; entro en la primera copistería que encontró.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Buenos días,
señora. Yo busco novia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
Nicolás enrojeció tras haber pronunciado aquella idiotez,
volvió a bajársele la sangre y quedo totalmente pálido. Las palabras no le
venían a la garganta y no sabia como enmendar la situación. En su cabeza todo
fluía en cientos de contradicciones. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Rosa la
dependienta era una mujer cercana a los cuarentena, rubia, vivaracha y de
palabra ágil.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Caballero,
lo primero es que le voy a poner una sillita para que se siente y descanse del
viaje. No se preocupe por nada. Ah y vasito de agua que le doy ahora mismo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Bien con
tranquilidad, ya se que vd lo que quiere, es buscar una novia, y por eso viene
con sus documentos para que yo los fotocopie y ud. poder mandar a quien
convenga su filiación personal solicitando conocer mujeres para buscar novia.
Es así.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Si. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Repuso
Nicolás desde la vergüenza mas absoluta. Un hombre de ciudad como el, cansado
de ir a comercios de ser atendidos por chicas de todo tipo. Un hombre que
conoce los locales de alterne de todo Madrid mejor que las rayas de la palma de
su mano. Los fantasmas y angustias del pasado se aprovechaban de su desazón y
venían en bandada para instalarse en la conciencia, la guerra, los paseos, los
años de escondido, el sótano de paseo de la Habana, su mujer recién muerta. La
soledad de la gran ciudad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Luis el marido
de Rosa, había dejado el otro establecimiento de papelería que tenían en el
centro de la localidad para hacer unas entregas en tres industrias del polígono
Alces, a la vuelta viendo la hora que se le había hecho pasaba a esperar a Rosa
para tomar juntos un aperitivo en el bar de la estación de autobuses e irse a
comer a su casa. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Luis entro en
la copistería se dirigió a Rosa y la beso mecánicamente, diciendo buenos días.
Nicolás sentado en la silla, contesto e irrumpió en un llanto apasionado, el
recuerdo de su esposa le había traicionado y ya le daba igual ser ridículo en
aquel sitio. Nadie lo conocía. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Luis escucho
la historia de aquel extraño suceso del cliente, de los labios de Rosa que se
sintió maternal en aquella situación, Luis miraba al cliente y pregunto a Rosa
si le había hecho las fotocopias. Hechas y empaquetadas estas, Luis cogió del
brazo a su singular cliente y le dijo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Venga
hombre, que le vamos a invitar a una cañita de cerveza, y vera vd. como se ve
la vida de otra forma.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás, medio
repuesto se puso en pie y dio todo tipo de explicaciones a Luis pidiéndole
disculpas, se atuso la polo, de las del cocodrilo, se coloco el pelo con las
manos, se estiro el pantalón marcando, la raya y con un ademán elegante le
pidió a Luis que le precediera en el paso, al tiempo que decía, Doña Rosa,
dígame que le debo y le abono en el bar que dice su marido. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Una vez en el
bar Nicolás se presento formalmente a sus nuevos conocidos, dando pelos y
señales de su historia para disculparse y reconoció que desde que Marcelo le
había dicho lo del gestor, su inconsciente trataba de lo mismo. Efectivamente quería
buscar novia pero no era una propuesta a Rosa, sino una traición que le había
jugado la conciencia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Como se hizo
tarde Luis pidió unos huevos fritos con patatas y una chuletas de cerdo y los
tres comieron un poco en la barra para seguir hablando. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás les
pidió permiso para volver a visitarlos acompañado de su amigo Marcelo, por si
acaso no funcionaba lo de la gestoria. Pensando en que al ser jóvenes Luis y
Rosa, podrían asesorarles sobre sitios y formas, aunque se temía que la
solución era solo una mujer inmigrante. Ninguna española sin haberle conocido
nunca querría tener conversación con un hombre. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Solo la mujer
inmigrante que llegaba a plena aventura y en deseo de instalarse en un nuevo
país, como mejora económica social y de todo tipo, estaría dispuesta a ponerse
novia con un hombre, que ya no cumpliría los setenta y cinco. Era una
realidad. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás
anuncio su retirada de la reunión apretó fuertemente la mano de Luis y mejilleo
con sendos ósculos la cara de Rosa. Un poco babosos le resultaron a ella estos
arrumacos amistosos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En la primera
viajera volvió a su pueblo con la decisión clara de acompañar a su amigo en la
aventura, pero no fue a buscarlo, preparo su coche limpiándolo, mirando los
niveles de aceite y lleno el radiador de agua con anticongelante, comprobó que
tenia una correa del ventilador de repuesto y lo dejo todo a punto para la
excursión del día siguiente. En el fondo el quiso llevar su coche para tener
mas autonomía por si lo de la semana se le hacia demasiado larga o podían alguna noche escaparse a algún
pueblo cercano que aun estaban de Ferias.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Hecho un bote
de leche condensada y una lata de jamón cocido. No quiso echar nada mas para no
molestar a su amigo. Paso a su casa y se acostó pronto incluso sin dedicar su
consabida sesión diaria de lectura.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Rosa y Luis a
la noche, durante la cena, hablaron mucho de lo que les había pasado. Era algo
curioso sorprendente y hasta un reto. No sabían que pensar y opinaron que un
tema anecdótico que se acabaría en ese único encuentro. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
IV</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La mañana
llego pronto Marcelo había madrugado con intención de preparar bien el remolque
enganchar a la Trepadora con sus atalajes, echar una arroba de blanco y todo lo
necesario para hacer una semana en la huerta. No supo que hacer con los aperos
y decidió dejarlos en la caja, hecho un segundo azadón con el astil un poco
suelto, pero ya lo pondría en agua. Seria divertido que los dos cavaran juntos
los tomates y a Nicolas esto que no habría hecho nunca, seguro que lo
entretenía. Se le hizo de día a Marcelo y apresuro las cosas para llegar a
la plaza. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Trepadora y su
carro rojo entraban por el sureste a la plaza, en el pescante a cuerpo
descubierto estaba Marcelo con su boina calada, una camisa de cuadros y un
pantalón oscuro, con sus abarcas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Por el norte
el ruido del seiscientos se acercaba tembloroso. Se saludaron y Trepadora
inicio el camino hacia la huerta. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
No tardaron
mucho en llegar, aunque a Nicolás se le hizo eterno, menudo calenton se había
llevado el cochecete, y como se había puesto de polvo por todos sitios, pero
fue su gusto ir con el coche.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Se bajaron de
los vehículos y Marcelo miro a Nicolás de arriba abajo, con camisa polo
pantalón de milrayas y alpargates de cáñamo de rejilla. Pensó menos mal que me
traído de todo en el hato y hasta un sombrero de paja.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Oye Nicolás
cuando veníamos por el camino he pensado si seriamos dos quijotes modernos,
pero todos los que pasaban por la carretera bien que nos han pitado. Quien será
Don Quijote y quien Sancho, porque Rocinante será la Trepadora, o no.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En esta
conversación se andaban mientras bajaban del remolque la arroba, un par de
costales y un arca pequeña. Los aparejos y herramientas, los dejaron allí,
Nicolás saco las cosas del vehículo y lo pasaron todo a la casa. Marcelo lo
miraba de reojo, no le había gustado que trajera nada, pero si era su gusto.
Dejo después que Nicolás observara detenidamente todas las características de
la casa y de la huerta, los tomates, dispuestos para ser cogidos de las matas,
las vallas, el espantapájaros el pozo con su carrillo, su soga y su cubo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Cogió tres o
cuatro tomates de un mata y lavándolos en el cubo del pozo los partió con la
navaja, del vasar de la chimenea alcanzo un tarro con sal y una alcuza para
aderezar el tomate. De una garrafilla de media cuartilla apuro un jarrete de
vino blanco y del costal mayor, saco una latilla de anchoas que abrió a punta
de navaja. Todo colocado para almorzar, espero que volviera Nicolás.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Al rato y en
vista de que Nicolás no pasaba a la casa, Marcelo comenzó a pensar si no
estaría a gusto su amigo, salió al porche y lo llamo en voz alta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
-- Nicolás
vente que vamos a almorzar un poco.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás llego,
con la sonrisa un poco forzada, y se sentaron ambos en sillas bajas de enea,
para pinchar tomate y anchoas y echar unos tragos. En el ultimo trago de blanco
después de haber rrebañado el caldillo del tomate. Nicolás miro a Marcelo y le
dijo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
--Yo también.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--¿Que quieres
decir? Te he notado raro esta mañana. Y no se que quiere decir, esto que me
dices. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
-- Te lo
explicare que es lo mas fácil y seguro que lo entiendes. La otra noche cuando
me hablaste de Barcelona y de Sevilla, yo me sentí ilusionado. Pero ayer
descubrí que lo que me hace verdadera ilusión, una nueva razón para seguir
adelante, es lo de tener novia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Algo que al principio de tu
decirlo me resulto extraño me ha llenado el pensamiento. Escucha lo que me paso
ayer en una escapada que tuve a Alcázar de San Juan. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por eso esta mañana estaba un
poco distraído y no sabia como encontrar el momento para contártelo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Marcelo
levanto los brazos al aire -Nicolás se asusto un poco- diciendo, vociferando.
Espléndido, estupendo. Te contare yo lo que me pasa y te propongo lo que vamos
ha hacer. Ayer tuve un recado de mi amigo el gestor, diciéndome que hoy fuera a
verlo hoy mismo con el asunto de mi novia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si te parece nos quedamos aquí
esta mañana y a primera hora de la tarde bajamos con tu coche a la gestoria,
para ver mis noticias y le hablamos de lo tuyo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
--Caspita cuando deje de apretar el solano, nos vamos. Como que caspita,
Nicolás que fino te has hecho, cojones que nos vamos a buscar novia los dos
sople el solano o sople el abrego, que mas nos da. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por cierto he pensado que para
comer podíamos acercarnos al río a cazar unos cangrejos y hacer una sopa de cebolla. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
--Tienes cangrejera..............</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Por el camino
de la huerta hacia el rió van, cantando
pasodobles y canciones populares.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Las de Membrilla</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Y las de Manzanares</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Salen todas regulares.</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 106.2pt;">
De Valdepeñas el vino;</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 106.2pt;">
y el aguardiente del Moral;</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 106.2pt;">
y "pa" mujeres
bonitas.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 106.2pt;">
Santa Cruz y la
"Calzá"</div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 106.2pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoBodyText">
Mira una que cantaba el
poeta, en el frente de Madrid.</div>
<div align="left" class="MsoBodyText">
¿Quién Miguel
Hernández? </div>
<div align="left" class="MsoBodyText">
Si hombre si, Escucha.
Aunque creo que es una versión que hicimos luego.</div>
<div align="left" class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 70.8pt;">
Manchegas
generosas </div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 70.8pt;">
nietas
y nietos de Valdepeñas.</div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
Dar a los verdugos fosas </div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
antes de que fosas os den.</div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 141.6pt;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 70.8pt;">
Parid
y llevar ligeras </div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
hijos a los batallones. </div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
Vino a las trincheras </div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
amor a los cañones.</div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 141.6pt;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 141.6pt;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 70.8pt;">
Sembrada
esta la simiente</div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
vuestros vientres darán. </div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
Cuerpos para la libertad </div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.4pt;">
y mentes blancas
como el pan.</div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br />
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
V</div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Miguel levanto el teléfono con
nerviosismo.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Hombre Luis eres tu. Que tal
te va, oye me has hecho las 20 fotocopias de las escrituras de la herencia de
los sobrinos de Doña Rosario. Hombre hazme el favor de llevárselas a Juan
Carlos el del Banco que el me las trae para el expediente y luego yo se las
hago llegar y ponle encuadernadores y archivadores. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Pero Miguel escúchame hombre,
escúchame. Ya he tomado nota de todo, no te preocupes le llevare los papeles al
banco y todo lo demás.</div>
<div class="MsoBodyText">
Mira te he llamado porque ayer nos paso a Rosa y a mi una
cosa mas que curiosa, divertida, y he dicho voy a ver que sabe de esto Miguel.
Porque a mi me habías hablado de un vejete de tu pueblo, que no es el tipo que
nos lloro en la copistería. Seguro estoy de ello.</div>
<div class="MsoBodyText">
Es que no hay hogar del pensionista en tu pueblo. O es que
han cerrado el barrio de Tomelloso.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--No seas cachondo Luis.
Jajajajaja. Ya se de lo que me hablas es que son dos amigos de juventud que
vivieron en la guerra y la república juntos y ahora el tiempo los ha vuelto a
reunir. Pero no es ninguna epidemia. Me contaron que había venido Nicolás, yo
no lo conozco, podría ser mi padre y casi mi abuelo, pero sus andanzas y sus
mitos si me habían llegado.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Mira he quedado con Marcelo
para hoy, pero no lo voy a recibir hasta la tarde, para hablarle de aquella
muchacha cubana que me contaste. A ver si le interesa conocerla, pero seguro
que se presenta con Nicolás.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Esta bien Miguel a las 8 de
la tarde estoy en tu oficina y hablamos de todo con ellos. Estos viejos
pillos seguro que se arreglan con las mujeres cubanas y nos dejan en paz a todos.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
VI</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Que rica la sopa de cebolla,
como la has hecho Marcelo, me ha vuelto
a la niñez, sus sabores, me acuerdo de una tarde de invierno con olor a
sarmientos tenia el mismo sabor el mismo calor y regocijo. Que rica que me
sabido. Que mala suerte hemos tenido con los cangrejos, solo siete y no son
gran cosa.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
-- Con los cangrejos lo que vamos
ha hacer es esta tarde cuando bajemos al pueblo dárselos a Juanin en su bar
para que prepare una buena olla que hace todos los sábados con los cangrejos
que durante la semana le vamos dando unos y otros. La tarde del sábado los pone
al publico y a veces hay cangrejos para medio pueblo, pero en esta época suelen
cazarse poco. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
--Has oído en el parte, me ha
sorprendido que estén otra vez a vueltas con el asesinato de Trosky. Mercader
lo mato con un piolet, en su fortín de México hace cerca de cincuenta años y el
estalinista español, murió hace algo mas de 10 años, nunca abrió el pico, ni en
las cárceles mejicanas, ni en los exilios moscovitas o habaneros. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Yo conozco muy
bien el tema, porque con la transición Luis Mercader el hermano Ramón, volvió a
España y coincidimos muchas veces en algunos lugares, para mi era una tarde mas
hasta que descubrí que este era hijo de Caridad del Rió, la estalinista,
aquella que antes de la primera guerra, ya se atrevía a volar en avión. La de
aquella frase histórica de las luchadoras españolas. “ Yo solo sirvo para
destruir el capitalismo, no para construir el comunismo”</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Si todos
hubieran pensado así.........</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Claro, Luis
era uno de los niños de Rusia, lo que conocía era de primera mano y
privilegiado. Pase muchas horas charlando con el, en los primeros días que
llego a Madrid, fue un personaje, pero a los dos meses no lo conocía ya nadie y
se refugio en un café que yo frecuentaba, seguimos hablando mucho tiempo, de
todas las cosas de estos malogrados cincuenta años. A veces se entrevistaba con
la actriz Sara Montiel, nuestra paisana que accedió a tratarme junto a Luis por
mi origen manchego e ideológico, cuando Sara había estado en México haciendo
cine, visito varias veces a Ramón Mercader en la cárcel, acompañando a personas
cercanas a círculos comunistas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Yo creo que
Luis estaba dispuesto a escribir un libro sobre su vida y rescatando la figura
de su hermano, para borrar su imagen de seductor y agente soviético. Siempre lo
vio como un hombre muy de su tiempo enamorado de Nueva York. Nunca podría saber
como ocurrió y porque mato a Trosky.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Nicolás,
cuanto has vivió en Madrid. Ahora vamos a preparar para ir al pueblo y ya
vendremos a hacer noche.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Cogieron las
llaves de la casa y tirando de la cuerda de la puerta hecho la llave Marcelo,
se subieron al coche y puesta la radio comenzaron a caminar hacia el pueblo. El
camino se convirtió en carretera y esta en calle, las campanas de la iglesia
volteaban como avariciosas de comerse el aire de la tarde en sus enormes bocazas.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Sabes a que
tocan las campanas, Marcelo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Creo que a
muerto, pero nos se que tipo de muerto, creo que es a transito de gloria. Eso
es que debe de haber muerto algún recién nacido. Es un toque que solo se oye de
allá para cuando y a veces me confunde con otros de muertos, el pueblo hay por
lo menos cinco o seis toques de campanas relacionados con los muertos. Ya ves
lo que es la vida de los pueblos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Buenas
tardes, como me dijo vd. Que volviera hoy, aquí estoy con un amigo para ver a
Miguel. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Muy bien,
siéntense un poco, porque don Miguel hasta las ocho y media no puede recibirle.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--No nos vamos
y ahora volvemos a la hora de la entrevista. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás y
Marcelo, no podían imaginar la sorpresa que les esperaba en el despacho de
Miguel. Y pasearon un poco para hacer hora.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
VII<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Luis, vas a
echar gasolina en Barataria o tendremos que empujarle a este trasto para poder
subir la cuesta del Bernardillo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
-- Bueno,
bueno Rosa, déjame o mejor conduce tu, que vas mas tranquila y vamos mas
seguros. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Si anda
bájate, que me ponga yo al volante.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Rosa y Luis
caminaban a su cita con Miguel acompañados de Ofelia y Amparo del Río, las
hermanas cubanas que esperaba Miguel para presentar a Marcelo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Las hermanas
del Río, vivían hacia diez o doce años en España, vinieron con poco mas de
treinta cumplidos, para cantar a dúo en las orquestas de música de baile.
Trabajaron en toda la costa del sol y la costa levantina. Se Presentaron en
Madrid y Barcelona en las salas de baile. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Incluso en los
primeros años ochenta, aquellos que decían del pelotazo, y la movida, grabaron
un maxisingel con pregones, guajiras y boleros cubanos, que pincharon
repetidamente en radio 3 y cantaron repetidas veces en las fiestas populares.
“Las del Río. Música del caribe”. Decían los carteles que anunciaban sus
espectáculos, </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Ofelia y
Amparo tenían mucha suerte, cuando no trabajaban de artistas, lo hacían en las
orquestas, o en grupos de baile caribeño, incluso daban clases de salsa y otras especialidades en una discoteca con
la que llegaban a un acuerdo con el dueño, bueno en realidad en varias,
ofreciendo sus clases por los pueblos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Ingresos no
les faltaban y viviendo juntas como solteras aun menos, se permitían el lujo de
mandar, todos los meses una buena cifra de dólares a Cuba para proteger a su
familia, a su madre y a la hija que tuvo en su juventud en Cuba, la nena tenia
ya 15 años y necesitaba muchas atenciones</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
*</div>
<div class="MsoBodyTextIndent">
Tocando a animas en las campanas de la iglesia, los
siete sentaban en el despacho de Miguel.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los primeros momentos fueron de
respetuoso miedo a la desconocido, Nicolás estaba superado por la situación,
Marcelo claramente ilusionado. Ofelia y Amparo a las que Luis y Rosa les tenían
explicada toda la situación, rectas en las sillas sonreían atentamente a todo
lo que ocurría.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Miguel los
saludo a todos y con animo de acelerar la situación, dijo. Bueno como todos
sabéis, yo aquí estoy haciéndole un favor personal a mi amigo Marcelo y no
tengo nada que ver en ningún otro aspecto en esta reunión, Mi único propósito
es que Marcelo conozca a las hermanas
del Río, de las que recuerda sus canciones en la radio y en los discos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Luis y Rosa
después de saludar a Nicolás que mejellio a Rosa como si fuese su sobrina,
dijeron que tenían que hacer unos negocios en el pueblo y que tardarían un rato
antes de irse. Nicolás agradecido por lo del día anterior, les dijo que se
dedicaran a sus cosas sin ningún problema que el mismo y Marcelo acompañarían a
Ofelia y Amparo a su pueblo y a su casa. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Miguel se levanto
como un rayo. Mi función esta cumplida Marcelo ahora el tema es tuyo y de tu
amigo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Los cuatro
salieron del despacho y comenzaron ha hablar mucho, Ofelia hablaba con Marcelo
de la isla, de Cuba de las gentes de la vida con Fidel, de su familia de sus
antepasados, del recuerdo sentimental que tiene aun el cubano sobre el
colonialismo español, y Marcelo escuchaba boquiabierto, las descripciones de
los paisajes, la vida del puerto y los cafés. El trabajo en las plantas
tabaqueras, el liado de cigarros y la lectura de periódicos. Marcelo no tenia
palabras, solo ojos para mirar la exhuberancia contenida de Ofelia y oídos para
escuchar la musicalidad de sus relatos.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nicolás y
Amparo, hablaron de música de actuaciones de, la vida de los artistas de la vida
en las discotecas y los hoteles donde Amparo trabajó. Nicolás que era gran
conocedor de la noche madrileña alardeaba con ella de su conocimiento que
impresionó a la cantante. Nicolás asimismo ensimismado, llamo a Marcelo que
estaba a su lado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Marcelo tendremos
que cenar algo, porque ellas igualmente tendrán hambre. Te parece que vayamos al sitio ese donde
ponen los cangrejos que algo tendrán para picar y si no que nos hagan unos
huevos revueltos con pimientos y patatas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Las hermanas
quisieron excusarse pero la insistencia de los dos amigos, no tuvieron mas
opción que aceptar. Aun así Ofelia apunto, si tomamos algo y nos retrasamos
Luis y Rosa se van a marchar sin nosotras y habrá que ver si nos volvemos a
casa o hay aquí donde dormir.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo
ofreció su casa, una casa grande y bien situada y les propuso darle la llave a
ellas y irse ellos a casa de Nicolás o a la huerta que estaba sola la Trepadora
y tenia sus necesidades de alimentación y limpieza.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Aclarada la
situación llegaron al bar y bebieron vino con sifón, mientras comían calamares,
careta, chorizos y morcillas. Juanin tenia de todo en el bar y ellos pensando
en el revuelto de huevos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Ofelia explicó
a sus amigos que ellas eran biznietas bastardas de un alto mando militar
español que abandono la isla con los sucesos de 1898, que su familia nunca
quiso hacerse eco de esta circunstancia, pero eso justificaba su escaso
mestizaje. A ambas les hubiera gustado buscar la pista de su tatarabuelo, pero
ya después de tantos años en España
perdieron el interés. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
VIII<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Pasaron juntos
toda la semana que Nicolás tenia comprometido con Mauricio estar en la huerta.
Nicolás tuvo que volver a Madrid y encontró un trabajo estable para Amparo,
como cajera en una wisqueria de la calle Orense, cercana a su portería.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo y
Ofelia se siguieron viendo durante unos meses con la especial ayuda de Luis y
Rosa que los recogían de sus pueblos y los llevaban a bailar a las discotecas
mas marchosas de la comarca. Ofelia pasaba temporadas en casa de Marcelo, cada
vez con mas frecuencia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Y alguna vez
fueron juntos a visitar a Nicolás y Amparo. Pero Marcelo prefería quedarse solo
en Villarrubia cuando Ofelia se acercaba a ver a su hermana en Madrid.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo todas
las mañanas se encontraba con Servula como de costumbre.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Buenos días </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Buenos días
Marcelo, que bien te veo le dijo Servula.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo
aprovecho la ocasión para explicarle a Servula que estaba pensando en casarse
con Ofelia y le pidió que le ayudara a atender la casa, porque para el era
mucho lió con la huerta los animales y todo los demás y Ofelia no estaba a
acostumbrada a las costumbres de las
casas grandes de los pueblos. Al fin y al cabo ara artista y quería ayudarle
con la huerta a Marcelo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Servula que
había albergado aun las ultimas esperanzas en su pecho de conquistar a Marcelo,
hizo un esfuerzo para sobreponerse, tragando una de las salivas mas amargas de
su vida. Pero su pasión cincuentenaria
por Marcelo le obligo a aceptar aquella propuesta. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
--No te preocupes Marcelo, a
partir del día uno dejo la casa de Doña Mariana la maestra y me dedico a la
tuya que buena falta le hace, y si hay que prepararla para boda, dímelo con
tiempo que no quiero yo que nadie piense que vas a ser un Adán, que una cosa es
la vida de soltero y otra la de hombre casado.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo paso
dos o tres días sin ir a ver a Ofelia y dándole vuelta a aquella conversación
con Servula. Una tarde cogió la viajera para Alcázar y se presento en la tienda
de Rosa. La mejilleo y le dijo que quería casarse con Ofelia y que le gustaría
que Luis y ella lo aconsejaran y fueran uno de los padrinos para que el otro
fuera o Nicolás o Amparo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Rosa llamo a
Luis por teléfono que andaba como siempre sirviendo pedidos y a su vuelta
hablaron con Marcelo detenidamente. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La idea de
Marcelo en esta entrevista fue pedir opinión a sus amigos y casi hacer un acto
de pedida de mano de Ofelia o de consentimiento de los amigos. Luis le explico
a Marcelo la vida de estos años, la difícil relación intergeneracional, las
necesidades de los países no europeos, tanto económicas como sociales. Le puso
de ejemplo a su amigo Nicolás que vivía desde pocos días después de conocerse,
felizmente con Amparo, cada uno en libertad y respeto, pero con independencia
económica y sin compromiso alguno.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Rosa le hablo
abiertamente a Marcelo, de lo difícil que es que prenda la llama del amor en
cuerpos ya secos por el paso del tiempo, y que las grandes diferencias no son
tanto de la edad sino como de las necesidades de situarse en la vida con los
suyos que tiene cada uno. Marcelo escucho con atención todas las opiniones de
Luis y Rosa y dio muestras de comprender perfectamente lo que le decían. Pero
aun así expuso a continuación sus sentimientos y su ilusión por Ofelia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
No satisfecho
de sus explicaciones Marcelo, a los pocos días escribió y envió la siguiente
carta a Luis y Rosa.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Estimados amigos Luis y Rosa. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Espero que
al recibo de la presente, os encontréis bien Dios mediante, aquí bien. Os
escribo estas cuatro letras para explicaros después de escucharos, cuales son
mis intenciones respecto a Ofelia del Río.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Probablemente
mis mejores amistades hoy seréis vosotros y el entrañable Nicolás, yo he tenido
una vida larga y difícil que quisiera resumiros brevemente para que comprendáis
mis intenciones. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>En mi
pueblo Villarrubia de los Ojos del Guadiana, han pasado siempre muy pocas cosas
de importancia, la raza de toros Jijones que desapareció poco a poco después de
dar toros a los mejores festejos y los líos de Pedro Girón que murió aquí a
finales del siglo XV cuando tenia que casarse con la que luego fue Isabel La
Católica.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i> En
los mas oscuros recuerdos de mi familia, se remonta este hecho. El caballero
Girón preño a mi tatarabuela de hace 18 generaciones, naciendo un vástago
bastardo que fue criado a las afueras de la villa, Pedro Giron testifico y
murió en Villarrubia, pero mi familia quedo con la crianza que paso de
generación en generación. Durante estos quinientos años ha habido momentos de
todo, cuando el bastardo de Colon, su hijo Hernando el de la cordobesa, vino
por aquí haciendo la Cosmografía. Conocía el tema y visito a mi familia.
Igualmente paso con Juan José de Austria, el prior sanjuanista hijo de la
actriz Maria La Calderona. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Esta
situación tuvo otros momentos angustiosos durante las dos ultimas centurias. En
mi casa de la que soy el único descendiente, esto se ha vivido, seguramente de
manera equivocada, como una peste. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>En los
primeros años del siglo mi abuela y mi madre vivieron como de luto
permanente. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Mi tío
soltero, ya que solo se casaba un miembro
de cada generación, decidió destacar en los sindicatos católicos. Dado el
futuro de España que se preveía. Siendo yo un niño se me inclino a formar parte
de los movimientos de clase obrera y a militar en las juventudes libertarias. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>El resto de
las cosas de mi juventud las conocéis a través de nuestra relación con mi amigo
Nicolás. Mi tío fue paseado y con la perdida de la guerra como único varón de
la familia y por la declaración de algún terrateniente se me respeto la vida,
condenándome en vida ha hacerme cargo de la hacienda y no poder salir
libremente de Villarubia. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Ciertamente
a mi no me condeno nadie , fui yo solo quien se retiro a la huerta, quien
abandono las relaciones con las amistades y se aparto delas mujeres del pueblo.
<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>He vivido mas de cuarenta años
avergonzado de mi mismo, esforzándome por producir los mejores tomates,
pimientos, berenjenas y melones de todas
estas tierras. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Nadie sabe
que he vivido miserablemente con el producto de la mitad de la cosecha. La otra
mitad la he vendido y la hecho llegar mediante Mujeres Libres, una organización
de la época republicana, a los núcleos de mujeres antifascistas que lucharon en
el frente de Madrid. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Una de
aquellas marcho al exilio con el fruto nonato de nuestro amor, estuvo en los
campos de concentración franceses y alemanes, nació nuestro hijo. Pero no he
podido desde 1940 tener noticias de ellos. Mis envíos a Mujeres Libres durante
años y a CNT en Paris después fueron siempre bien acogidos, pero no he podido
saber si ellos viven y como se encuentran.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Mi otro
hijo, el que todo el mundo conoce, esta fuera de mi alcance como padre, hasta
el punto de que solo hablo con mi nuera cuando me pide dinero poniendo de
excusa a mi nieto Dimas, que debe haber hecho la comunión diez o doce veces. Si
algo consigo guardar de mi hacienda, será directamente para este nieto, al que
prácticamente no conozco, según reza ya en mi testamento. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Como veis
nada me puede hacer mas daño en la vida, se que Ofelia tiene una hija sin padre
y esa situación me reconcome, necesito contribuir, a la vida de esa niña. Pero
Ofelia no debe saber nada de esto nunca, si así fuera se aprovecharía de mi
ñoñeria.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>Creo que
ahora entenderéis mi necesidad de casarme con Ofelia y se que series
respetuosos conmigo. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-weight: normal;"> <i> Vuestro amigo. Marcelo</i></span><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Luis y Rosa volvieron a leer la
carta dos o tres veces, quizás impresionados por las declaraciones de Marcelo o
deseosos de retenerla en la memoria y deshacerse de ella quemándola. </div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Sin palabras los dos no
comentaron mas el escrito y Rosa, lo quemo con un mechero que llevaba siempre
en el bolso.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Esperaron a que llegara el
sábado y reunieron a Ofelia y Marcelo como si no pasara nada. Luis en un
apartado le dijo a Marcelo que esa noche era un buen momento para que se
declarara y la pidiera en matrimonio. </div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
IX<br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Marcelo, nervioso y preocupado
cumplió su deseo que se vio recompensado con la conformidad de Ofelia.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Se hicieron los preparativos de
la boda, del convite y la tornaboda. Marcelo no quería ser muy generoso en el
vuelo económico de la celebración, sobre todo por no despertar la liebre del
capital que custodiaba. </div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Se casaron en Villarrubia y
cenaron en casa de Juanin, de manera muy intima, les acompaño Miguel, Nicolás y
Amparo, Rosa y Luis. Nadie mas quiso invitar a la boda Marcelo a los de su
pueblo para que hablaran con razón, y a los de otro sitio porque no tenían
relación suficiente con la pareja. </div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Comieron, bebieron y rieron
mucho. Bueno mucho, lo propio de su estado y edad. Nicolás y Amparo lo pasaron
estupendamente, le habían pedido a Marcelo la llave de la huerta y después de
la juerga fueron allí a dormir, especialmente para dejar libre la casa de
Marcelo y porque la de Nicolás estaba cerrada tanto tiempo que no pudo ni abrir
la puerta para entrar. </div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
*</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Servula ceno copiosamente, sola
, eso si en casa de Marcelo. Se revistió poniéndose un delantal blanco con muy
poca puntilla, tenía azuzada la lumbre con una olla de agua caliente. Había
limpiado y preparado el mayor de los calentadores de la casa. Vivo el fuego de
las ascuas para calentar la cama cuando llegaran, incluso preparo para la
ocasión, un poco de cortezas secas de frutas e incienso para perfumar la alcoba
y la antealcoba antes de acostarlos. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Sus ojos se cobraban poco a
poco el teñido color morado, como la gitana, de llorar. La boda del hombre que
hubiera querido para ella,.......Y aun así cumplía su encargo de ama de llaves
con un celo impoluto, era una mujer sin hiel en el cuerpo, como podría ser
mujer de un hombre con su orgullo. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Mancho de lagrimas un par de pañuelos
y atuso la turca montada en la antealcoba para su reposo. Lo tardío de la noche
y el cansancio del exceso de trabajo del dia le obligaron a dar unas cabezadas.
De madrugada llegaron los novios y Servula que tenia un sexto sentido, se
despertó con tiempo suficiente para lavarse un poco, perfumarse y peinarse,
para salir a recibirlos al portal. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Buenas noches y muchas
felicidades señora.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Buenas noches y muchas
felicidades señor.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Desean que les caliente la cama
y les perfume la habitación. He dejado junta ala jofaina un perico grande y en
la mesita hay agua de azahar. Si necesitan algo estaré en la antealcoba.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Muchas gracias Servula como
tu lo hayas dispuesto, estará todo bien.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Para desayunar, he preparado
chocolate y haré unos churros, a que hora debo servir el desayuno. </div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--A las 11 Servula a las 11
muchas gracias por todo dijo Marcelo y se retiro con Ofelia al tálamo. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
La vida de los recién casados
se desarrollaba con alegría y Servula, estaba siempre atenta a las necesidades
de Ofelia y de Marcelo. Ambos trabajaron la huerta durante los primeros meses y
Ofelia le pidió Marcelo que comprara un vehículo familiar para ir a ver a su
hermana y a Nicolás.</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Al principio Marcelo viajo con Ofelia a Madrid
varias veces pero el prefería quedarse en la huerta trabajando o simplemente
contemplando la sierra mientras ella visitaba a su hermana.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Una noche volvió Ofelia de
Madrid con el rostro brillante iluminado
de ilusión, había vuelto a encontrar con su hermana a un promotor que les
ofrecía volver a cantar boleros y grabar un nuevo disco, lo había conocido en
la wiskeria donde su hermana trabajaba de cajera. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Marcelo no estaba a gusto con aquella situación y aunque
conocía que Ofelia todos los meses le arrancaba parte de los ingresos para
mandarlos a Cuba, le propuso que se olvidara de la vida artística y trajera de
Cuba a su madre y a su hija. Ofelia lo pensó durante muchos días y decidió que
seria una buena idea traerla a vivir a España, pero no a Villarrubia donde
pensaba que la vida de su madre seria muy angustiosa y escasa de posibilidades
la vida de su hija.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Marcelo con tal de no perder la
oportunidad de contribuir al bienestar de la niña, acepto a comprar un
apartamento en Madrid para que vivieran allí la madre y la hija de Ofelia y
pudieran ser visitadas por esta y su hermana.
</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Se puso en contacto con Nicolás
a quien le contó su propósito, en una reunión que mantuvieron solos sin que
nadie lo supiera. Nicolás conocido el propósito le recomendó encarecidamente
que no hiciera eso, que para ello tenia que vender casi la mitad de la hacienda
y quedarse solo con la huerta y la casa del pueblo.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Además Marcelo, tu principal
propósito aun no viene ni anunciado y si sigues así tu heredero solo heredara
tu chaleco de madera, y el esfuerzo de tu vida no habrá servido de nada. Creo
que en todo caso debes alquilar y no tomar una postura tan definitiva.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Marcelo angustiado como nunca
por la situación busco consejo en Luis y Rosa que coincidieron ampliamente con
Nicolás</div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
X</div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Una anochecer Marcelo pidió a
Servula que los dejara solos en la casa, esta se extraño mucho de la
circunstancia, pero se marcho a su casa ya cerrada desde cerca de un año. Las
palabras de Nicolás de Luis y de Rosa, estaban mas frescas que el día de las
conversaciones, Marcelo tenia decidió lo que quería hacer y solo le quedaba
soltárselo a Ofelia que no sabia como se lo iba a tomar. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
El ruido del motor se detuvo en
la portada de la casa, Ofelia venia de Madrid como casi todas las noches y
entraba muy bien vestida y perfumada por la cancela, ya traía puesto otro
vestido nuevo con bolsos y zapatos a juego y bamboleaba las llaves del coche en
la mano izquierda. </div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Marcelo se acerco a ella para
besarla y Ofelia puso la mejilla izquierda, pensaba que él no se había dado nunca
cuenta, pero él acostumbrado al campo sabia que además del perfume el aliento,
de su boca olía a wisky. Y de sus manos se desprendía un olor sordo potente que
la obligaba a lavarse con mucho jabón en cuanto que entraba en la casa. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Marcelo nunca quiso pensar en
los locales de carretera que abrían sus puertas a primera hora de la tarde en
la carretera de Madrid, incluso cuando hablaba con Nicolás nunca le preguntaba
cuantas veces veía a Ofelia de las tantas tardes que ella viajaba para ver a su
hermana.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Se sentaron los dos a cenar,
Ofelia ni siquiera hecho de menos a Servula, simplemente comió del plato y miro
a su marido. Él apenas probo bocado, solo bebió unos sorbos de agua antes de
comenzar ha hablarle su mujer.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--He pensado mucho lo que
hablamos el otro día de comprar un apartamento en Madrid para que vengan de
Cuba tu madre y tu hija. Incluso he hablado con Nicolás para que empieza a
buscar algunas oportunidades, porque yo realmente solo se plantar tomates y me
pierdo en todas esas cosas de la gran ciudad. </div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Pero he pensado aun mas sobre
este asunto, y veo que desde que nos casamos, tu forma de vida a superado a la
mía en todos los sentidos, y no es que este a disgusto contigo, he gastado en
tus caprichos y tus envíos mucho mas que en cualquier otra cosa a lo largo de
toda mi vida. </div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Tu deseo de reunir a tu familia
me parece muy respetuoso, y tu idea de que vivan en Madrid, claro a mi cargo,
me parece también muy oportuna por tu parte. Incluso que vuelvas al mundo del
espectáculo con tu hermana, siempre será mejor que andar por wiskerias y los
cabaret aunque sea de cajera.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Todo es para mi un proyecto
posible y que estoy dispuesto a acometer.</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
--Aaaa cariñito, lo que te
quiero que bueno eres conmigo. Pronuncio Ofelia mientras masticaba ampliamente
unas chuletas de cordero. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
-- Ahora quiero repasar contigo
como marido y mujer, en que ha cambiado mi vida desde que nos casamos, cuanta
felicidad has traído a mi casa y en que situación nos encontramos. </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Aaaa
cariñito, lo que te quiero que bueno eres conmigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Desde que
entraste en mi casa, mi hacienda a disminuido prácticamente a la mitad y
tenemos un coche que yo no he conducido nunca y solo habré subido en el diez o
doce veces a lo sumo. En tu armario solo hay tres o cuatro vestido aunque
compras mas del doble cada mes. Las joyas y relojes de los que te has
encaprichado se te pierden sin solución de encontrarlas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En mi armario
están los dos trajes de siempre las misma camisas y los mismos pantalones.
Tengo en el bolsillo sin correa el antiguo reloj de mi padre y sigo sin fumar,
beber o jugarme los cuartos como algunos a puerta cerrada en los bares. Bien es
verdad que me has traído unas gorras de colores chillones con letras que no se
pueden leer y grandes viseras, que yo he ido arrinconando, porque con ellas
puestas ni siquiera crecen las plantas del tomate si me ven. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Aaaa
cariñito, lo que te quiero que bueno eres conmigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En su día te
dije que compraría el apartamento de Madrid, y lo voy hacer. Pero lo mas
importante de mi vida contigo era tener un hijo, un heredero de mi estirpe, y
no creo que pueda ni estar anunciado la posibilidad de tener un hijo juntos,
tomas demasiadas píldoras de todas clases y cuando no te duele la cabeza, no
son días propicios o has tenido muy mala tarde. En fin desde que casamos solo
hemos podido intentarlo media docena de veces, con mas prisa cada vez y muy
poca dedicación. También es cierto que no me puedo quejar de tus caricias de
tus atenciones de tus arrumacos y tus coqueteos. Todos me resultan mecánicos, a
destiempo y para pedirme cinco mil duros mas cada vez que te acercas a mi
cuerpo. Alguna vez he pensado si seria una tarifa. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Aaaa
cariñito, lo que te quiero que bueno eres conmigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Ofelia ahora
es mi momento. Te compro el apartamento, solo cuando firmes los papeles del
divorcio.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Aaaa
cariñito, lo que te quiero que bueno eres conmigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Aaaa
cariñito, lo que te quiero que bueno eres conmigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Ofelia se
levanto de la mesa, fue a lavarse mecánicamente las manos y desde lejos se
dirigió a Marcelo. No tardes mas de un mes en preparar los papeles, que se
acaba una oferta de viajes de Cuba y por el precio de dos, se puede venir
también Eliades, mi novio el padre de la niña.<br />
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
XI</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Marcelo se
quedo descompuesto, se levanto de la mesa y miro hacia el tálamo, las lagrimas
sin ruido solo con sabor amargo de caballero español, le bañaban en cascada las
mejillas, incluso mojaron el pecho de su camisa blanca. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Se dio la
vuelta y sombrío sin sentido salió a la calle, como si se hubiera levantado mas
temprano que ningún día dirigió sus pasos a la iglesia. Absorto recordó su
vida, en un mismo momento pasaron por sus ojos las peores balas de la vida. Su
cuerpo se paro a unos metros de la casa de Servula como hacia antes cuando
caminaba a ver a las beatas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Que pensaría
ella de todo esto, echarla de su casa para hacer esto, habiéndose portado como
nadie se había portado con el en la vida. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Estuvo unos
minutos pensando si llamarla para hablar con alguien de su desgraciada vida de
hombre casado. En el pueblo todo estaba prácticamente a oscuras solo algunas
lámparas en las esquinas de las calles, en la noche no quedaban ruidos de
ninguna clase, a lo lejos algún coche en la carretera, los ladridos de un perro
en los corrales del ayuntamiento y el percutir de sus pies sobre el adoquín que
pisaba como avanzaba hasta la puerta de Servula. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Al final
levanto el brazo y llamo a la puerta con la mano abierta, dos golpes la primera
vez y otros dos la siguiente. Pasados unos minutos Marcelo se dio la vuelta
para abandonar su desesperado intento de buscar el amor. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
--Marcelo. ¡Te
están engañando¡ </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Sonó la voz
clara de Servula desde el portal de la casa, con la puerta entreabierta y a
oscuras. Marcelo se volvió en un ultimo aliento de recuperar la ilusión por la
vida. Servula, como nunca, recién peinada y perfumada, vestida con una bata de
grandes flores y la mirada brillante le invito a pasar. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En voz baja le
susurro al oído, si no podemos tener ningún hijo, recogeremos a Dimas.<i><o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-70628724803807683212019-12-12T19:58:00.000+01:002020-06-14T19:40:33.407+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="color: #ff6600; font-size: 28.0pt;">Tarde de merienda <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">De tu casa a la mía<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">No hay más que un paso.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Pásalo tú si quieres,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Que yo no lo paso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Vidal y yo vivíamos en la
zona de la puerta Cervera y solo los domingos y algunos días de fiesta,
cruzábamos la Castelar, (única medula espinal alcazareña).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Vidal con su pantalón de pana corto y la camisa de
franela a cuadros rojos y negros bajo la pelliza, paseaba los ratos de aquellas
tardes de finales de Febrero, entre sorbitones de su resfriado y las canas de
casi mozo. De vez en cuando para matar el tiempo, cachete a los más pequeños y
palmada a las chicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Los hombres llegaban cada día mas tarde de podar las
cepas, aprovechando la largura vespertina y a riesgo de tener que desterronar,
por las próximas lluvias, los más aventurados estaban ya dando las primeras
labores de arado a las viñas. Pero aun era pronto para ajustar peonadas de
ayuda para el campo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Los chicos grandes como hacia menos frío y las jornadas
eran mas largas, se iban en busca de las cigüeñas a los olivares del cerro y a
jugar a pídola al sitio nuevo de la ermita de San Isidro, que tenia barrotes y
telas metálicas en los huecos por donde se podía mirar, ese aspecto de
prisión la hacia muy interesante. Yo
algunas veces me iba tras de ellos y si guardaba cierta distancia me dejaban acompañarles;
los chicos entonces nos escapábamos del pueblo por la calle del Recreo como si
su trazado recto y ancho se tratara de un corredor que nos sacaba al campo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Uno de los mayores peligros de esos campos de mi infancia
eran los numerosos pozos, todos peligrosísimos y a los que nunca nos
acercábamos, especialmente después de haberlos cegado de piedras y palos hasta
el brocal, en comunal batalla. Otras veces la señal de conquista del pozo era
coronarlo con un gato muerto para aviso de otras pandillas de chicos que
visitaran nuestro territorio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> En las casillas de las laderas, como si se tratase de
ruinas de grandes fortalezas, tenían
lugar complejas y largas ceremonias de hermandad y amistad. En sus cimientos se
enterraban las ratas y los lagartos capturados en los alrededores de la Plaza
de Toros y la Balsa el Andaluz. Los lagartos también se cazaban por las
Abuzaeras, en cualquier caso se utilizaban para ello arcos fabricados con ramas
flexibles y gramantilla que disparaban
flechas preparadas con las varillas de los paraguas viejos. De ahí que los
paraguas fueran un preciado tesoro que los chicos no queríamos dar nunca a los
lañadores que paseaban voceando sus servicios por Alcázar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> En estas casillas abandonadas se establecieron los
palacios imperiales de aquellas pandillas, allí cuidaban sus tesoros y
disfrutaban las ideas aprendidas en los tebeos de Hazañas Bélicas, El Jabato,
El Capitán Trueno, o Roberto Alcázar y
Pedrin.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Vidal y yo enterrábamos en
una caja de hojalata que en su tiempo tuvo carne de membrillo, unas hojas
sueltas de Las Mil y una Noche que encantaban nuestras cabezas de serpientes
por las medinas y los zocos repletos de perfumes y dulces dátiles frescos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Los mayores nos decían que tuviésemos mucho cuidado con
el cerro, que por allí pasaba el Camino de Murcia a poco menos de media legua del pueblo y que
al acabarse allí el pueblo se entraba en los Campos de Criptana. Seguramente
hoy no sorprende esta situación ni a niños ni a mayores; pero en aquellos
días con nuestros héroes de tebeo en los
bolsillos y los misterios de la sierra cercana, nuestra pregunta era constante:
¿Qué podía ser eso de que se acababa Alcázar y que detrás del cerro estaban los
Campos de Criptana?.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Algunas tardes que no nos atrevíamos a recorrer la calle
del Recreo, nos sentábamos en la acera, mirando hacia el final del pueblo y
consolábamos nuestros deseos en ver pasar los trenes. Los mismos que
trayéndonos tantas cosas nos escondían siempre y nos transportaban a tierras de
aventuras de indios y de romanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">* * *<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No se si fue un día de Santa Agueda, la que las fiestas
arrebaña, o de Santa Apolonia, cualquier tarde primeros de Febrero, hacia poco
que habíamos recogido gavillas en el campo para las hogueras, y en las casas
aun quedaban en las orzas tortas en sartén, algo zapateras pero muy ricas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Los chicos mayores a primera hora de la tarde hacia las
dos, se juntaban al sol en la serenidad de la plaza de la casa de Cervantes,
fumaban unos pitos que habían comprado sueltos en el estanco del ciego y apostaban emblemas y escudos a ver quien
salía antes del verano en el Boletín Municipal por mearse en la calle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Vidal y yo le habíamos quitado a su hermano mayor la
navaja; en el talego de cuadros azules y blancos de mi padre, habíamos echado
chorizos, queso y las dos orillas de un pan blanco. Nosotros se lo queríamos
contar a los mayores, pero entre sus valentías por conseguir multas y no
sabíamos que, de los leotardos de la
Rosario; en vez de escucharnos nos
dieron un par de sopapos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Un poco enfadados sobretodo porque no iban a conocer
nuestra aventura, cruzamos la placeta camino del Torreón del Cid, para buscar
la calle Recreo e iniciar nuestra aventura. Al cruzar por delante de la
serrería se nos ocurrió coger un palo a cada uno, y Vidal me dijo: Nos vamos
chaval, nos vamos a los Campos de
Criptana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Nos vamos solos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Yo que estaba deseando, tire el talego hacia arriba en
señal de alegría y volví a recogerlo de un salto en el aire.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">Nuestro mayor temor eran los
pozos. Quizás ahora me he dado cuenta de que en la niñez se fantasea con todo,
se mezclan la fábula y la realidad y los niños viven en un mundo artificial;
real para ellos. Donde lo más importante es que cada niño crea su mundo para su
satisfacción, dando rienda suelta a la imaginación y acomodando la vida a su
gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Por eso los mayores no queremos dejar de ser niños aun
siendo muy mayores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> De esta manera sin entretenernos nos lanzamos a la
conquista para Alcázar de los Campos de Criptana, y por el camino nos amedrentaba
la idea de campos llenos de pozos, y si estos se llamarían de Grita Ana por un
antiguo e inconfesable suceso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> El camino estaba llano, seco y bien delimitado, como todo
lo manchego. No había posibilidad de extraviarse. Nada mas salir cruzamos la
vía que era ya la separación total de Alcázar, aun reconozco el sabor amargo
del aire y el temblor de piernas en el momento de cruzar la vía, entonces el
pánico casi nos paraliza ante la posibilidad de que viniera el tren.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Hoy a los adultos de este pueblo nos paraliza la posibilidad de que deje de venir el tren.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Aquella tarde dejamos el cerro de la ermita a la derecha
y caminando volvimos a encontrar la vía del tren. Nuestro pánico fue
inmenso, ¿Estaban encantados los
Campos de Criptana, o nos perseguía el
destino fatal del ferrocarril.? Vidal se clavo de rodillas en el terraplén de
la vía, antes de llegar a las traviesas,
yo me quede extasiado en el cielo, un poco abrumado por la nueva
presencia de la vía que creíamos haber dejado atrás, y sobretodo por el canguis
de Vidal. ¿Nos habríamos equivocado? ¿Estaríamos perdidos?. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> En aquellos segundos de eternidad me di cuenta de que el
cielo estaba surcado por los hilos del tendido eléctrico que llevaban la luz de Alcázar a Criptana y
como si de un golpe de magia manchega se
tratara, se lo conté a Vidal que salió de su pasmo, poniéndonos de nuevo en
marcha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Estábamos ya un poco cansados y nos habíamos comido,
encima de una piedra grande y redonda todo el talego, bueno habíamos dejado
para luego unos trozos de pan. Lo peor era que no se nos había ocurrido que
tendríamos sed y no teníamos nada que beber,
quizás lo propio de la hambruna de postguerra que aun nos llegaba a
todos; en esta preocupación andábamos cuando volvimos a cruzar la vía, pero ahora no nos sorprendió aun quedándonos
a la izquierda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Nuestra aventura de conquistar los Campos de Criptana
estaba saliendo bastante bien, cruzamos
un arroyo que así reconocimos por el lecho, que mas parecía un vertedero de
animales que cualquier otra cosa, pero
en el jugamos un rato y enterramos unos
papeles con nuestros nombres para que sirvieran de testigos a nuestro paso del
arroyo. Vidal que aun seguía molesto con los chicos mayores por no querer
hacernos caso, decía que era muy importante enterrar los papeles porque cuando
los mozos oyeran nuestra historia no se la creerían y podríamos volver allí con
ellos y servirnos los papeles enterrados de prueba de nuestra aventura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> A mi me pareció que la idea era buena pero que los
papeles se pudrirían en el suelo con solo caer unas gotas, mi abuela me había enseñado a sembrar periquitos y lo hacíamos poniendo
en un agujero del suelo un papel con varias simientes y después lo rellenábamos
de tierra y los regábamos mucho. Cuando era mas pequeño y en el colegio me
enseñaron lo de las flores y los colores que se mezclan, creía que mis
periquitos podrían traer en sus flores letras y dibujos de los periódicos en
los que envolvíamos sus semillas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Vidal se iba animando conforme nos precipitábamos en la
aventura, al lado del camino divisamos
un pozo. Vidal se paro y me miro fijamente, estaba pálido, recuerdo que pensé, o se muere de sed o se ha
cagado en los calzones, me tenia un poco
aterrorizado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Menos mal que consiguió pronunciar palabra. Seria aquel
el pozo donde gritaba Ana cuando se ahogaba,
nuestra conversación sobre el origen del nombre de aquellas tierras y
los gritos de una niña Ana ahogándose al caerse a un pozo, habían dominado la
situación de Vidal. Desde entonces voy a todos los sitios preocupándome de los
líquidos para beber.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Corrimos un poco desesperados y unos minutos de carrera
nos acercaron a un grupo de chicos que jugaban a la lima, estaban en unas eras
y las casas estaban muy cercanas. Habíamos llegado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Saque del bolsillo el reloj que le habíamos quitado al
hermano mayor de Vidal, marcaba algo más de las cuatro de la tarde, era
Criptana, habíamos llegado y se nos olvido todo lo ocurrido en nuestro viaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Los chicos de Criptana nos parecían un poco cabezones,
nunca supe, si en verdad lo eran o nos lo parecía porque nos lo habían dicho los mozos de la placeta.
Junto a ellos comimos el poco pan que nos quedaba y por fin pudimos beber agua
de un botijo que ellos tenían, aunque Vidal siempre me dijo que aquel agua
estaba muy salada. Los chicos de Criptana recogieron sus limas y nos echaron
carreras hasta las calles principales del pueblo, por allí nos paseamos echando
un correcalles a la pídola en el que jugábamos todos y nos presentaron a los
chicos que encontrábamos por las calles y la plaza. ¿Después tuve la sensación
de que éramos una especie de trofeo? Pero a nosotros nos pareció toda una
aventura. La emoción era enorme e inaudita, Criptana que historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Debía ser cerca de las ocho de la tarde, ya hacia un buen
rato que se había cerrado la noche y nosotros seguíamos jugando por las
esquinas del pósito, cuando alguien nos cogió por las orejas, nosotros no
sabíamos quien era y nos hizo cruzar toda la plaza hasta detrás de la Iglesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Mariano. El que tenía una tienda donde cambiaban las
novelas los chicos mayores, una tienda
por Mediodía, nos había reconocido como
chicos pequeños de La Puerta Cervera. Sin mediar palabra con nosotros, se
acerco a una mujer y después nos metió a empujones en su Gordini amarillo; Vidal y yo no cruzamos tampoco palabra y él,
pasada ya la Cañamona, nos dijo solo una frase: Si no llego a veros en
Criptana, ¿Qué?.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Yo entonces pensé eso. ¿Qué?.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> En unos minutos llegamos a la Plaza del Ayuntamiento,
tuve miedo de que nos llevara a los municipales aunque me hacia ilusión salir
en el Boletín Municipal sin haberle hecho mal a nadie. Aparco su coche, se bajo
y nos hizo bajar. Mariano nos miro y nos remiro mucho de arriba abajo, por si estábamos
sucios o rotos o vete a saber que, después se entro en la taberna de La
Flamenca de donde salían cantes amargos.
Nos había dejado en la misma puerta de El Pasaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> De nuevo estábamos en nuestro territorio, cruzamos
veloces El Pasaje para coger la calle del Mediodía y volver a nuestras casas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Al día siguiente Vidal me contó que le habían dado una
buena somanta, yo no le quise decir lo mismo, lo que no quiere decir que fuese
de otra manera, pero, ahora con la distancia del tiempo no me importa
confesarlo. Cuando terminamos nuestra conversación los chicos de la Puerta
Cervera nos rodearon por todas partes y hacían varias preguntas a la vez a cada
uno. Vidal y yo nos pusimos muy orgullosos de nuestra hazaña y tuvimos que
contarla casi cien veces en el colegio, en la calle, en los cumpleaños de los primos de Vidal y
luego alguna vez ya de mozos en Campo de Criptana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt;">De aquella noche de últimos
de Febrero lo que más recuerdo es que metido en la cama y bien tapado de mantas
y colchas, yo decía. Palos a gusto no duelen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<span style="font-size: 10pt;">
</span>MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-33667827639261385212019-12-12T19:35:00.000+01:002019-12-12T19:59:35.926+01:00<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<h2>
<b><span style="font-size: 14.0pt;"><span style="color: orange; font-size: x-large;">……..DE LA CUESTA DE LOS LUCEROS.</span></span></b></h2>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
Raquel
había terminado de enrollar el mazapán de los huesos de santo y los presento en
una fuente plana de porcelana. Se acercaba la hora y esperaba al menos una
docena de invitados que venían de bien lejos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El menú estaba
listo, entrantes de corte, (es decir
jamón, queso, lomo… ) para presentar en la mesa central. De plato fuerte, arroz
con pollo, Raquel y su prima Lorena lo servirían en cuencos de barro, de esos
en los que vienen los helados, que habían recogido en los bares del pueblo el
verano pasado; para que cada cual se lo comiera de pie en conversación con
quien primero quisiera. El caso era hablar entre todos solo con la formalidad
imprescindible. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
De segundo o
de relleno, tenían preparadas unas empanadillas de atún, fáciles de comer de
pie y de comer en plena conversación, la idea era comer como si se estuviera en
el recreo del instituto. Para el postre, prepararon una piña entera de
plátanos, sin cortar que colocaron en la mesita de la salida al patio, y los
dulces palos de mazapán, que ya estaban aireándose. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El día era
importante y querían que todos los asistentes estuvieran muy cómodos y bien
atendidos. La tía Servula, tenía que estar sentada y Francisco el viejo situado
cerca del aseo, por sus necesidades. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Después
esperaban que Juan Luis, Miguel y Luis (el hijo de la Servula) se jugarán “d´al
gane” y al domino, las copas del anís, que tomarían fuera de su casa. Ellas no
querían darles ni una sola gota en aquella situación. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Empezaron a
llegar temprano. Sobre las 11,30 los de Ponferrada, para no hacer tarde; un
poco después Luis desde Jaén con su mujer y su madre, la tía Servula. A
Francisco lo trajo Pacorro en cuanto se entero de que había llegado su hermana
Servula. Pacorro saludo a unos y a otros y se marcho al taller para terminar el
tractor de un cliente que era de mucha urgencia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Sobre la una y
media estábamos todos, menos Pacorro. Lorena había contado entre 18 y 20
asistentes, los chicos y las vecinas que entraban y salían continuamente, le alteraban
las cuentas. Poco más o menos éramos ocho del pueblo y doce de fuera. Nosotras
que estábamos más que cansadas, hartas; a la una en punto comenzamos a sacar la
comida. Le apartamos empanadillas a Pacorro para que cuando viniera del taller,
se las comiera mientras se arreglaba. A las tres teníamos que tenerlo todo
recogido y estar todos fuera de la casa. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nosotras no
dábamos de sí; platos, agua, pan, cortar jamón, servilletas de papel, recoger
un plato de arroz que tiro Yolandita cuando su madre le daba de comer. Menudo
rato nos dimos entre las dos. Como no nos queríamos perder detalle del
encuentro y sabíamos que nos sería imposible estar en misa y repicando, se nos
había ocurrido poner en cada rincón unas grabadoras de mano que recogieran las
conversaciones de primos, tíos, sobrinos, amigos y vecinos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En un pico de
la mesa con Francisco el viejo y Servula, estaban Luis y su mujer.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Junto a la puerta de entrada se
quedaron los de Ponferrada Juan Luis y Miguel, con Ambrosio y los dos hermanos
Salmeron. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En el centro
hicieron corro las primas, las mujeres de Juan Luis y de Miguel, con Virtudes y
aquí se agregaron las vecinas de siempre Gertrudis y Mariana, que no dejaban de
asombrarse y escandalizarse entre trozo de jamón, rodaja de lomo y hueso dulce.
Los chiquillos mayores y pequeños correteaban por todas partes y se llevaron a
Yolandita después de lo del arroz. Pasaron la mayor parte del tiempo en la
cocina, y hasta nos ayudaron a recoger. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En la puerta
de la calle se sentaron los vecinos con José Antonio; ¿o se sentó José Antonio
con los vecinos y algún amigo?, así evitaba tener que hablar con sus tíos o con
sus primos, solo tuvo unos minutos con su prima Virtudes y estuvo todo el rato
escuchando a los vecinos que saben más por diablos que por viejos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Todo funciono
según lo previsto, hasta Pacorro llego a las empanadillas y los plátanos,
mientras se lavaba y se cambiaba, Lorena le dio como a los pájaros las
empanadillas y dos plátanos del racimo. Al cerrar la puerta de la casa, el
puñetero reloj del ayuntamiento daba, todavía con música de villancicos, las
campanadas de las tres de la tarde. Ya lo demás fue como lo sospechado. Pasos
lentos, mucha gente, pocas palabras, silencios y emociones. Los de fuera se
escabulleron enseguida en sus vehículos, como si no hubieran estado nunca en el
pueblo ni en la casa. Los demás se fueron descolgando por las esquinas conforme
veníamos a casa desde el último paseo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando dimos la vuelta a la
esquina incluso Gertrudis y Mariana nos habían dejado solos. Pacorro y José
Antonio andaban delante en silencio, sin mediar palabra entre ellos, como casi
siempre, José Antonio me confesaba a solas que no sabía que hablar con Pacorro,
el tenia poca conversación y Pacorro se limpiaba continuamente las manos llenas
de grasa y cortes, contestándole con la cabeza. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Lorena venia
cogida de mi brazo, la costura del calcetín derecho, se le había clavado en la
yema del pulgar y no podía dar un paso. Llegamos a casa, ellos se subieron
arriba y nosotros nos quedamos abajo, José Antonio, rebaño la masa de los
huesos y se acostó, yo prepare el hato para hoy y cuando me acosté José Antonio
dormía profundamente, no quiso hablar conmigo de nada. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 89.4pt; text-align: center;">
*</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Al día siguiente nosotras dos y José Antonio
comenzamos a escuchar las conversaciones de los corros. Pacorro no quiso saber
nada, nos había dicho que ni se lo contáramos, nada más levantarse, dijo
Lorena, que se había ido al taller sin desayunar ni siquiera. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En el pico de
la mesa grande, estuvieron Francisco el viejo, Servula, Luis y su mujer. De lo
que se grabo solo hare mención de algunos aspectos más interesantes, el resto
de los detalles nos los quedamos solo para nosotros tres, porque Lorena y yo
concebimos aquella idea, en sustitución de nuestra ausencia en los corros, con
ninguna otra pretensión que nos resultara inmoral, por eso después de oír cada
cinta la fuimos rompiendo. Yo solo, he hecho estas notas, para que no se me
olvide lo más significativo, porque luego el tiempo, la distancia y la ausencia
vuelven lo blanco negro, el dolor alegría y carencia abundancia; así es de
acomodaticio el ser humano.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Francisco el
viejo, conto lo de las piedras y el camino lo menos diez o doce veces, pero
como Servula tenia fijación con su idea no le hizo mucho caso y Luis y su mujer
discutieron con ardor sobre si la hermana de ella tenía que haber acudido o no,
porque había sitio en el coche y podía haberse hecho cargo de Yolandita que
menudo rato les estaba dando desde primera hora. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
De vez en
cuando Francisco insistía a su hermana. Servula, los herederos seremos tú y yo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Como se le haya ocurrido dejar las tierras a
los sobrinos; no llegan a año nuevo enteras, estos que aquí parecen algo, son
una pandilla de hambrientos y desmanotados que están esperando que les caiga
algo para machacarlo. Servula en su sordera asentía con la cabeza, repicando,
que las mujeres han tenido siempre hijuela y que por lo tanto a ella le
correspondía, lo primero por la hijuela un diezmo, luego del resto un tercio,
es decir en total el cuarenta por ciento del total, que se lo había ajustado el
hijo de su Luis que era bachiller y sabe muy bien de números.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Luis en la
distancia, solo asentía con la cabeza cuando su madre decía aquello; mientras discutía con su mujer, sobre el
comportamiento de Yolandita o sobre dónde irían de vacaciones en verano, una
semana solo, pero donde. Su interés era sobre todo no entrar en conversación
con los primos de Luis y por eso se refugiaban en el corro de los abuelos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Juan Luis y
Miguel, con Ambrosio y los dos hermanos Salmeron, se habían constituido en un
núcleo de charlatanes, su coro nos dio mucha escucha, de la que solo extracto
algunas ideas y curiosidades. Aquí a sus anchas, Juan Luis conto todas sus
aventuras de carretera entre Ponferrada y Polan, pasando por Madrid y sus
mejores calles. Miguel un poco avergonzado quería cortarle y conto la historia
de un paisano de Ponferrada, un amigo de los vinos del Bierzo, aficionado a los
magostos castañeros; que por algún problema de viñedo se sentía asediado, por
los vecinos columbrianos. Se dedicó a picotear sus cosechas a escondidas. Para
ello guardaba los aperos destructores en su panteón del cementerio, de donde
salía disfrazado por las noches para arrancar cepas llenas de uva cuajada, en
los días antes de la recolección, como celebrando la Virgen de la Encina de los
primeros días de septiembre. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Ambrosio se
intereso en la noticia, mientras Juan Luis trataba de desviar la conversación
hablando de clubs de la carretera leonesa y castellana, explicaba la diferencia
entre locales de la vieja castilla y la nueva castillalamancha. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Pero Ambrosio
insistió hasta conseguir entablar el tema con Miguel. Quería saber más cosas de
aquel paisano, como entraba y salía del panteón, le tenía intrigado. Los
Salmeron, solo abrían la boca para engullir lomo o arroz con pollo, no se les
oía palabra, como si no estuvieran en la situación, a ellos que más les daba lo
que dijeran, estaban allí para cumplir y repartían muecas de condolencia a
todos los rincones de la estancia y a aquellos ojos que se cruzaban con los suyos
en el ir de venir de los huesos de santo y pieles de plátano. En toda la tarde
no pensaron otra cosa, más que quedar bien con todos los demás, pero tampoco se
atrevían a cambiar de corro, avergonzados por su pasado, temían que se
ablentara aquella tarde y se sentían refugiados en aquella compañía, además
desde allí junto a la puerta dominaban todos los corros y presumían saber lo
que pasaba en cada rincón. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Cuando se
descubrió el asunto, se dieron cuenta de que en el panteón había una colchoneta
y una caja grande de cartón llena de ropas y objetos personales, el paisano que
respondía a M.R.S. había utilizado durante seis meses aquel reducto como
apartamento, mientras tenía su casa alquilada a una familia georgiana de
Tbilisi. Con los ingresos del alquiler M.R.S. comía todos los días el menú del
hogar del pensionista y a la caída de la tarde arrastraba su pierna izquierda,
para refugiarse en el panteón con un transistor que le anunciaba la hora de la
media noche larga. Entonces salía del cementerio y entraba en los viñedos
cercanos de sus enemigos, para diezmar sus cosechas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
¿Y cómo detectaron el personaje? interrumpió
repentinamente Ambrosio.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Miguel respiro
profundamente y observando a su corro, quiso esperar a que todos le indicaran
con la mirada que siguiera con el relato. No fue así, y manteniendo un momento
de expectación continúo con la historia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Uno de los
“coloraos” de los que criaban caballos rojos del pueblo, había entrado hace
unos años en la asociación cultural de vecinos y aprendió que aquel cementerio
tenía verdaderas obras de arte entre sus construcciones funerarias. Esculturas,
forja, algún mosaico, panteones con los techos pintados, imaginería de todo
tipo. Todo un descubrimiento junto a las curiosidades de las sepulturas de
varios hijos del pueblo, que habían destacado en su vida. “El torero colorao” y
su hermano el rejoneador, “el falso obispo” y otros. El caso, es que, desde la
asociación habían pedido al Ayuntamiento un poco de respeto para estas
construcciones y el alcalde había mandado al arquitecto de la mancomunidad,
para hacer una visita de reconocimiento con el correspondiente informe. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
De esta manera
una mañana de verano, el arquitecto y el perito acompañaban al “colorao”
visitando los panteones. Entonces descubrieron el “chalecito” de M.R.S., dando
parte al jefe de los municipales que estuvo al acecho hasta descubrir el
suceso.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Bueno de estas
cosas no hay que sorprenderse, dijo Argimiro Salmeron interrumpiendo el relato.
Ahora es muy común entre los turistas pretender ver tumbas de famosos. Conozco
el caso del hijo de un amigo, que viajo cerca de <st1:metricconverter productid="2000 kilmetros" w:st="on">2000 kilómetros</st1:metricconverter>
para visitar un pueblucho de Francia donde en su cementerio está enterrado un
tal Proudhom y poderse fotografiar en su tumba; o el peregrinaje a la tumba de
Elvis Presley. Esto, sin hacerse eco de la gente que viaja a Compostela, para
visitar la tumba del apóstol. Desde luego no parecen casos comparables, pero en
los derroteros que anda el mundo, no sabemos por donde se va a salir. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Su hermano
dejo entonces de hacer muecas y gestos a todos los puntos de la rosa de los vientos, y conto un suceso muy
comentado en la comisaria en la que estaba destinado desde siempre. Si bien,
antes de relatarlo, miro a un lado y a otro, acerco su silla al centro del
corro y escondiendo la cabeza entre los hombros, comenzó.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Como os he visto muy interesados en estas
cuestiones singulares, os voy a contar los que ha pasado hace solo unos días en
nuestras fronteras; pero tendréis que mantener el secreto de la información
como si de un secreto de vuestra alcoba se tratara. Argimiro le dijo, yo creo
que debes contarlo Zoilo, estamos todos pendientes y sabes que de aquí en
compromiso contigo, no saldrá ni palabra. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Entonces
Zoilo, con una sacudida eléctrica de su tronco, como si le hubiera dado un frio
repentino, explico: hace unos meses los inspectores de turno del aeropuerto de
Vigo comenzaron a hacer informes sobre el tránsito de cadáveres que llegaba al
aeropuerto de manera repentina. Poco a poco su insistencia se comparo con otros
aeropuertos y resulto desmedida, una brigada especial de las formadas para el
tratamiento de catástrofes, se destino de manera cautelar, al aeropuerto
gallego, para observar el fenómeno, las familias implicadas y asumir todas las
circunstancias. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En un mes se
recibieron doce cadáveres en régimen de traslado internacional, mientras que
las estadísticas de otros aeropuertos podían referirse a solo un cadáver al
trimestre. El estudio de las familias receptoras y el desarrollo del entierro
correspondiente resultaban muy minoritarios, acudiendo solo entre dos y cuatro
personas en cada caso siempre de pequeñas parroquias. Eso sí, cada caso pasaba
por su reglamentaria autopsia antes de proceder a la exhumación del cadáver. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El análisis
comparativo de los protocolos internacionales en estos casos, no era
definitivo. Algunos de los miembros del equipo lo habían visto recientemente en
sus cursillos y curiosamente coincidía, que los cadáveres venían siempre de
países, cuyo protocolo de traslados exigía la autopsia a la llegada. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Aun en el
riesgo del conflicto social que pudiera suponer, los mandos a fuerza de recibir
informes del equipo; ordenaron su presencia en todos los pasos del proceso.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El primer lunes de abril, se recibieron
noticias de la llegada para el jueves desde Miami, de un envió internacional de
cadáver. La familia se persono en la oficina del equipo, eran dos hermanos de
una aldea cercana, la minera Freixo, que se había despoblado prácticamente por
el abandono de la explotación del subsuelo. Era el cuarto ataúd relacionado con
la aldea que llegaba desde que comenzó el año. El equipo inicio su tarea de
hacer acto de presencia en todos los pasos del proceso, dando seguridad al
mismo. En el momento de proceder a la autopsia, los hermanos invitaron a los
dos guardias que les acompañaban a que entraran con ellos a la sala de
autopsia, estos nunca se lo habían planteado, pero en lo animado de la
conversación sin darse cuenta estaban dentro de la sala de disecciones,
siguieron su charla y el agente Crespo observaba lateralmente, como el equipo
médico abierta la cavidad torácica del cadáver, extraía de su oquedad paquetes
que apartaban en una caja. Terminada la operación y el estudio, volvieron a
cerrar el cadáver y tras firmar unos documentos dispusieron el entierro. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Acabado todo,
Crespo comento su observación con su compañero el agente Aguilar, y de su
informe que emitieron por mail a la comisaria, se desprendió inmediatamente
desde la central, una autorización y la correspondiente orden de revisión del
proceso de la autopsia y sus restos. Volvieron a la sala de disecciones en
menos de dos horas desde la operación y en aquel escenario seguían las mismas
personas, solo faltaban los dos parientes y el finado. El equipo médico y de
limpieza, manipulaba las bolsas extraídas del cadáver. 25 kilos de cocaína, que
guardaban para hacerla más larga y quedarse con su maquila.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Acababan de
descubrir un caso de traslado
internacional de cadáveres como sistema trafico de drogas. En los supuestos
históricos que habían estudiado en su formación policial, conocieron casos de
esta tipología como tráfico de billetes o de armas y aunque podía ser de
suponer, no habían estudiado ningún caso documentado. Por eso desde entonces a
este delito se les llama en la familia policial un “Crespo de Aguilar”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Dejamos de recoger conversaciones de aquel
corro, el camino que tomaba la conversación, no aventuraba ninguno de los temas
que a nosotras nos interesaba. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Al corro de
Virtudes y las mujeres de Juan Luis y de Miguel, se agregaron Gertrudis y
Mariana que no dejaban de asombrarse y escandalizarse entre trozo de jamón,
rodaja de lomo y hueso dulce. Es el corro donde más risas sonaban en la
grabación. Eso sí, con mucho respeto para el difunto. Mariana conto que en el nuevo tanatorio comarcal habían colocado una pequeña
mesa camilla junto a la maquina del agua y los refrescos. A su alrededor se
venían sentando los herederos en litigio para resolver los repartos de las
herencias. Mientras discuten, observan la cámara refrigerada del cadáver, que
ayuda a que se pongan de acuerdo herederos mayores y menores, sobre mandas,
hijuelas, quintas y terceras de terceras partes. Por eso nadie del pueblo
quiere ir allí y arreglamos los sepelios en las casas, decía Gertrudis, sin
pudor alguno después del escándalo que dio con su hermana porque ella era la
mayor, cuando su madre.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Bueno no podéis imaginar cómo son las cosas,
están empezando a facilitar la forma de dar el pésame por SMS. Te dan un
numero, llamas y ya está, como cuando nominas para el Gran Hermano, ahora que
aquí tampoco te dicen lo que te cuesta, explicaba Mariana, para no ser menos
que su amiga. Virtudes, no le dio importancia ninguna, aduciendo que es una
modernización que sustituye a los antiguos telegramas…y a nosotras nos
tranquilizaba aquella temática.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
José Antonio,
después de hablar un momento con su prima Virtudes se sentó en la calle con los
vecinos y algún amigo. Así evitaba tener que hablar con sus tíos o con sus
primos, y gasto el tiempo escuchando a los vecinos que en este caso, saben más
por diablos que por viejos. Para hacer hora estuvieron recitando a Manrique que
les venía muy al pelo, aunque tuviesen aquellos versos más de 500 años.</div>
<span lang="ES-TRAD"> Recuerde el alma dormida, <br />
avive el seso e despierte <br />
contemplando <br />
cómo se passa la vida, <br />
cómo se viene la muerte <br />
tan callando; <br />
cuán presto se va el plazer, <br />
cómo, después de acordado, <br />
da dolor; <br />
cómo, a nuestro parescer, <br />
cualquiere tiempo passado <br />
fue mejor.</span><br />
<span lang="ES-TRAD"> Pues si vemos lo presente <br />
cómo en un punto s'es ido <br />
e acabado, <br />
si juzgamos sabiamente, <br />
daremos lo non venido <br />
por passado. <br />
Non se engañe nadi, no, <br />
pensando que ha de durar <br />
lo que espera <br />
más que duró lo que vio, <br />
pues que todo ha de passar <br />
por tal manera. </span><br />
<span lang="ES-TRAD">José Antonio solo recordaba la cuarta estrofa. Quizás la
más popular hoy, la recito a continuación, a su manera con un punto de
interpretación.</span><br />
<span lang="ES-TRAD"> Nuestras vidas son los ríoooos <br />
que vaaaan a dar en la maaaar, qu'es el morir. </span><br />
<span lang="ES-TRAD"><br />
Allí van los señoríos. <br />
Derechos a se acabar e consumir. <br />
Allí los ríos caudales. <br />
Allí los otros medianos, e más chicos, allegados, son iguales. </span><br />
<span lang="ES-TRAD">Allegados, son iguales.<br />
Los que viven, por sus manos <br />
y los que viven ricos. </span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD">Ahora decían, se está volviendo
a la costumbre de leer poemas y poner música a los difuntos, aunque nada es
comparable a las conmemoraciones de los viajes por Estigia o las coplas de
Manrique. En Europa; sabía José Antonio por su estancia en Alemania y Suiza,
que se procuraba establecer unas nuevas formas, que además resultaban mas
baratas de entierros. Los protestantes</span> reducen a la mínima expresión las ceremonias.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Uno de los vecinos a quien no conocía José
Antonio, y nosotras tampoco. Un hombre entrado en los cuarenta, al que habíamos
visto el día anterior de atusarse el nudo de la corbata, en señal de no tener
costumbre de usarla. Comentaba, que las últimas tendencias en entierros, es
utilizar las webcam para retransmitir los entierros por internet y permitir así
que se pueda asistir a ellos sin tener que viajar de un sitio a otro o hacerlo
en todo caso, por un sistema de videoconferencia. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Se miraron unos a otros con cierto estupor,
sobretodo porque nadie lo reconocía y este, volviendo a la corbata, según nos
explicaba José Antonio, insistió explicando, que no se qué, ciudad alemana, de
la que no podre ni escribir ni pronunciar el nombre por mas veces que rebobine
la grabadora; llevan dos años comercializando este tipo de servicios. Algunos
vecinos han hecho concursos sobre a cuantos entierros se puede asistir en una
tarde. Los vecinos se echaron a reír y dijeron a corro que esa era una historia
muy vieja. En el pueblo había hasta hace muy poco, tres hermanas solteras que
acudían a todos los entierros, de la mañana y de la tarde, en lunes o en fiesta
de guardar. Algún día, si no había entierro en el pueblo, se acercaban en
viajera a las aldeas de la comarca. Entraban en las casas, picoteaban un poco y
dependiendo de cómo tenían la agenda de decesos, o bien rezaban un rosario o
una salve. Aquí en el pueblo, si conocían al difunto, hacían una sesión de
plañideras en la puerta del cementerio mientras se despedía el duelo…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Sin embargo, ayer no hubo ni rezanderas ni
plañideras, es una lástima que se pierdan las costumbres. Raquel se ha quedado
tranquila después de oír las cintas y José Antonio le ha agradecido que Raquel
se subiera pronto a su casa, para que nos quedásemos a solas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Pero no acaba de encontrar el momento de
contarme lo que se habló en el duelo de los hombres desde la casa al
cementerio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Los de
Ponferada y Luis, no pararon de reprocharnos con insistencia abrumadora, que el
cadáver, no pasara por la parroquia. Con esta monserga unos u otros no pararon
de hablar desde la misma puerta de la casa, calle a calle, por las placetas y
el ejido, hasta llegar a lo alto de la cuesta de los Luceros; donde se paran
los entierros para tomar resuello y
acometer el último tramo hasta la puerta del cementerio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Al
estar todos parados y descansando un momento. Francisco el viejo. El padre de
Pacorro, suspiro en alto y tiro de muy mala gana su garrota contra el suelo. Se
encaro con todos y les dijo: Que cojones os importa que no hayamos querido
pasar por la iglesia. Ni para nacer la necesitamos, ni para morir tampoco. A
quien no le interese que no dé un paso más y vaya a santiguarse, o que pesque
el tole y se marche del pueblo. Que para enterrar un cadáver se basta solo el
sepulturero y hoy, este será el único que suspire por su cuerpo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
He pensado, que no le contare nada a Raquel,
si se lo dice Pacorro, seguro que me lo cuenta ella, de todas formas las cintas
ya han ido a la basura y estas notas cualquier día sirven para lo menos
esperado.<o:p></o:p></div>
MIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-51958638759561276362013-04-22T00:37:00.000+02:002022-02-14T01:18:29.507+01:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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VERSOS DE PAPELMIPEFEhttp://www.blogger.com/profile/13826403344613777315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7164849567784644.post-29865222119919160722013-03-18T03:27:00.000+01:002013-03-18T03:27:21.236+01:00Por las nubes de La Mancha<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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